Número 3 TODAS LAS NOTAS

  ARRANCANDO EL AÑO

Enero, mes caluroso. Para los que se escapan un par de días, enero es genial. Para los que nos quedamos en la Capital de cemento, es agobiante. Pero sin querer queriendo aquí estamos otra vez.
2010 movidito, Diego estuvo a punto de volver a llevarnos a la gloria, murió Néstor, Clarín sigue con sus cautelares para esquivar la inmediata democratización de los medios, el país en variables económicas-sociales sigue creciendo: pero sobre todo, la participación popular fue retomando las calles.
Esto nos indica que el quehacer nacional se está moviendo rápidamente, por eso la palabra clave sigue siendo: participación. Si estamos a la altura de las circunstancias, podremos canalizar todo eso que hace algunos años se abrió, y profundizarlo, cabalgado hacia la victoria popular. El proyecto Nacional, la distribución de la riqueza, la integración regional y la latente construcción de una sociedad más justa e igualitaria. Quizás algunos, se atreven a llamar a eso Socialismo del Siglo XXI; quien sabe todavía hasta dónde llegará el camino…
Diciembre fue un mes en el que se armó un caldo bastante raro. La fuerza policial volvió a demostrar (así como cuando se hizo la boluda en el asesinato de Mariano) que sigue actuando contra los intereses populares. El nuevo Ministerio de Seguridad, ¿logrará controlar a estas mafias? Veremos… después los cortes de luz, desabastecimientos y varios de esos quilombos que huelen a “teoría del caos organizado”. La ¿curiosa? fecha elegida para lanzar candidaturas de los cabezones conocidos.
Este año jovencito se nos presenta con varios desafíos. El primero que se viene a la cabeza cuando decimos 2011, son las elecciones ejecutivas. El mapa de oferta está bastante claro, el tema será cómo los poderes económicos amenazados hoy, irán a dibujar a sus monigotes para la pelea final. Sin embargo, ¡tampoco son magos!
Desde El Pancho La Coca queremos alzar la copa: por el despertar militante, por el pueblo en las calles. Por los que ya no están. Por los que están. Por los que vendrán. Por lo que hay, por lo que vendrá.




POR ACÁ

Entrevista a Agustín Rossi

“NO RENDIRSE ANTE LOS PODEROSOS”


Por Gastón Florio
gastonflorio@elpancholacoca.com.ar

Para la suerte de nuestro pueblo los Cobos son pocos. Por esto, también encontramos personajes leales desde la primera hora con el proyecto kirchnerista, y que con su trabajo diario por la defensa y la profundización de la etapa comenzada en el 2003, empujan a este gobierno. Jefe del Bloque de Diputados del Frente Para la Victoria y candidato a gobernador por la provincia de Santa Fe en el 2011, Agustín “el Chivo” Rossi nos abrió las puertas del Congreso de la Nación a El Pancho La Coca para dialogar sobre distintos actores de la coyuntura Nacional.
Dicha oportunidad, no podía obviar la opinión de un militante del oficialismo sobre lo que significó todo el proceso kirchnerista para nuestra historia, que día a día seguimos escribiendo.

-¿En qué cambió el país, desde su visión?

A. R.- El país es absolutamente distinto, si uno mira desde cualquier lado puede encontrar los cambios. Encontramos un país, como decía Néstor “al borde del precipicio”, el país era un infierno. Los indicadores sociales lamentables; teníamos más del 60% de la Argentina en la pobreza, una desocupación del 25%, un 30% de indigencia. En cambio hoy tenemos un país con el índice de desocupación más bajo en los últimos años (alrededor de un 7%). Bajamos la pobreza, bajamos la indigencia, se crearon 5 millones de puestos de empleo y 150.000 nuevas empresas durante todo este tiempo se recuperó el Estado. Teníamos un Estado que no daba prestaciones, y hoy es un Estado que tiene un sistema jubilatorio donde el nivel de inclusión previsional de los adultos mayores es de un 90%, cuando nosotros llegamos solamente el 50 % de los mayores estaban incluidos. Tenemos la asignación universal por hijo que es una política de nivel de contundencia social enorme. En fin, esto quiere decir que los dos sectores etarios que todo el mundo de la políticas sociales dicen que hay que atender (los jóvenes y niños, y los mayores), están perfectamente incluidos en el nivel de protección que le da el Estado; y de un Estado fundido y quebrado, tenemos un Estado de alto nivel de calidad prestacional. Pero sobre todas las cosas, lo que hoy tenemos es un rumbo, un horizonte hacia donde vamos, una idea de que los argentinos han recuperado la autoestima. Los argentinos piensan que al país le va a ir mejor, y que podemos recuperar espacios de movilidad social ascendente, yo creo que eso es importante…

Su rol en la cámara de Diputados le ha colocado la etiqueta más que de un funcionario, de un militante. Los últimos tiempos de la bancada encontraron a una oposición ciega y sorda; sin embargo no muda, lo que sin dudas complicó mucho el trabajo republicano. Y el Chivo, en su rol de Jefe del Bloque oficialista tuvo que lidiar en muchos proyectos para conseguir consenso necesario y en muchos, su tarea fue eficaz (Ley de Medios-AFJP-Aerolíneas).
-¿Cómo definirías el rol parlamentario de la oposición desde el 28 de junio del 2009 en adelante?
A. R.- La oposición me parece que ha defraudado las expectativas que había generado en algún momento. Una oposición que se presentó el 28 de junio del año pasado, como moderada, como propulsora de dialogo y de consenso; pero lo que hizo es exactamente lo contrario, ¿no?... Una oposición con un nivel de virulencia y de ataque al gobierno de manera importante, que permanentemente se caracterizó por poner palos en la rueda, y no tuvo ninguna iniciativa propositiva; sino que tuvieron toda la iniciativa que tuviese que ver con tratar de disminuir la maniobra de acción del oficialismo. Su política se trató de limitar y de desgastar fundamentalmente al gobierno de Cristina. Una oposición a mi criterio, muy condescendiente con el poder corporativo de la Argentina, casi automáticamente alineándose con los reclamos de las corporaciones (corporación económica y corporación mediática). Me parece que el balance de este año para la oposición es deficitario.

El último 8 de diciembre se lanzó la candidatura de Agustín Rossi a gobernador de Santa Fe, para el año próximo. El acto superó expectativas propias y ajenas; más de 20.000 personas concurrieron para bancar y comprometerse en la futura batalla electoral. En su discurso, el Chivo se refirió a llevar el proyecto Nacional a la provincia y bajo la consigna “Ya cambiamos la Argentina, ahora vamos a cambia Santa Fe”, se lanzó de lleno frente a miles de jóvenes que se articulan en su movimiento (Movimiento Santafesino por la Justicia Social). Él sabe como dirigente que sobre todo despierta muchas expectativas en la juventud. Quizás por las duras batallas que en estos años le tocó liderar o por su claridad en los momentos más difíciles.
-¿Cómo explicás la masiva participación juvenil en la política, sobre todo después de la muerte de Néstor?
A. R.- Primero lo que hay que decir, es que lo de Néstor posibilitó que la participación tome visibilidad pública, pero nosotros veníamos notando en forma creciente que se venía participando. Me parece que la base está en encontrarse con uno o dos dirigentes como Néstor y Cristina, que dicen lo que piensan y hacen lo que dicen. Esto es fundamental para recuperar la credibilidad de la política y da expectativa de la construcción de un nuevo proyecto. A mi criterio, este es el escenario, que Néstor permitió con esta idea de “no rendirse ante los poderosos”, como aquella frase del 25 de Mayo del 2003: “Soy parte de una generación diezmada y no voy a dejar mis principios en la puerta de la casa rosada”. Todo esto fue generando un escenario donde la participación juvenil se pudo dar nuevamente. Empezó tenuemente cuando fue el conflicto de la 125 y se expandió notablemente con la Ley de Medios; y de allí en más creció día a día. Por ejemplo, este año fue la primera vez que hubo una marcha para recordar la noche de los lápices desde la recuperación de la democracia, la marcha por el 24 de marzo de este año han sido numerosas en todos lados y con muchísimos jóvenes, el proyecto d una idea de futuro, y la presencia de los jóvenes ha sido una garantía.

Terminando la entrevista, fue imperioso referirse a la noticia que nos había llegado hace escasos minutos, y de este modo despedirnos; con el mate ya atenuado de un largo día de trabajo y militancia.
- ¿Cuál es tu conclusión del fallo para los represores de cárcel común y cadena perpetua?
A. R.- Me parece que estamos saldando una parte de la historia. Todo lo que se intentó antes fracasó, porque no iba sobre la verdad, y la verdad siempre encuentra su camino para concretarse. Encontraron un presidente que permitió que derogasen las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que le dieron un curso fuertísimo a todos los juicios, y hoy los juicios están gracias a los testigos que son los grandes protagonistas, porque es muy fuerte para todos volver a recordar todas las cosas que pasaron y se está logrando, y está muy bien. Estamos concretando aquello que decíamos siempre: “nosotros no queríamos revancha queríamos justicia”. Nada más que eso, y la justicia es la que está determinando y determinó lo que dictaminó esta tarde, y esto permite cerrar una etapa de la historia.



¿A DÓNDE VAS, JORGE ALTAMIRA?


Por Norberto Galasso


Nunca nos hemos tratado, pero nos conocemos y tenemos un punto teórico común: es necesario crear la sociedad solidaria, igualitaria, donde brote y se consolide el Hombre Nuevo. Eso creo yo y ahí pongo mis modestos esfuerzos: en la liberación nacional y social de una América Latina unida. Vos decís que también luchás por ese objetivo. Entonces, me creo con el derecho a preguntarte: ¿Adónde vas, Altamira? ¿Adónde? ¿A qué conduce tu política?
Disculpame, pero yo no creo que en lo profundo de vos mismo puedas suponer que la interrupción del kirchnerismo en el gobierno va a llevar al P.O. a la Casa Rosada, ni tampoco que le va a provocar un gran crecimiento político. No. No creo que estés tan al margen del desarrollo de la lucha de clases ni que, en nombre del marxismo, saques conclusiones que sólo es posible admitir en un adolescente generoso y utópico – de esos que, en pequeño número, te siguen - y que cree que se puede asaltar el cielo así como así, mañana mismo, con la revolución perfecta, completita, sin contradicción, ni imperfección alguna. No. A los pibes los entiendo – a “tus pibes” – y eso me duele, porque así seguramente pensaba el pibe Ferreyra. Porque a los 18 o los 22 años es posible querer salir de las desgracias, del desaliento, de la injusticia, luchando contra todos al mismo tiempo y de una vez, a todo o nada. Lo lamento por los pibes porque ellos ponen el cuerpo y la derecha no anda con vueltas.
Pero, a vos no te lo puedo entender. Vos viste lo que pasó con el corte de vías el otro día: 20 muchachos rebeldes, en nombre de 60 compañeros tercerizados, provocaron la bronca de miles de usuarios del ferrocarril en Plaza Constitución y esa bronca fue usada por grupos duhaldistas y macristas, por las barras bravas de Barrionuevo, por los comandos de Ritondo, por las bandas de Duhalde. No es como dice tu compañero Ramal que “sería delirante suponer que el P.O. cortaba en Avellaneda y también el P.O. actuaba” en Plaza Constitución. Si algo hay delirante es precisamente lo de Ramal, porque nadie seriamente ha dicho eso. Lo ocurrido es que, en los hechos, esos muchachitos idealistas que cortaron las vías quedaron aliados, en un mismo operativo de pinzas que vos no previste pero se dio en los hechos, con las bandas de derecha.
Entonces, cuando dicen “el P.O. aliado al duhaldismo” no te enojés: en la teoría no es así; en los hechos, sí. Es decir, en la política concreta, el macrista Ritondo es aliado tuyo y también Cecilia Pando y Posse y Redrado y Puerta y Barrionuevo y Toma. Vos y tus compañeros atacan al gobierno porque lo que no ha hecho, por lo que falta; ellos lo quieren voltear por lo que ha hecho y lo que ha hecho es suficiente para que no lo soporten. Pero en conjunto vos y ellos creen que es conveniente interrumpir el avance del kirchnerismo, es decir, la reelección de Cristina.
Claro, ellos, la derecha, están en lo suyo, no soportan la Ley de Medios, no soportan el recupero de los aportes jubilatorios por el Estado, ni la Unasur, ni tampoco la asignación universal por hijo, ni ponerle coto al FMI. Ellos están molestos por el protagonismo popular, por “los oscuramente pigmentados” (como decía el conservador Reinaldo Pastor) y entonces dicen ahora, haciéndole ‘el bocho’ a los vecinos más reaccionarios: “Somos xenófobos y ¿qué?: los bolivianos y paraguayos nos ocupan las escuelas y los hospitales”. Pero vos no podés coincidir con eso. Ya sé que no coincidís en la teoría, pero en los hechos, sí. En la teoría vos sabés de la gesta altoperuana contra los realistas y seguramente sabés del “Moto Méndez” y “el indio Camargo” y Juana Azurduy” y tenés afecto por bolivianos y paraguayos (¡Cómo no tenerlo por Solano López, compañero de lucha contra el mitrismo oligárquico financiado por el Imperio Británico!) pero, sin embargo, vos tocás en la misma orquesta de los xenófobos. Es en la misma orquesta, mi viejo, aunque no estés orquestado en conspiraciones de café. En los hechos, sí.
Por eso te repito: ¿Adónde vas, Altamira? Porque vos debieras saber, lo sabés, supongo, que en política es fundamental conocer al enemigo principal (manual elemental de todo socialista en serio). Y no podés confundir al gobierno - con todas las asignaturas pendientes que vos quieras - con la alianza Duhalde, Macri, Pando y todos los que ya conocemos. No. Eso no te lo voy a entender nunca, ni a justificar.
Por otra parte, vos te formaste en una concepción de la política que otorgaba importancia fundamental, al conocimiento de la correlación de fuerzas. Hay que preguntarse, en cada momento de la lucha, cuál es la correlación de fuerzas. Esto lo aprendiste, como yo, hace muchos años, en los manualitos del socialismo, es el ABC, el primero inferior, como se decía en nuestros tiempos. Y entonces, ¿cuáles son las opciones en juego? No me explico cómo no entendés las fuerzas en juego y la opción consiguiente: la vuelta al 2001 o a 1942, según algunos, es decir, el retroceso profundo con respecto a los avances del kirchnerismo, con todas las limitaciones en que probablemente vos y yo coincidamos o la prosecución y profundización de lo que se está haciendo desde el gobierno. ¡Y no podés decirme a mí que aprendiste en los textos clásicos que estas son luchas interburguesas y que es lo mismo Cristina en el gobierno que la Pando o Duhalde! No, vos sabés que no podés decirme eso, porque eso te invalidaría para actuar concretamente en las luchas políticas que se están dando hoy y aquí.
Vos viviste muchas cosas, Altamira, como las viví yo. ¿O perdiste la memoria? Y las que no viviste, te informaste por una abundante literatura política. ¿Qué hizo la izquierda abstracta, toda la izquierda, desde anarquistas, socialistas, comunistas hasta trotskistas, en el 30? Todos contra Yrigoyen. Y vino Uriburu y después él mismo se encargó de torturar y fusilar, incluso a algunos de estos izquierdistas teóricos que habían sido funcionales a esa derecha fascista. ¿Era lo mismo Uriburu que Yrigoyen? Evidentemente, no. ¿Había que hacerse yrigoyenista, en ese principio de la decadencia del radicalismo? Tampoco. ¿Correspondía colocarse al margen de esa lucha porque eran luchas interburguesas? Menos aún. La única política correcta era la que enseñan los clásicos: al lado del yrigoyenismo, con independencia, junto a la clase media que hacía su experiencia de poder y evidenciaba sus limitaciones. Porque no fue por las limitaciones sino por los aciertos que torturaron y asesinaron radicales en 1931 y había que estar ahí, contra la dictadura y al mismo tiempo junto a “la resistencia radical” denunciando al alvearismo entreguista. Claro que después el radicalismo terminó en De la Rúa y todo lo que conocemos, pero eso no significa que hubiese que atacarlo en su mejor momento, cuando tenían a la mayoría popular apoyándolo. Vos lo sabés bien, porque eso se llama “dialéctica” que en lenguaje de barrio quiere decir: no hay que dejar de enamorar a una mina de 20 años pensando que dentro de 60 años estará arrugada y desdentada. O de otra manera: la degradación del menemismo no justifica a quienes estuvieron con Braden y contra Perón, en el 45.
No puedo creer que no me entiendas, porque entonces sería vano este escrito, inútil totalmente. Y no me digas tampoco… “en esa época, nosotros éramos muy chiquitos y nos hacíamos pipí en la cama”, porque te contestaré como Jauretche, lo peor es que siguen meando en la cama también ahora. Porque también en el 45 y en el 55 sucedió lo mismo, salvo la posición de “Frente Obrero” y sus seguidores de la Izquierda Nacional, que salvaron el honor del socialismo revolucionario junto a los trabajadores peronistas. De lo que ocurrió después que cayó Perón, ¿te acordás?, sin duda. ¿Qué vino? ¿El socialismo, acaso? Sí, quizás el de “Norteamérico” Ghioldi justificando los fusilamientos del ‘56 porque “la letra con sangre entra”. No eran lo mismo Perón y el almirante Rojas, lo sabe cualquier laburante sin haber leído jamás a don Carlos ni a Vladimiro Ilich. Lo sabe porque está en la realidad de la lucha de clases, aunque no sepa qué es la lucha de clases que la mayor parte de la izquierda predica en los fermentarios y talleres de formación con las ventanas cerradas a lo que ocurre en la calle.
¿Puede ser que no me entiendas? Y no te confundas, te lo digo otra vez. Yo no te digo que te hagas kirchnerista. Te digo solamente que no se es izquierda cuando se califica a todos los demás de ser lo mismo, burgueses, echando fuegos de artificio que ilusiona a los adolescentes. Se es izquierda en la acción política concreta y aquí, en América Latina, con años de dependencia y expoliación, cuando aparecen gobiernos con vocación popular - quizás vos digas burgueses disfrazados de populismo - yo no pido que abandones tu organización y te incorpores, a ellos, sino que te pongas al lado. No al lado de la derecha y en contra de ese gobierno. Te lo dijo Lenin, Altamira: “golpear juntos, marchar separados”.
“Junto” con las mayorías populares, aunque las direcciones políticas no sean todo lo que vos quisieras. Y “separados”, es decir, manteniendo la independencia ideológica, política y organizativa, pero jamás serle funcional a la derecha. No, mi viejo.
Porque entonces vas entrando en un juego en que puede caer sobre vos la responsabilidad de lo que ocurra a militantes que son víctimas de enfrentamientos como los que hemos visto, heridos o muertos para que en definitiva no se haga la revolución, sino para que la derecha llegue al poder y persiga a los pocos que te queden.
Hace pocos días lo dijo Rafael Correa, con respecto a su intento de darle una salida popular al Ecuador, protestando porque una “izquierda”, a la que llamó “boba”, se complace en atacarlo haciéndole el juego a la derecha. Lo mismo dice Hugo Chávez respecto a furibundos ex guerrilleros que se le oponen haciéndole el juego a los dueños de la televisión y los grandes grupos económicos de Venezuela. ¿No bastan acaso las fotos del lanzamiento de la candidatura de Duhalde, con el macrista Ritondo y la procesista Pando, obras maestras del terror? Son ellos los que acechan, los que quieren volver, los que quieren otros treinta mil desaparecidos, entre los cuales caerán también muchos de los tuyos. Y no podés hacerle el juego. No podés crear condiciones para que los diarios digan “el P.O. en Avellaneda y el duhaldismo y el macrismo en la Plaza Constitución, operaron contra el gobierno y provocaron incidentes”. No, mi viejo, no podés. Sería un error gravísimo y en política, ya lo sabés, un grave error es peor que un crimen.
Porque en estos países los movimientos nacionales y populares jugaron un papel importante, aunque hayan sido inorgánicos, tumultuosos, “oro y barro”, “abismos y cumbres”, como decía Jauretche, pero en el balance final expresaron avances populares, tanto Yrigoyen como Perón.
A veces, los periodistas dicen que en la Argentina no hay izquierda real ¡Y claro!, si grupos semejantes al tuyo confundieron a Biolcati con Mao Tsé Tung y a Llambías con Trotsky y se colocaron alrededor de “la mesa de enlace agropecuario” enfrentando al gobierno junto a las señoras “bien” del Barrio Norte y los grandes sojeros. En esa ocasión, vos estuviste mejor que ellos, pero no bien. No apoyaste a los ganaderos, pero dijiste que eran luchas interburguesas. Entonces, decime, ¿toda la historia argentina son luchas interburguesas que no deben importarle a los trabajadores? Yrigoyen derrocado por los conservadores, Perón enfrentando a Braden y luego derrocado y desterrado, Moreno envenenado y San Martín enfrentado a Rivadavia y Sarmiento festejando el degüello del Chacho Peñaloza. Una historia de luchas, sangre y muerte. Y si eso no es lucha de clases, ¿las clases dónde están? ¿Todos son lo mismo, burgueses y todos los enfrentamientos, bombardeos, fusilamientos, etc., son luchas interburguesas? Si pensamos eso, mejor será que nos dediquemos a la pintura abstracta o a aprender a tocar el violín que con eso no jodemos a nadie. Y esperemos que algún día, allá lejos, cuando aparezca otro cordobazo, pero con una vanguardia iluminada, ortodoxamente formada en nuestras academias de socialismo revolucionario, volvamos quizás a la política, pero podría ocurrir entonces que los trabajadores ya hayan forjado sus dirigentes, algunos socialdemócratas, otras burocratizados, otros “fierreros”, qué se yo, pero que no reconozcan a quienes durante toda la historia argentina no incidieron para nada y sacaron el 1% de los votos por sostener que millones de argentinos imbéciles se peleaban por diferencias “burguesas” y no por el socialismo .
Sabemos, desde la Izquierda Nacional, que no es fácil ese “golpear juntos” y marchar separados. Inclusive hago autocrítica cuando Ramos se presentó con candidatura propia el 11 de marzo del ‘73 porque sostenía que era lo mismo Cámpora que los radicales y los candidatos del gobierno militar. Fue un grave error. Y ni qué hablar del apoyo a Menem. Por eso muchos izquierdistas nacionales se colocan a distancia de la historia de Ramos. Pero esta corriente ha sostenido, en general, la única posición correcta de acompañar a todos los movimientos nacionales de América Latina, desde una perspectiva independiente y colocarse claramente frente al enemigo común que, como se sabe, es el imperialismo y los traidores nativos.
Desde esa perspectiva coincidimos en la valoración del peronismo con Cooke, Hernández Arregui, Puiggrós, Walsh y tantos otros, pero insistiendo que era más correcto jugar por afuera y no intentar forjar la izquierda desde adentro. Pero lo que no dudábamos, en la relación con ellos, fue que los trabajadores estaban haciendo su experiencia y debía acompañárselos y enfrentar al enemigo principal.
Ahora la polémica sigue con motivo de las posiciones del P.O. Y te lo repito: ni oposición implacable al movimiento nacional, como la tuya, ni seguidismo. Pero la tuya puede ser más peligrosa. Porque la derecha sabe hoy que pierde en primera vuelta y va a provocar conflictos durante todo el 2011. Y ustedes no pueden estar ahí. ¡Ni cerquita! ¿Entendés?
Haceme caso, Altamira, pensalo. A la noche. En el silencio de la medianoche, pensá en los pibes que podés arriesgar y hacerlos jugar de modo funcional a la derecha. No se trata de hacerle asco a poner el cuerpo, pero sólo cuando políticamente tiene sentido el peligro que se corre. Mártires porque sí, no benefician a nadie sino que enlutan y suman desgracias a las que ya hemos sufrido. Pensá en la derecha que acecha, pensá qué pasaría si se hunde este gobierno. Vos y yo ya estamos más cerca del arpa que de la guitarra y entonces, seguí el consejo de Julián Centeya: en “el finirla, está la salvada”. Ahí uno se puede redimir de viejos pecados. Todavía estás a tiempo y entonces, te lo digo de nuevo, no se trata de hacerte kirchnerista, sino de colocarte críticamente pero acompañando al pueblo en su experiencia. Nacional, popular. Y te lo digo en nombre de los Estados Unidos Socialistas de América Latina sobre los que profetizó Trotsky en 1940, por aquello que, como sabés, lo llevó a apoyar las nacionalizaciones petroleras de Lázaro Cárdenas y que en el fondo, era su teoría de la revolución permanente y aquello otro del frente único antiimperialista que junto con Lenin presentaron en 1922 a los congresos de la III Internacional. Frente único antiimperialista con obreros, muchos obreros y también con estudiantes de la pequeña burguesía y otros oprimidos, pero en estrecha vinculación con el nivel de conciencia política de la mayoría, en ese momento histórico ¿Verdad que te acordás?
Te lo digo yo, que soy, como decía Scalabrini y salvando las distancias, “uno cualquiera que sabe que es uno cualquiera”. No sea cosa que esta conversación la tengamos que continuar en el 2012, los dos en cana o en el exilio. Y preparate entonces, porque, en ese caso, te lo voy a reprochar todos los días, implacablemente, como esa gota de la canilla que persiste y molesta empecinadamente en la madrugada, te lo voy a repetir una y mil veces, haciéndote corresponsable de la desgracia argentina, si aquellos que vos sabés volvieran, aprovechando los errores de una izquierda que todavía no se enteró que El Che puteaba desde Guatemala contra “esos mierdas de aviadores” que bombardearon a su propio pueblo aquel trágico 16 de junio de 1955.
Sólo puedo agregarte que hay momentos en la vida de los hombres que lo mejor que pueden ofrecer a su pueblo es una profunda autocrítica y un replanteo de posiciones erróneas. Ahí se juega su profunda adhesión al mundo nuevo que predican y por el cual dicen que están luchando. Pensalo.

Un saludo.
Buenos Aires, 5 de enero de 2011


NUESTRA AMÉRICA

EL GOLPE QUE NO FUE


Por Mariano Salvatierra

Desgarró su camisa con el puño. El gesto fue rabioso y los apuró. La mirada que iba a ese pueblo que se apostaba en la calle, también tenía su lenguaje, el presidente devolvía el gesto: la vista recta, casi entrecerrada y furtiva; tal vez, teniendo justo en la memoria y siempre presente las figura encargada del golpe fallido, de Lucio Gutiérrez mirándolo por TV fumando un habano y preguntándose cuándo se acabaría esta pesadilla del camino de la revolución ciudadana. Balacera, militares y un rescate, sin otra opción, violento.
- ¡Aquí está el presidente, mátenlo si tienen valor! – desafiaba Correa desde la ventana quiteña hacia la calle fervorosa.
La noche del 29 de septiembre en Buenos Aires, un auto negro dobló desde Libertador por la calle Juncal; el destino: la cancillería. Un perímetro policial de varias cuadras resguardaba al edificio. Muchos jóvenes militantes hervían en Plaza San Martín; cantaban, gritaban, saltaban, muchos tal vez serían conscientes de ese momento (indefectiblemente) histórico del que eran parte. El sueño del Libertador, del guerrillero heroico… La reunión de la UNASUR había sido apresurada, pero necesaria, las últimas noticias daban al presidente Rafael Correa, cautivo en un hospital. Lo poco que se sabía y de lo que se hablaba, era de un intento de golpe de Estado. Sudamérica entraba en vilo, los presidentes desviaban sus rutas; destino porteño bien al sur. Finalmente el auto negro frenó entre canas, muchedumbre y periodistas. Saludaba, serio apabullado, Hugo Chávez.
 “Hubo una tentativa de golpe de estado. – señalaba Atilio Boron -  No fue, como dijeron varios medios en América Latina, una "crisis institucional", como si lo ocurrido hubiera sido un conflicto de jurisdicciones entre el Ejecutivo y el Legislativo sino una abierta insurrección de una rama del primero, la Policía Nacional, cuyos efectivos constituyen un pequeño ejército de 40.000 hombres, en contra del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Ecuador, que no es otro que su presidente legítimamente electo.” La  UNASUR estableció una cláusula democrática en previsión de eventuales golpes de estado en la región  luego de la crisis causada en Ecuador, y consta que toda nación en la que el gobierno democrático sea depuesto será excluida inmediatamente del organismo. Además, la norma exige a los países limítrofes el cierre de sus fronteras con la nación afectada.
La OEA consideró a la acción policial ecuatoriana como un golpe de Estado. Decio Machado escribía para la revista Acción que “El pasado 30 de septiembre, en varios puntos del país se amotinaron diversos acuartelamientos de la Policía Nacional. El momento tuvo dos localidades críticas, Quito y Guayaquil, las dos ciudades más importantes del país. Notificado el Presidente Correa de la situación, se personó en el cuartel del Regimiento Num. 1 de Quito con el fin de informar debidamente a los sublevados de cuál es el contenido de la Ley y eliminar cualquier tipo de suspicacias entorno a su articulado. Tras ser fuertemente vapuleado dentro del acuartelamiento, el Presidente Correa no pudo abandonar el recinto, y fue recluido en el Hospital Metropolitano, situado en el edificio contiguo al cuartel sublevado.”
“Desde que la noticia del secuestro del Presidente comenzó a expandirse por la ciudad, cientos de personas ya se habían movilizado atrincherándose en la zona del hospital y haciendo frente a las bombas de humo y gases lacrimógenos lanzados por los policías amotinados con las pocas piedras que encontraban por el camino.”
Las batallas se sucedieron en las calles. Piedrazos de desesperación ciudadana contra los gases, palos y balazos policíacos. El apoyo político a la derecha golpista era casi nula, si es que uno excluye a pequeños grupos de derecha que festejaban en la calle.  Y un sospechoso de instigar la maniobra, Pablo Guerrero, un abogado vinculado al ex presidente Lucio Gutiérrez,  que tuvo que abandonar el país en el 2005 con un gobierno colapsado por las manifestaciones quiteñas e indígenas de la sierra central.  Representante del neoliberalismo en Ecuador.
- Estados Unidos perdió la manera de controlar este continente – decía Chavez ante una lluvia de micrófonos en Buenos Aires, y agregaba -  entonces sigue alentando el gobierno de Estados Unidos la conspiración permanente contra la alianza bolivariana.
- Hay que resaltar – señalaba Santos – la unidad de los países sudamericanos defendiendo la democracia.
Era el 1º de octubre del 2010  y más allá de los movimientos internos de personal que caracterizan a estas reuniones, ya todo estaba listo para comenzar en el palacio del edifico San Martín, sede de la cancillería argentina. Reunión extraordinaria de la UNASUR. Presidenta Cristina Fernández de Kirchner:
- Esta reunión que ha sido convocada por nuestro presidente pro-témpore, con su ausencia obligada, ha sido convocada por todos los presidentes que conforman la UNASUR. (…) En estos momentos podemos celebrar el hecho de que nuestro compañero, el mandatario de Ecuador Rafael Correa,  ha sido liberado y se encuentra en buen estado…
Santos y Chávez fueron los últimos en llegar. Ya estaban junto a Cristina el Pepe, Evo, Piñera, Alan García. Las predecesoras reuniones daban balances positivos: la masacre de Pando en Bolivia y el intento de desestabilización al gobierno de Evo en el 2008 fue neutralizado, como también solucionada la crisis entre Colombia y Venezuela hacía tan sólo dos meses. En ambos casos la Unión fue efectiva y prometedora; esta vez no tenía razones para fallar.  
Y no falló.
No sólo quedó consolidada como fuerza continental, sino que dio por definitivo, su peso real en el teatro político de este hemisferio. Dio por hecho, con su acción relámpago, que ya no necesita de organismos imperialistas y que su autonomía es suficiente para resolver cualquier problema propio que desajuste el orden democrático en Sudamérica. Dejó atrás las dudas y las funciones vagas o difusas que podrían criticarle a este joven organismo multilateral. Pero por sobre todas las cosas, dio su paso fuerte para marcar el destino triunfante de una nueva América Latina: los nacientes paradigmas y la legítima defensa de un proceso jamás visto en la historia de este continente.
- ¡Aquí está el presidente, mátenlo si tienen valor!


GLOBO

¿Estalla el mundo?
Ecología y capitalismo


Por Eva Stilman
 evastilman@elpancholacoca.com.ar

  En principio, cabe aclarar que quien habla aquí no es para nada una experta en el tema. Es sólo alguien que anduvo buscando información googleando, preguntando y haciendo asociaciones. Por lo que pude encontrar, parece que tenemos un problema de los grandes. Es indiscutible que estamos haciendo mierda a nuestra Tierra y a los que andamos sobre ella. Y como era de esperarse, anda bastante encabronada. Pero hay numerosas trampas alrededor de lo que podría llamarse “la cuestión ecológica”. Primero, porque los países “desarrollados” son los que más contaminan y firman tratados que no suelen cumplir. Segundo, porque detrás de ciertos tratados el peso fuerte de la responsabilidad recae sobre los países “en vías de desarrollo” que no son los que más contaminan (en comparación a la cantidad de años y volumen de contaminación que llevan los países “desarrollados” en su historial) pero son a los que más se le exige. Tercero, porque hay redistribuciones imperialistas de las tierras encubiertas con sellos de supuesta preservación del medio ambiente (obligar a países “en vías de desarrollo” a dejar parte de sus territorios en manos de organismos internacionales o empresarios de países centrales que, con el fin de “preservar”, se convierten en dueños de “reservas ecológicas” que son propiedad de privada de esos sujetos). Cuarto, porque el capitalismo no desaprovecha oportunidades de lucro y ya se perfila el “negocio de la catástrofe” que apuesta al daño ecológico, en un futuro bastante cercano, para luego obtener ganancias vendiéndole parches. Finalmente, quizás la más relevante de todas, la cuestión de dónde se ubica el problema y la continua seguidilla de actos esquivos con respecto a tratar las causas estructurales del daño ecológico.
  Hace poco (abril de 2010) se realizó en Cochabamba, Bolivia, la “Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra” en donde a partir del debate en diferentes mesas de trabajo se llegó a una conclusión fundamental: la causa del cambio climático es el capitalismo. El porqué es bien sencillo: el sistema capitalista es depredador y destructor de la naturaleza, es incompatible con la producción sustentable porque promueve un modelo de consumo infinito frente a una tierra que posee recursos finitos y porque está regido por la persecución de mayores ganancias y no por las necesidades del conjunto de la humanidad. No es muy difícil de entender, pero los que no quieren entenderlo son precisamente los capitalistas y sus representantes. Así es como en la Conferencia de Cancún realizada en diciembre de 2010 no le dieron ni pelota a las conclusiones de la que se hizo en Cochabamba. Por lo que el “Manifiesto del Pueblo de Chuquisaca (Bolivia) en la Primera Cumbre del Medio Ambiente, Agua y la Madre Tierra” declaró, entre otras cuestiones, que la Conferencia de Cancún tolera emisiones de gases que aumentarán la temperatura en un promedio global de 4 a 5 grados centígrados. Esto impactará de la siguiente manera: aumentarán los riesgos de incendios; se perderán cultivos y biodiversidad; disminuirán cosechas y se provocarán hambrunas en Asia, África y América; disminuirá hasta en un 70% el agua de escorrentía en África, Sudamérica y el Mediterráneo; subirá el nivel del mar en algunas regiones más de un metro (lo que afectará a más de 600 millones de personas y de manera directa y grave a 150 millones que sufrirían inundaciones y desastres); desaparecerán los glaciares de Sudamérica incluyendo los nevados de Bolivia; se incrementará la frecuencia y gravedad de las sequías; la capa de hielo de la Antártida occidental podría derretirse generando un incremento del nivel del mar en 3,3 metros, existiendo un 60% de probabilidad de deterioro irreversible de la capa de hielo de Groenlandia lo que podría implicar un incremento de hasta 7 metros del nivel del mar en algunas regiones; se agravarán los llamados desastres naturales o eventos extremos por los que más de 1.000 millones de personas serían expulsadas por estos graves impactos y se convertirían en migrantes climáticos; más de 3.000 millones de personas, es decir, más del 40% de la población mundial vivirá en zonas con escasa disponibilidad de agua (1)
  Claramente no es un panorama esperanzador. El problema ecológico radica en cómo nos relacionamos con la naturaleza, con el resto de las personas y con nosotros mismos, es un problema propio del modo de producción vigente en casi todo el planeta: el capitalismo. En el capitalismo no se trata de producir para las necesidades de la humanidad, sino de crear continuamente nuevas necesidades a la humanidad. No se trata de planificar según las prioridades de las mayorías del mundo, sino de una competencia desenfrenada cuyo único fin es la obtención de ganancias. Esto no es nada nuevo, ya se han escrito infinidad de páginas al respecto. El tema es que este caos ordenado con crisis cíclicas empieza y termina, por su propia lógica, destruyendo.
  Hasta hoy, todo producto hecho en nuestro mundo está compuesto por naturaleza + trabajo humano. Sin embargo no nos damos cuenta de que todo, absolutamente todo proviene de recursos naturales (extraídos por personas) que son enormemente transformados por el trabajo humano (trabajo que también es alienado, pero no tenemos espacio aquí –ni los dotes necesarios- para desarrollar este punto) (2). Así es como el cesto de plástico contiene petróleo + trabajo humano. Las llaves contienen metal + trabajo del cerrajero. Y así con todo. Pero no somos concientes de ese origen natural y humano que hay detrás de cada objeto que nos rodea, porque el capitalismo nos aliena también de la naturaleza. Es imprescindible que nos consideremos absolutamente distintos y separados de ella para poder aceptar que sea propiedad privada.
  Supongamos lo siguiente: si yo dijera que soy propietaria de un pedazo de Plutón, cabrían (entre tantas otras) dos respuestas. La primera (la más lógica y espontánea) sería: ¿y a mí que me importa?, ¡problema de los plutonianos! Pero (síganme el juego un ratito) pensemos la segunda posibilidad de respuesta que sería algo así como: ¡¿Quién sos para creerte dueña de un pedazo de universo?! ¡Es indignante que alguien pueda adjudicarse la propiedad de un cachito de universo! He aquí la cuestión: ¿acaso la tierra no es un pedazo de universo? ¿Acaso no es indignante que aceptemos que un pedazo de universo sea propiedad privada de algunos sujetos? ¿Acaso no es insostenible que alguien pueda destruir un pedazo de universo sólo porque es su propiedad privada? Tenemos un problema terrícola cuando nos encontramos con que la Tierra se convirtió en propiedad privada de sujetos que persiguen la ganancia más alta posible. Hay que admitir también que las experiencias históricas concretas de colectivización de la propiedad no resultaron muy respetuosas de la naturaleza, por lo que un futuro modo de producción deberá contemplar no sólo la transformación de las relaciones de propiedad sino también su relación con la naturaleza. Por otra parte, muchas veces nos encontramos con campañas que nos interpelan a dejar de consumir ciertos productos especialmente nocivos para el llamado medio ambiente. Celebro desde luego las iniciativas para intervenir en nuestra realidad, pero el problema no reside solamente en el consumo sino que se anida en la misma producción.
  La cuestión ecológica es no es sólo para hippies. El problema ecológico nos compete a todos y, si el reloj del clima nos aprieta, deberíamos apurarnos a transformar al mundo antes de que terminemos en la catástrofe final al estilo de esas películas pesimistas de ciencia ficción. Cabría preguntarse entonces si somos capaces de pensar y crear un modo de producción diferente. Pienso rotundamente que sí, ya que ninguna sociedad se plantea problemas cuya solución directa o potencialmente no está capacitada para resolver. El meollo del asunto reside más bien en cómo y hasta dónde estamos dispuestos a comprometernos en transformarlo. Acá la cosa se pone más compleja, será cuestión de hacer el intento de resolverla juntos.


(1) Encontrás la declaración y mucho más material en http://cmpcc.org/
(2) Veáse Marx, Karl: Manuscritos económico-filosóficos de 1844


MEDIOS

Entre la Difusión y la Disfunción
¿Qué periodismo tenemos?


Por Natalia Castrogiovanni
nataliacastrogiovanni@elpancholacoca.com.ar

Para estar a tono
  Pareciera ser que el periodismo posee una función clara en los medios de comunicación. Un intento de definirlo puede ser la difusión de contenidos relevantes en un contexto geográfico e histórico dado. Resalto relevantes debido a que esta categoría ya resulta selectiva. Y por lo tanto política. La selección de contenidos persigue y es perseguida por posturas políticas, que en algunos medios parece quedar claro, aunque en otros no.
  Para ser clara yo misma, me refiero a que ciertos canales, como ser el canal del Estado nacional tiene una postura más que clara. Ningún televidente lo ve desconociendo dicha postura, y alerta sus sentidos a esto.
  Distintos son los canales que bajo el lema de “periodismo independiente” actúan con un manto de neutralidad mentiroso, siendo que dichos medios también responden a posturas políticas claras. Para no desviarnos, propongo sólo algo que parece obvio, pero que echa luz a los conflictos actuales en torno a los medios de comunicación: hoy el conflicto parece estar en que los intereses entre estos medios de comunicación, hoy enfrentados, encarnan distintos proyectos de país. Y aquí el enfrentamiento que antes no se percibía abiertamente. En anteriores gobiernos en la Argentina, TN no necesitó del lema “periodismo independiente”. Quizás porque no había interés de independizarse de nada. Los intereses coincidían. Este lema se hace necesario sólo cuando dicha bandera pasa a ser motivo de disputa.
  Siguiendo lo anterior, el periodismo difunde contenidos relevantes a través de diversos medios de comunicación. Esto liga directamente la difusión con los instrumentos de entrevistas, siendo que los contenidos son difundidos y no producidos (por ahora demos esa garantía. Sólo por ahora). Por lo tanto, la difusión depende del acceso a los actores que protagonizan los contenidos con el fin de reproducirlos con ciertos criterios éticos y profesionales. (También vamos a otorgar eso).
  En este marco llegamos a las entrevistas, que en un mundo ultra informatizado y globalizado suceden en el aquí y ahora de la televisación. Siguiendo con este recorrido, hoy el periodismo necesita de profesionales ágiles, críticos y formados en el arte de entrevistar, con el mismo fin que el anterior: difundir contenidos.
  Ahora bien, ¿qué pasa cuando cruzamos las variables que antes pusimos en juego? Mezclemos: difusión –posturas políticas invisibilizadas– dificultades para construir entrevistas llenas de contenido. Rápidamente (es decir, en estas pocas líneas sólo podemos esbozar algunas hipótesis que luego necesitamos complejizar en nuestras prácticas) podemos llamar a esto un conjunto de prácticas que derivan en la disfunción del periodismo. Esto es: la información que se difunde carece justamente de contenido, en una pareja explosiva que junta cierta incapacidad para preguntar y repreguntar y la imposibilidad de hacerlo justamente para mantener la invisibilización de posturas políticas.
  A esto se suman las capacidades de los monopolios comunicacionales de torcer contenidos y producir otros. Hasta acá llegaron las garantías que antes concedimos para nuestro recorrido. Al aparecer los monopolios debemos avanzar en el análisis y elucidar ciertas capacidades y posibilidades que los mismos tienen en el marco del mercado de la información. Monopolizar dicho sector significa también hegemonizarlo, ganando un consenso tal que le permite no tener que preocuparse por su competencia en tanto no existe: no necesita probar transparencia con datos, mayores contenidos, mejores entrevistas, o entrevistas si quiera. Puede producir la noticia con cualquier criterio pero con un solo fin: mantener su posición hegemónica.
  Cerramos acá el problema en esta situación: nuestro periodismo actual en los medios de comunicación monopólicos ve una contradicción interna entre su objetivo de difusión y la necesidad contextual de invisibilizar posturas políticas. Esto lo hace difundiendo información pretendidamente neutral a través de entrevistas que, por incapacidad e imposibilidad, carecen de contenido crítico para quien la recibe en todo momento y en todo lugar.

Mirando esta televisión. Algunos ejemplos esclarecedores 
  Para espiar la tele desde lo anterior expuesto recordemos algunas entrevistas. Vamos a utilizar al mismo actor entrevistado, pero vamos a cambiar el entrevistador. En el primer ejemplo analizaremos el desempeño de Luis Majul en el arte de entrevistar. En el segundo, a Matías Martin practicando su profesión. Frente al mismo entrevistado vamos a suponer que sus capacidades para responder o eludir preguntas son las mismas, dejando en las manos del entrevistador la posibilidad de obtener información llena de contenido crítico para los espectadores.
  Primer ejemplo. Majul tiene como invitado a Mauricio Macri y le dice “Supongan que lo procesan, lo condenan y lo mandan preso…”. Macri lo corta y ríe “No existe eso”. ¿Qué hace Majul ante esto? Si es que su pregunta contenía algún tipo de sentido, si es que iba a develar algún tipo de información, entonces debería seguir con su suposición. Sin embargo la abandona y ríe junto a su entrevistado. Me pregunto como espectadora. ¿Y entonces? ¿Para qué la pregunta, para qué la entrevista? Y ahí la necesidad de volver a traer a escena la invisibilización de posturas políticas. Será que Macri fue a ser entrevistado para poder declarar públicamente lo que quisiese. Sería algo así como tiempo de aire libre. ¿Quién necesita hoy cadena nacional si los monopolios comunicaciones la pueden proveer tan fácilmente como dicha cadena? Basta mirar Canal Trece y Todo Noticias para darnos cuenta que se pueden transmitir los mismos contenidos en el mismo momento sin necesidad de hacer uso de la cadena nacional, y sin siquiera tener que pagar los costos políticos de su uso. 
  Tesis: frente a esta entrevista se registra que la función del periodista está impedida, imposibilitando el instrumento de entrevista ante la franca inexistencia de preguntas y repreguntas ante las respuestas proveídas por el entrevistado.
Segundo ejemplo. Matías Martin el 07 de Marzo de 2010 entrevistó a Mauricio Macri. Para empezar, Macri afirma: “Me reclaman… Pero me reclaman porque ven que estoy haciendo”. Ante eso, el entrevistador agrega, “No, si te reclaman es porque hay cosas por hacer”. Otro ejemplo: Matías Martin pregunta: “¿Estás a favor de la ley de matrimonio homosexual?”. Macri comienza a decir sencillamente cualquier cosa. Habla de la igualdad, de la legalidad. Terminada su respuesta, Martin repregunta (sí, sí, repregunta!): “No me queda claro. ¿Estás de acuerdo, o no?”. Macri debe reconocer que en este tema, está en problemas.
  Para finalizar la entrevista, Macri declara: “me dijeron que iba a ser un reportaje más de la vida y no tan político”. Su descontento presumo que vendrá de la mano de la sorpresa. Será que el Jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se encontró, sorpresivamente, con una entrevista.




Entrevista a Pablo Llonto (Parte II)
“Hay que construir nuevos medios”


Una sola era poco. Acá, en la segunda parte de la entrevista que nos brindo Pablo Llonto nos cuenta como surgió Metaprensa y su pareced de la Ley de Medios, pero analizando de cómo  tiene que impulsarse  un periodismo diferente, cual logre romper las cadenas de la comunicación como especulación y mercancía.
En el 2000 (pleno país en llamas) se logro vaciar el matutino La Razón para allanar su venta por pocas monedas a Clarín. La mayoría de los trabajadores del diario rematado fueron despedidos, en tiempo simultaneo a los despidos de la comisión interna de Clarín: “Los despidos masivos de Clarín y La Razón –cuenta Llonto- generaron que algunos impulsáramos junto (con muchos de los trabajadores despedidos) la formación de un grupo que se llamaba Metaprensa, que era un grupo que se empezó a plantear la construcción de otro periodismo. Cansados de dar pelea adentro de los medios, tratamos de impulsar la formación de otros medios, con un periodismo mucho más cercano a los sectores populares. Un periodismo ideológico y comprometido. Salir de esa cosa del `periodismo independiente, objetivo, neutro´; que es una mentira, pero que nosotros formamos parte y alimentamos ese monstruo; porque lo repetíamos o nos callábamos”.
Pero, ¿Cómo hacer otro periodismo? ¿Qué seria “otro”? Hoy este debate esta bastante popularizado, gracias a lo que abrió la Ley de Medios; y también, no ahí que quitarle meritos a la mediocridad, día a día más galopante de los oligopolios masivos de comunicación, que permite ver con mayor claridad los oscuros intereses detrás de sus noticias. Reflexiona Pablo Llonto: “Yo planteo que no hay que entrar a los medios grandes, a los monopolios. Hay que salir de ellos y dedicarnos (sobre todo los estudiantes de comunicación, de periodismo, los jóvenes que quieren hacer comunicación) a volcarse a la construcción de nuevos medios para dar desde ahí una batalla que dentro de los medios no se puede hacer. No se va a transformar Clarín desde adentro, La nación, Telefe, canal Trece, etc. Hay que hacer medios distintos”.
Sin embargo,    Llonto recalca el objeto de no cometer el error de hacer copias de lo ya hecho, de aprovechar el desafío que esta nueva Ley de Medios ofrece para generar producciones diferentes, cuales sinteticen la creatividad y otro nuevo periodismo: “Hay que correrse de esos espacios-nos dice Llonto-. Nosotros no podemos hacer televisión para hacer el programa de Tinelli, para hacer los almuerzos de Mirtha Legrand. Hacer productos superiores. Además no hace falta mucha plata, sino ingenio para ver cómo se lo hace cómo se lo muestra. Tener talento y atrevimiento para hacer las cosas de otra manera. En ese campo está el secreto para ver si vamos a poder llevar adelante este desafío. Si logramos hacer noticieros que sean más creíbles, más ingeniosos, más atractivos; iremos bien. Ahora, si queremos hacer lo mismo que TN y crónica Tv, te van a ganar, en ese terreno te van a ganar ellos. Tenemos que corrernos de ahí, irnos de ahí, porque tenemos sobrado talento en la Argentina como para construir esos espacios, pero es también cuestión de juntarse”.  
Pero, ¿por donde se empieza?
Pablo Llonto.- La nueva ley abre puertas a cooperativas, sindicatos, organizaciones barriales, centros de estudiantes, grupos políticos que se puedan presentar como cooperativas, como fundaciones, etc.  Si no ocupamos esos espacios, ganó Clarín. Dentro de 10 años vamos a hablar: si sigue todo igual y nadie fue capaz de hacer un canal distinto, un noticiero distinto, un programa distinto; ellos te ganan. Termínenos en que ellos tienen mucha más guita, más gente y más tecnología. Entonces en las charlas algunos me dicen: ¿pero cómo hacemos? Bueno, hay que ir a tocar las puertas que hay que tocar: hay que pedirle mucha ayuda a los Estado provinciales, municipales,  y Nacional. Pedir subsidios, préstamos y ayuda técnica para que se puedan hacer medios nuevos. Si ese desafío no se cumple, si no somos capaces de llevarlo adelante: será una batalla perdida. Va a haber Marcelo Bonelli, Chiche Gelblumg y dentro de 10 años vamos a estar hablando de lo mismo. Ahí que juntar y tirar proyectos, hay que ver que tipo de canales no hay en la Argentina y hacerlos, ir a ver a Bauer, y decir: `se viene la televisión digital, queremos hacer poner un canal deportivo´.  Pero lo queremos hacer distinto, no queremos hacer lo mismo que TyC, Fox Sports, etc.
La juventud vuelve a colocarse como un actor transcendental. Hoy esa generación (tan solo una década atrás condenada a estudiar Marketing u otra boludes parecida) vuelve a tomar senderos de proyección a través de esperanza a un cambio; pese a que ese “cambio” todavía no este tan claro. Como dice Pablo Llonto “hay que construir nuevos medios”, sin embargo con creatividad y trabajo, particularmente como motor a esta generación  cual vuelve a protagonizar la época: “Hay decenas de lugares donde se estudia periodismo, hay miles de jóvenes estudiando y tratando de pensar algo distinto, y además hay una militancia juvenil incorporada o tratándose de incorporar en estos últimos años que tiene que tomar, entre otros, el tema de la comunicación. Ponerse a construir estos nuevos espacios y eso hay que hacerlo con mucha creatividad e imaginación, no podemos hacer lo mismo que ellos”.


SOCIAL

Lo que el gordo se llevó


Por María Eugenia Martínez 
 meugeniamatinez@elpancholacoca.com.ar

Y sí. Pasó Navidad, pasó Papá Noel, pasaron los turrones, el vitel thoné, la rusa y la sidra. ¿Y el Indoamericano? “Ah… sí, los villeros que coparon el parque porque querían que le regalaran la tierra…”
Probablemente ésta sea la idea que quede en el imaginario colectivo, luego de que la indiferencia mediática y la vorágine de las fiestas se encargaran de borrar lo sucedido en el Parque Indoamericano a principios del mes pasado. Pero, por cabezadurismo o por preguntona, a quien escribe todavía le revolotean ciertas ideas en la cabeza que hoy comparte con la intención de arrojar luz sobre cuestiones que poco se discutieron en la mesa navideña.
¿Qué nos dejó el episodio del Indoamericano? Sin dudas y a grandes rasgos nos dejó los muertos, la intolerancia de los vecinos de Macri (claro, porque los villeros no son vecinos), la xenofobia a flor de piel, la guerra de pobres contra pobres, la violencia y la tristeza, la insistencia de los chupasangre mediatizados que informan sólo cuando hay conflicto y desinforman respecto de la verdadera causa del mismo (y ni hablemos de que nunca hicieron mención acerca de los otros terrenos públicos usurpados ilegalmente por grandes firmas). Asimismo, mostró la renuencia del Jefe de Gobierno porteño a buscar soluciones al problema que prometió resolver cuando nos decía que iba a “estar bueno Buenos Aires”, su caradurez y su capacidad de subestimar sin maquillajes la inteligencia de los manifestantes, los vecinos y  la opinión pública en general.
No es mi intención extenderme en estos puntos. Seguramente, si estás leyendo esto es porque algo de todo lo que estoy nombrando ya habrá pasado por tu cabeza. Lo que quiero es llamar la atención sobre una discusión de la que poco se habla, salvo cuando acontecen episodios como los de Indoamericano: el Derecho a la vivienda digna. Pero comencemos por lo más básico: ¿qué significa el Derecho a la vivienda digna? Significa el derecho a un lugar de refugio, un lugar donde protegerse de las inclemencias del clima y conservar la intimidad. La vivienda es, en este sentido, una necesidad: como comer, dormir, o vestirse.
Supongamos que el sólo hecho de definir la vivienda como un Derecho universal no sea suficiente para convencer a la sociedad del justo reclamo de los manifestantes del Indoamericano. Entonces, se me viene a la cabeza la imagen de un vecino de los barrios aledaños a la zona del conflicto, el cual calificaba la situación como  un intento de que “les regalen las tierras”. Si mal no recuerdo, creo haber leído que hubo múltiples promesas del Gobierno de la Ciudad de iniciar planes de vivienda ante la indudable disposición de los manifestantes de pagar por ellas, pero claro, para eso había que iniciar un plan de obras públicas (cosa que Mauricio desconoce) y habría que ejecutar un presupuesto, en una zona de la ciudad que muy rentable que digamos no es. Y si, cualquier empresario con una mínima visión de negocios sabe que eso no da ganancia.
Pero en fin, volvamos a lo importante: ¿significa lo mismo la palabra “Derecho” y la palabra “regalo”?. Yo creo que no, el vecino indignado dice que sí, habrá que preguntarle al diccionario. No es mi intención descalificar el enojo del vecino, sino simplemente llamar la atención sobre la importancia de las palabras que usamos, los significados que encierran y las connotaciones que acarrean.
Volvamos. Derecho a la vivienda digna. ¿Digna? Para hablar de viviendas dignas, además de tratarse de casas de material (ladrillos, cemento, etc.), deben contar con las mínimas condiciones sanitarias para la preservación de la salud (agua potable, cloacas) y las condiciones físicas para evitar el hacinamiento (el cual es considerado crítico cuando más de tres personas comparten una misma habitación). Sería una gran idea invitar al Jefe de Gobierno y su cool team, y a los vecinos indignados a recorrer una villa para chequear cuántas de estas condiciones encuentran.
Se me perdonará la insistencia, pero repito: Derecho a la vivienda digna. No lo digo yo, no lo dice la Presidenta, no lo dice ningún “zurdito” envalentonado después de escuchar a Silvio Rodríguez. Lo dice la Constitución, lo dicen los Organismos Internacionales de Derechos Humanos, lo dicen las leyes que elegimos para convivir como iguales. En la Ciudad de Buenos Aires, hay más de medio millón de personas que viven en villas, piezas precarias alquiladas a precios estrambóticos o directamente viven en la calle. Pregunto, ¿no deberíamos estar todos reclamando por un Derecho que es de todos, pero del que no todos gozan? Meditémoslo mientras hacemos castillitos de arena en la playa.




Entrevista a Miguel Demársico (Parte I)

REALIZANDO COSAS IMPENSADAS


Por María Eugenia Asato
eugeniaasato@elpancholacoca.com.ar

Hace unos meses estaba viajando en bondi, cuando subió una chica de unos 25 años que tenía una dificultad motriz con una nena de unos 5 años. La chica tardaba en poner las monedas en la máquina, la cual no está preparada para personas con discapacidad sino que hay que poner rápidamente las monedas, para que el de atrás no te putee. Entonces, el colectivero la apuró y la trató mal, por lo que se debía repetir la operación (poner las monedas en la máquina). Le decía: “apuráte nena, ya pasó el tiempo”. Me acerqué a ayudarla, y me agradeció. Así como el colectivero (en este caso), muchos tratan mal o ignoran a las personas con discapacidad. ¡Es hora de reconocerlos como iguales! A partir de reconocernos a nosotros mismos imperfectos, con alguna dificultad podemos considerarnos iguales a las personas denominadas socialmente como discapacitadas.
En una charla distendida, hablé con Miguel Demársico, quien lucha y promueve desde la comunicación social, los derechos de las personas con discapacidad. Los sumamos a nuestra charla, con un vaso de algo refrescante de por medio.

La denominación: ¿Discapacidad o capacidad diferente?
Miguel Demársico -La denominación mundialmente más aceptada es la de “persona con discapacidad”, empezando si queres que primero es “persona”. Uno primero es una persona, después podés ser rubio, alto, bajo, boliviano, paraguayo, argentino, gay o lo que quieras. Pero, todo lo demás es un adjetivo que vos tenés. Si vos le decís a una persona “el inválido” automáticamente lo estás, valga la redundancia, invalidándolo para cualquier cosa. Simplemente no es nada más que una persona que tiene una discapacidad. Lo que se toma mundialmente es “persona con discapacidad”. Si vos a una persona ciega le decís que tiene una “capacidad diferente”, seguramente te conteste: “difícil que pase eso, porque yo no puedo volar”. No hay ninguna “capacidad diferente”, tiene una discapacidad y un montón de otras cosas que son cualidades: buenas, malas, regulares, como cualquier otra persona. Los que estamos en los medios de comunicación debemos utilizar para que le suene al oído a la gente: “persona con discapacidad”, todo lo demás es adjetivación.

El 3 de diciembre es el Día Nacional de las Personas con Discapacidad. ¿Qué significa para vos?
M. D.-Yo soy un tipo muy particular para el tema de las fechas. Para mí, el día de la discapacidad dura 365 días del año. Me parece bien que se instaure un 3 de diciembre (fecha referencial de las personas con discapacidad) y todo el mundo se mande mails felicitándose, me parece fenómeno! Ahora, ¿qué hacemos los otros 364 días del año? Por eso, me parece esas fechas son muy careta. Laburá todo el año y mandále mails a la gente con discapacidad, a las organizaciones todo el año, y está en contacto todo el año. No mandes un mail un 3 de diciembre y hasta el otro 3 de diciembre no tengo noticias tuyas. En los programas de radio y todo ese tipo de cosas, hago una mención pero muy por encima.

Contanos un poco de la adhesión a la convención de derechos de la ONU sobre discapacidad
M. D.- A partir de la última convención de derechos de la ONU hubo un cambio de paradigma fundamental en la visión del colectivo sobre las personas con discapacidad; porque antes se legislaba desde un lugar medio existencial, había que medicar, asistir a las personas pobrecitas con discapacidad y a partir de la última convención de derechos de la ONU pasa a ser un tema de derechos humanos la discapacidad, lo cual es un cambio fundamental porque todas las leyes que tienen que ver con derechos humanos. A partir de ese momento se aplican a las personas con discapacidad, lo que cambia la visión legal, la visión social, la visión de todo tipo y proyecta a una posibilidad de generación de beneficios de todo tipo inéditas, que no existían antes. Argentina adhirió a esa convención de derechos humanos.

¿Cómo se logró el derecho de las personas con discapacidad para viajar gratuitamente en los medios de transporte?
M. D.- Fue una de las primeras decisiones de Néstor Kirchner. Generar un decreto como el decreto 38/04 que tocaba los intereses de los empresarios del transporte que no son ningunos nenes de pecho, sino pesados que pueden parar al país. Había que tomar una decisión respecto de eso, porque es innegable que las personas con discapacidad tienen muchas más dificultades, es decir: una persona con dificultad motriz la hacés caminar  siete cuadras y la matas, y una persona convencional no tiene tanto problema; ahí existe una diferencia. Todavía hay un porcentaje importante de personas con discapacidad sin laburo, si encima los hacés pagar el boleto del colectivo! Entonces, ¿qué se decidió? Se decidió ese decreto, que ya lo pintaba de cuerpo entero porque ya se estaba enfrentando con las corporaciones del transporte. A partir de ese momento, las personas con discapacidad empezamos a viajar a corta, media y larga distancia gratuitamente. Lo que logra Kirchner con estas primeras medidas, es diferenciar el poder político del económico. Lo que se trató siempre es una política más inclusiva y mas justa posible, tendiendo a resguardar y a beneficiara de grupos vulnerables que habían estado postergados por más tiempo.

¿Cómo ves que se esta avanzando en la inclusión del las personas con discapacidad en el mundo laboral?
M. D.- El cupo laboral no se está cumpliendo, el 5% en Ciudad y el 4% a nivel nacional. La ley dice que cada organismo del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tendría que tener por lo menos un 5% de empleados con algún tipo de discapacidad. Lamentablemente está muy lejos de cumplirse y las esperanzas de algún día se cumplan hoy por hoy son ninguna, ni siquiera se están preocupando cuántos hay, no les importa. A nivel nacional tendría que haber en cada organismo nacional un 4 % de personas con discapacidad trabajando. Esa es una de las cosas que faltan. Que este censo diga cuántas personas con discapacidad hay, habría que ver cuántas personas con discapacidad están trabajando y cuál es el cupo que está faltando cubrir. Eso no es fácil porque no podés poner a cualquier persona en cualquier lugar porque en realidad lo estás perjudicando. Si ponés a una persona ciega o sorda haciendo algo que su propia discapacidad le impide desarrollar con normalidad, lo volves loco. Yo entiendo que es más complicado pero es la ley y hay que cumplirla y yo creo que paulatinamente, por lo menos a nivel nacional, se va a ir cumpliendo. En el gobierno de la Ciudad no te firmaría ningún papel ahora porque no creo que se cumpla.

¿Cómo se esta avanzando en materia de política pública que las personas con discapacidad?
M. D.- En realidad hay una política pública que empezó con Néstor y continúa con Cristina que en el caso de la Asignación Universal por hijo es de $220 para hijos sin ninguna dificultad y $880 para los hijos con discapacidad. Generalmente, tener una persona con discapacidad en la familia que generalmente no trabaja, que se tiene que movilizar, le genera al grupo familiar un gasto mucho mayor pero están las contribuciones no contributivas. La ley que para una persona con discapacidad mental, si los padres tienen que trabajar, en el tiempo que no está en el colegio, la obra social tenga que hacerse cargo sí o sí (por ley) de mandarle un cuidador especializado cuidándolo no sólo desde lo físico sino desde la estimulación, la integración. Tiene que ser una persona capacitada como cuidador, eso se logró en el año 2008. Ahí es donde te das cuenta que hay una política pública en hechos concretos cuando inclusive están en contra de intereses económicos. No importa, es justo, hay que hacerlo, se hace! Si choca con algún interés económico, lo lamento. No los tocaron nunca a los intereses económicos, siempre fue darle al que más tenía y sacarle al que menos tenía. Ahora en una política redistributiva, se tocan intereses y “ajo y agua”, como dicen, hay que jorobarse. 

¿Qué se logró y que falta?
M. D.- Se lograron muchas cosas, desde el decreto 38 hasta la ley de salud mental, pasando por el artículo 66 de medios, cosas inéditas en la Argentina, impensadas.  Pero que falta, falta un camino enorme. Y, ¿sabés cúal es la ventaja que uno tiene y por qué uno está motivado? Porque el camino es claro, hacia dónde se quiere ir. Y hacia dónde se quiere ir es hacia la inclusión en todos los aspectos. Es meter en la sociedad a los postergados de siempre. Hoy por hoy ¿qué falta? Faltan un montón de cosas, faltan rampas en muchos lados, con los medicamentos todavía hay pelea, todavía hay empresarios del transporte (o colectiveros) que le hacen problema a la gente con discapacidad, parte de la sociedad que ven a una persona con discapacidad y no se acercan mucho, a ver si se contagia. Hay un proceso de cambio importante y hay mucho por hacer que tiene que ver con el Estado, que tiene que ver con la sociedad. Pero la esperanza es que el camino está trazado. Sabemos a dónde vamos, sabemos que en la medida que haya reclamos suficientes, sabemos que esos reclamos serán atendidos, que van a tardar más. Los tiempos del Estado no son los tiempos comunes que uno conoce y a veces uno tiene que luchar contra intereses muy poderosos para cortar con ciertas situaciones perjudiciales que fueron perjudiciales durante años pero el camino es claro, hacia dónde se quiere llegar es claro y ahora depende de nosotros. ¿Por qué depende de nosotros? Somos nosotros, los que tenemos una discapacidad los que hoy tenemos que ocupar esos espacios, hacer esos reclamos y mostrar que todavía hay cosas por resolver y mostrar claramente cuáles son esas cosas, que el Estado pueda captar eso y empezar a resolver lo que está faltando. Los Murciélagos, los chicos de fútbol para ciegos le habían pedido en Boca a Macri para ver si podían practicar para que le den un espacio, y la respuesta de Macri fue: “no ¿para qué? Si igual no hay tantos discapacitados”. Ese tipo de cosas es la que te dicen “yo voy a poder tener esperanza de que Macri ¿va a intentar resolver o va a resolver algo en discapacidad, lo que no hay resuelto en la Ciudad?” No, seguro que no porque si el tipo no tiene ni idea de cuántas personas con discapacidad hay en la Ciudad. Todo el mundo sabe que el 10 % de la población mundial, de la población nacional y la población de la Ciudad, tiene algún tipo de discapacidad. Partiendo de esa base, te produce dos cosas: primero la sensación de que es un ignorante y segundo que es un hipócrita porque cuando empezó la campaña, él bailaba con Michetti en la sillita de ruedas. Estaba tratando de dar un mensaje que de hecho logró darlo en la comunidad con discapacidad generando cierta esperanza. No era que la gente pensaba que se convirtió en un tipo solidario porque baila con Michetti en la silla de ruedas y muchos pensaron que en una de esas, a esa comunidad con discapacidad tan numerosa, tan vulnerable y teniendo una vice-jefa en silla de ruedas, el tipo le iba a pasar un poco más de bolilla. Y ahí se generaron dos problemas, no sólo Macri sino Michetti que tampoco le interesa la discapacidad, ni la propia. 


CULTURA

"YO NO SOY MEDIÁTICO, SOY POPULAR"

Por Leonardo Durbano

El periodista de la cadena panfletaria del oligopolio más famoso exclama: “Es el mejor dentro y fuera de la cancha”. Además, cuentan los pormenores de la gran velada que este erudito pasó la noche anterior: en un desfile de moda, con el imitador Martín Bossi, con el pomposo cierre de los Nocheros y con toda la mar en coche de empresarios, estrellas, deportistas, toda la trupe entera. Era la presentación de la fundación Messi, el niño mimado de los medios.
-El pibe no tiene la culpa, estaban buscando una figura que no moleste, que no cuestione, que no sea negro, ni villero, menos drogadicto- En cada palabra del periodista estaba encubierta la comparación con Diego.
De un lado, un pibe que no se opone. Del otro, el que criticó al Papa, a la AFA, FIFA, Legrand, Piñera, Pelé, Macri, Duhalde, Grondona, Bilardo…. El que puteó a los italianos cuando silbaron el himno, metió un gol con la mano a los ingleses. El que se equivocó una y mil veces, y pagó mil veces más por sus actos personales. Al que levantaron cuando nos hizo ganadores e incineraron cuando las cosas no le salieron; todos sabemos. La derrota tiene nombre y apellido, la victoria es nuestra, de todos. Crecimos viéndolo jugar, o mejor dicho, viéndolo crear. Era un mago, un artista, un inventor de jugadas, pero siempre se le exigió más.
– Por qué no va a estudiar y aprende a hablar- me dijo una señora en un almacén hace unos cuantos años y como buen Maradoniano no se la dejé pasar…
– Señora, ¿que más quiere de Diego?; ¿que escriba una teoría de la relatividad, que descubra la vacuna del Sida?
Algunos nunca le perdonaron su historia personal, pero lo que en el fondo más le duele del Pelusa, es que simboliza muchas de nuestras miserias colectivas: el odio al villero, al negro cabeza, al que no expresa lo establecido. Y encima el desfachatado se anima arriba de un tren con Evo y Chavez en contra del ALCA, intentó formar el sindicato de jugadores de fútbol, es amigo de Fidel, se peleó una y mil veces con el poder, se contradice como cualquiera. La coherencia exijámosela a los políticos, no a los genios.
Mientras tanto, el periodista sigue “es un señor este Lionel, no se le conoce escándalo alguno” y al mismo tiempo este comunicador fogonea que este país es un infierno, no hay luz, nafta, agua, seguridad; y saca al aire a un par de buenos vecinos, que a coro (no Kennedy si no más George Bush) se despacharon contra todo el cuerpo político oficialista.
Ellos seguro están habilitados a decir cualquier cosa porque manifiestan la mirada del amo, están exentos de culpa si cortan la calle porque no les prende el split, son vecinos, tienen derecho a quejarse, no son paraguas, ni bolitas o desocupados. Ellos tienen licencia para hablar. Diego compartió junto a la presidenta la presentación del Fútbol Para Todos y también de un UPA (Unidad de Pronta Atención), a metros del potrero de Fiorito que lo vio crecer; y esto también se lo van a facturar.
“Cuando llevados por la fantasía se eligen directores técnicos o presidentes o sistemas de características populistas, autoritarios y antidemocráticos, con pocos pies sobre la tierra, el resultado inevitable es el fracaso. Un director técnico que no tiene ni ha tenido capacidad para manejar su vida, que además no es director técnico (por preparación) y por lo tanto al titularse así toma las características de un impostor, tuvo como resultado el descalabro de la selección argentina. Puede ocurrir nuevamente algo similar con la Argentina misma si los directores técnicos, léase la pareja que lleva siete años en el poder, siguen el camino compulsivamente repetitivo de la tergiversación permanente de la realidad. El endiosamiento de seres Ídolos-Dioses a los que no se debe criticar, como a Perón, Evita, Maradona, Cristina Fernández o Néstor Kirchner, intocables seres sin errores, lleva al fracaso reiterativo y doloroso que arrastra a millones de argentinos al sufrimiento”, dice una nota del diario El País, hace un par de meses atrás. Este diario de derecha española, publica la nota fiscalizando a Diego y al gobierno, omitiendo al olvido de cuando el otro gobierno populista envió barcos cargados con cereales, trigo y demás para el pueblo hambreado hispánico, lo mismo que de la cantidad de jugadores argentinos que enseñaron y profesionalizaron su fútbol. Del saqueo de nuestra América. Igual recordemos, no es la opinión del pueblo español, sino de un grupo hegemónico de derecha (ej. Clarín acá). Por ende hacen causa común con sus pares argentinos.
Para estas corporaciones mediáticas lo que esté en contra de sus intereses, es establecido como peligroso: los gobiernos populares son autoritarios, los que estén alineados con sus enemigos son negros incultos, el Estado es el enemigo a destruir cuando no los deja realizar sus negociados, un Estado ausente es beneficioso, un Estado amigo es mejor.
Diariamente se repiten en los medios discursos impopulares disfrazados con otros colores, y también a veces utilizan una contrafigura blanca y ordenada para exhibirla como lo anhelado por el colectivo público. Unas de sus estrategias es utilizar frases endulzadas con palabras como: diálogo, consenso, paz, orden; cuando en realidad carecen de legitimidad por venir de sectores hegemónicos que durante años no dudaron en esgrimir mano dura y billetera, para mantener el poder concentrado en pocas manos.
Esto es absorbido y reformado por más que nos duela en miles de señoras y señores del almacén que ejercen en contra de su clase y sin saberlo, reproducen y favorecen intereses ajenos. Pongamos el ejemplo cuando Maradona indignado con algunos periodistas, luego de obtener el pasaporte al mundial dijo: "A los que no creyeron que la chupen, con perdón de las damas, que la chupen, que la sigan chupando. Yo soy de blanco o de negro, gris no voy a hacer en mi vida. Ustedes me trataron como me trataron: sigan mamando…" Una turba inquisidora salió a pegarle como si hubiera ofendido al mundo, sin tener en cuenta el ámbito, la circunstancia y que lo fundamental es Diego, el fútbol, y no es Mariano Grondona instruido, intelectual orgánico de derecha señalando un final trágico del gobierno. O cualquier periodista de la cadena “independiente de noticias”; inventando noticias, conspirando, Macri y su Ku Klux Klan de burócratas fomentando el odio y la xenofobia culpando a los inmigrantes de su inoperancia. Diego salió del barro y no es obediente, por eso halagan a los jugadores virtuales de propaganda y nosotros amamos a los de carne y hueso que sufren, lloran, se equivocan, putean por que son del pueblo.
Para terminar, algunas del Diego en busca de conocerlo directamente a él, sin chupa sangres de por medio, ni oportunistas futboleros:
· “Me peleé con el Papa. Fui al Vaticano, y vi los techos de oro. Y después escuché al Papa decir que la Iglesia se preocupaba por los chicos pobres. Pero ¡vendé el techo, fiera, hace algo! Las tenés todas en contra. Encima fuiste arquero. ¿Por qué está el Banco Ambrosiano? ¿Para vender drogas y contrabandear armas como se dice en el libro ‘Por Voluntad de Dios’”?
· “Si lo veo a Duhalde en el desierto le tiro una anchoa”
· “En la clínica hay uno que se cree Robinson Crusoe y a mí no me creen que soy Maradona”
· "Con la muerte de Kirchner, Argentina perdió un gladiador. Tenía cosas del Che".
· “Yo quería ir a Estados Unidos, pero el cabeza de termo de Clinton no me deja entrar”
· "Bush es un asesino, prefiero ser amigo de Fidel".
· "Qué jugador hubiese sido si no me drogaba"
· “Yo no soy mediático, soy popular”


AYER NOMÁS

La clase obrera se  despierta en Mataderos


Por Rolo Peña Poire

El tan temido verano porteño se hacia fuerte en toda la ciudad. La venta de hielo alcanzaba cifras récords y sólo la fresca que llegaba durante la nochecita, cual era pacientemente esperada en las veredas cubiertas de olores, aplacaba; permitía el merecido descanso que los sectores populares necesitaban para estar fuertes al otro día y fichar en las fábricas bien tempranito. Sin embargo en Mataderos la temperatura se ponía más fuerte que en cualquier otro barrio, pues se sabía, que el gobierno de Frondizi se proponía privatizar el gigantesco frigorífico municipal “Lisandro de la Torre”.
La efervescencia se sentía en Alberdi y Tellier, como en Los Corrales, como en la barriada de los Perales. En fin, no había casi esquina de Mataderos y aledaños, donde la discusión no era: “Para esto votamos a Frondizi”, se decía Pancho. Mientras Pocholo le respondía con suficiencia: “Yo se los dije… ¡Había que votar en blanco!”
Cuando los militares de Rojas y Aramburu dieron el golpe a Perón en 1955, intervinieron la CGT. Los sindicatos y los delegados normalizadores del sindicato del frigorífico pertenecían al Partido Socialista. Pensaban extirpar al peronismo de las conciencias populares con prohibiciones y persecuciones a sus símbolos y dirigentes. Sin embargo, el 7 de diciembre de 1958, cuando se produjeron elecciones libres en el sindicato, arrasó la lista con mayoría peronista que proponía entre otros a Sebastián Borro y recuperaron ese bastión de la resistencia.

Año nuevo y rebelión
Durante enero de 1959 se libró en el barrio de Mataderos una de las batallas más duras que los obreros dieron contra la privatización y entrega del frigorífico a manos extranjeras. No por casualidad su consigna ya histórica, ¡Patria sí, colonia no! levantó vuelo hasta hacerse masiva durante esta extraordinaria lucha. Y fue extraordinaria porque la libraron los obreros, sus mujeres, sus hijos y familiares. El barrio entero contra un gobierno que había, nuevamente, traicionado el mandato popular y se subordinaba mansamente al capital extranjero. Frondizi preparaba un viaje a EE.UU y debía llevar buenas noticias a los imperialistas del norte. Y entre ellas, darle a los ganaderos el frigorífico Nacional. Cuanta falta de memoria, cuando en la actualidad algunos dirigentes políticos intentan rescatar la figura de Frondizi a nivel de estadista. Que pobreza intelectual, o que mente colonizada que tienen varios. ¿No es cierto?
Los nuevos delegados, más los activistas que se sumaron, prepararon la resistencia a la privatización. El 12 de enero, miles marcharon al congreso al enterarse que la venta del frigorífico estaba por ser votada. Un ternero pintado con letras que decía: “Quiero ser Nacional”, encabezaba la movilización. Pero como era de prever, no fueron escuchados. El congreso votó entre gallos y medianoche la entrega del Lisandro de la Torre para servir como correspondía a los intereses del capital norteamericano y de la Sociedad Rural Argentina.
El miércoles siguiente a la votación hubo una masiva asamblea en Tellier y Rodó (Mataderos), donde se resolvió entrar el jueves al frigorífico y parar adentro. El frigorífico estaba tomado. Se izaba la bandera Argentina a media asta, en señal de repudio al gobierno y al congreso Nacional.
El gobierno radical desarrollista (que justo es decirlo había contado con la gracia de Perón para ser elegido frente a Balbín, en 1958) declaró ilegal la huelga y por lo tanto desató una represión pocas veces vista en esos años. Cuatro tanques Sherman del ejército, camiones de bomberos, ómnibus repletos de policías y de efectivos de gendarmería, carros de asalto, jeeps militares y hasta tropa del regimiento de caballería, rodearon la entrada. Más de dos mil efectivos para demostrar al amo yanqui, que Frondizi era el que mandaba en la Argentina...
Un fuerte bombazo destruyó el portón de ingreso y la entrada de efectivos fue imparable. Sin embargo cientos de obreros se quedaron tirando piedras y cascotes hasta donde pudieron. La inmensa mayoría de los obreros huyo a la barriada, y desde las calles comenzó una pelea que duró varios días. Barricadas por todas partes, clavos miguelitos, ómnibus y tranvías incendiados. Las fuerzas represivas tardaron siete días en normalizar la situación. No olvidar jamás los apellidos Caceries Monie y Niceto Vega como jefes militares de la represión.
El gran presidente Frondizi y sus aliados de la Sociedad Rural dejaron cinco mil obreros despedidos. Pero el barrio no murió, no tambaleó, perdió de pie, peleando con la dignidad que sólo la clase trabajadora tiene en estos momentos de decisión.

Todo esta guardado en la memoria

Quedan con vida sólo un puñado de los obreros que participaron de esta pelea. Es nuestra obligación contarles a las nuevas generaciones lo que alguna vez paso en este sufrido barrio Mataderos, para no olvidar jamás.
Si bien nos gusta la letra de la canción de Leon Gieco sobre la memoria, lo cierto es que necesitamos miles que sigan contando estas historias conmovedoras de nuestro pueblo, pues de lo contrario, si solo quedan guardadas; nadie las conoce. Necesitamos de los que desempolven recuerdos, y de los que los cuenten con ganas. Pero más que nada, de los que aprovechen este pasado para construir una sociedad más justa e igualitaria. Buscar en el pasado identidades, pertenencias, ilusiones y utopías. Buscamos nuestros héroes, nuestros maestros. Indiscutiblemente que nos sentimos parte de la historia de los Borro, de los Saavedra, y de tantos obreros que han dado lo mejor de sí para torcer el rumbo de la Argentina. Para todos ellos y ellas, nuestro homenaje.



HERRAMIENTAS

 Los hombres y las mujeres semillas


Por Carla Wainsztok

Tenemos deseos, anhelos de construir marcos teóricos latinoamericanos que den cuenta de nuestras realidades. Tenemos deseos y anhelos de apropiarnos de los conceptos que fueron pensados en otros tiempos y latitudes. Apropiarnos es hacer propio lo que fue pensado antes de nosotros/as. Los legados, las tradiciones no son un material muerto. Están disponibles para que los volvamos a llamar a la vida.
“Los contenidos de la apropiación no pueden ser definidos exclusivamente en el marco de las lógicas de construcción de objetos, pues incluyen el conjunto de significados asociados con otras dimensiones del sujeto, como sus necesidades del futuro, las posibilidades de construcción o la evocación y sugerencia de los contornos, lo que no siempre es sometible a las exigencias de las determinaciones analíticas” (Zemelman, 2007:96)
No es casual entonces que el texto de Zemelman se llame “El ángel de la historia”, el sociólogo chileno no repite el nombre de un escrito de Benjamin sino que lo hace propio.
Sobre aquél texto escrito en medio de la catástrofe de la segunda guerra mundial, donde el eje era la derrota, la historia de los oprimidos, donde parafraseando a Benjamin ni los muertos están a salvo, Zemelman vuelve a escribir sobre los legados pero desde la esperanza y la alegría
“He aquí el imperativo del futuro: la trascendencia ha de ser alegría de estar y sobreponerse. Alegría antes que trascendencia; pero sobre todo la voluntad de ser. El hombre como esperanza” (Zemelman, 2007:11)
Las herencias en este caso son las palabras, es el lenguaje. “El lenguaje es la historicidad (...) la posibilidad de nuevas significaciones, o bien de resignificar” (Zemelman, 2007:37)
Las nuevas palabras no salen de cavernas oscuras o descienden del cielo a la tierra, los nuevos conceptos nacen de nuestras prácticas sociales. Prácticas sociales latinas que deben abandonar el pensamiento colonizado y eurocéntrico. Cuando Descartes resolvió separar el cuerpo y el alma no podía saber que en ese gesto se separaba el conocer del sentir, el pensar del desear. Y nuestros cuerpos latinos aceptaron en forma acrítica ese mandato. ¿Pero es posible escribir sin el cuerpo? ¿Es posible conocer sin el deseo de conocer? Ese conocimiento se nos vuelve alienante, nos separa no sólo de los otros sujetos de conocimiento sino de nosotros/as mismos/as.
“Una alienación en la forma actual de pensar se encuentra determinada por la tendencia (derivada de la influencia del método cartesiano) de investigar algo separado de nosotros y dotado de leyes propias en su independencia y ‘autonomía’.” (Zemelman, 2007:35)
¿Pero existe algo separado de nosotros? ¿Hay algo tan extraño, tan extranjero a nuestra comunidad-humanidad? No tratamos de impugnar el universal sino la pretensión de hegemonía de un falso universal, de un pensamiento provinciano que se proyecta como una sombra y nos impide conocernos y reconocernos.
El lenguaje, es la historia hecha palabras (1), el lenguaje rompe con los pensamientos cristalizados, pensar y conocer no son sinónimos. “Un pensamiento no es un saber. Es precisamente lo que desbarata a un sistema de saberes constituidos” (Cerdeiras, 1999: 125)
El saber es la relación de lo posible, el pensar es la relación de lo imposible-posible.
El maestro de Bolívar, Simón Rodríguez se preguntaba ¿quién puede leer sino tiene ideas? Ideas para pensar lo nuevo, lo utópico. Puesto que leer no es sólo leer un texto sino leer nuestras realidades, nuestros mundos. Y junto a la lectura la imaginación y los sueños diurnos. Imaginar para construir los mundos por devenir. Parafraseando a Mariátegui la imaginación no puede ser más la hermana loca de la razón.
Las ideas si no son puestas en cuestión se anquilosan, se aquietan, poner en movimiento las ideas es problematizar, y una se pregunta ¿porqué no pensamos más (en) Nuestra América?
El pensar rompe con lo establecido y lo establecido es que desconocemos nuestras historias. Un pedagogo brasileño Paulo Freire, hablaba de lo inédito viable. Lo inédito viable de estos tiempos tan nuestroamericanos es construir los propios relatos.
Y si se me permite de todas nuestras historias, de todos nuestros relatos, de todas las teorías indoamericanas por realizar, mis deseos están en co construir las narraciones de nuestras pedagogías latinas.
¿Hay alguien que pueda dudar de la relación entre revolución y pedagogía? ¿Entre la pedagogía y las preguntas sobre lo nuevo y lo viejo, o lo que todavía no termina de morir y lo que aún no acaba de nacer?
“No se trata de formar hombres-funciones sino hombres-semillas capaces de volver a nacer para estar presentes como sujetos erguidos y autónomos” (Zemelman, 2007:96)
El hombre y la mujer semilla en tanto potencia, somos potencia formadora y formativa, somos el material de las tareas pedagógicas latinas por venir.


(1) Lledó Emilio “Filosofía y lenguaje”


Bibliografía
Cerdeiras, Raúl “Pensamiento y Política” en El trabajo y la política en la Argentina de fin de siglo Buenos Aires, CTA 1999
Zemelman, Hugo “El ángel de la historia” México, Anthropos, 2007.


COLGUÉ!

 Cuando el enano racista anda buscando zancos


Por Eva Stilman
 evastilman@elpancholacoca.com.ar

  Negro de mierda, cabeza, bolita, paragua, peruca, bárbaro, villero, chinardo; podés agregar la que se te cante: todas estas expresiones tienen el sello del racismo. El racismo se caracteriza por atribuir al orden biológico rasgos que son productos históricos y por establecer un esquema de jerarquías que suponen que las diferencias se deben a condiciones innatas de superioridad e inferioridad. Para ser racista, no hace falta usar el término raza, ni  haber leído Mein kampf, ni ponerse un gorro puntiagudo, ni raparse y usar borsegos con cordones blancos. No es necesario, para ser racista basta con convertir a otro ser humano en objeto y convertirse en objeto a sí mismo, perdiendo la humanidad en dicho acto. Existe en nuestra cultura (y por tanto en nosotros mismos) lo que se suele denominar “el enano racista” al que varios quieren alcanzarle unos zancos. Por ello, he aquí algunas líneas para pensar cuál es la altura del enano racista que se alimenta de distintos tipos de racismos, acá van algunos de ellos:

El racismo encubierto. Es un racismo con culpa, que necesita de una carta  presentación previa que de a entender que “yo no soy racista”. Es un racismo con mala conciencia que se caracteriza por el frecuente uso de peros: “yo no tengo nada contra los inmigrantes, pero nos sacan el trabajo”, “yo tengo un amigo boliviano, pero ya hay demasiados”, “yo estoy de acuerdo con que todos tienen que tener un techo, pero mi familia se rompió el alma para conseguir lo que tiene y éstos quieren todo de arriba”, “sí, la temporada estuvo divina en la playa, pero es una lástima que se llenó de negros”, etc.
  Estos mismos racistas son los que suelen contratar inmigrantes para que le construyan un quincho con aire acondicionado. Le pagan en negro y rezan para no se les caiga de un techo por el quilombo que se les arma si se les muere en la casa.  También suelen ser los que heredaron el PH del abuelo y nunca se rompieron el culo laburando para comprar su linda casa. También suele ser el racista típico medio pelo, que lo que más le rompe las pelotas es que “la negrada” comience a frecuentar los mismos espacios con los que va a divertirse y distenderse con sus amigos o parejita.

El racismo explícito. Es un racismo crudo, asfixiante, potencialmente asesino. Enuncia frases con un sentido del deber hacer, utilizando principalmente el “hay que”: “hay que matarlos a todos”, “hay que pegarles un tiro antes de que te maten a vos”, “hay que matarlos de chiquitos o discriminarlos de grandes”, “hay que hacer un paredón y electrificarlo”, etc.
  Estos racistas son los que suelen contratar a inmigrantes (preferiblemente “sin papeles”) para poder explotarlos el doble, el triple o lo máximo que puedan. Suelen ser los negreros más repugnantes que tienen ganas de abusar de su doméstica mientras su esposa va a la clase de “yoga-taebo-salsa-training-localizada”, su hijo juega al “ultra-fight-maten-a-todos-los musulmanes” en la play 1984 y su hija adolescente se pone en pelotas en frente de la cámara web para ser la top-model que conquiste a los rugbiers nazis de su clase. Cuando estos racistas viajan a lugares en los que habitan “negritos”, les sacan fotos para incluirlos en sus paisajes fotográficos. Las ropas que usan los “negritos” les resultan exóticas y sus rostros les parecen “una nota de color (oscura) que resalta el juego de luces y sombras”. Incluso pueden llegar a decirles “que bien que viven acá, es todo tan tranquilo y relajado” y dejar una propina cuando no pagan con tarjeta master-gold-platinium-dueño-del-mundo-adelante.
  Este racismo también está presente en sujetos que niegan su ascendencia y se dedican a ocultarla detrás de enunciados más racistas que Micky Vainilla.

El racismo paternalista. Este racismo se caracteriza por considerar que cualquier pobre es un niño al que se le puede pegar si molesta, se le puede gritar, se lo puede explotar, pero hay que tirarle un dulce de vez en cuando para que no chille. La caridad y la lástima son típicas manifestaciones de este tipo de racismo.
 Estos racistas suelen ser señoras de elite que se juntan en hoteles lujosos un par de veces al año (entre los viajes a Europa y los cruceros por la Polinesia) intercambian palabras entre sí y de paso regalan alguna joyita que les sobra o pasó de moda. Así tienen la conciencia católica tranquila de que explotaron a miles y donaron unas migajas a un par. De paso bajan sus impuestos.
  Este racismo también suele corresponder al que da una moneda en el bondi (si se cree muy copado, le dice al pibe que se quede con el almanaque) pero después se queda pensando: “yo le doy una moneda, pero la verdad, no sé si después se va a ir a comprar paco para él o un tetra para el padre”. O a la señora que se conmueve frente al televisor por cómo sufren los negritos en Haití, pero si tiene un cartonero cerca abraza la cartera, cruza la calle y agita el paso como si hubiera desayunado anfetaminas. O al que dona las remeras gastadas o pasadas de moda a Caritas (se olvida de aquel sobrino que las necesita) y luego le dice a su familia y a todo el que se le cruce “que lindo y bien se siente ayudar a los pobres desdichados”. 

El racismo cómplice. Es el racismo del “dejar hacer”, ya sea porque vive en una nube de pedos o porque todo le chupa un huevo. Se caracteriza por una idea de “me hago el boludo, total no cambia nada” (no cambia nada de mi cómoda situación). Es el racismo más esparcido y disimulado.
  Está presente en el que se rie del chiste sobre el negro, sobre el gallego bruto, sobre el judío canuto, sin preguntarse jamás porque diablos no hay chistes (o por lo menos se cuentan muy poco) sobre ricos franceses, sobre yanquis empresarios, etc.  También está presente en el que deja pasar constantemente (o hasta a veces, aunque no lo crea así, llega a asentir con la cabeza o mandar un “y bueno” con tal de ahorrarse una situación incómoda) los comentarios racistas para que no se le haga más larga la compra en la carnicería o se moleste en el viaje en taxi. Este tipo de racismo también aparece en el mochilero que va a lugares poblados con gente que genuinamente no desprecia y hasta admira por ciertos momentos, les compra un morral bonito (creyendo que ayuda a algún originario y no al esclavista que los hace producir en serie), alguna vasijita que vuelve rota a su casa y ni bien llega a la ciudad se olvida de toda la pobreza que vio y sólo recuerda nombres de pueblos y un par de montañas con muchos colores, diciendo “que linda es la Argentina”.

El racismo de los naides. Es el racismo que ya no es entre el de muy arriba y el de abajo, entre el de apenas arriba y apenas abajo. Es el racismo entre el que tiene casi nada y el que tiene nada. El de la miseria contra la extrema miseria. Entre el boliviano de la casilla frente al peruano de la otra casilla. Entre el del monoblock y el de la villa. Entre el dueño de la casilla y el que alquila una piecita en alguna casilla. Es el racismo de la desesperación por encontrar un culpable inmediato al que atribuir su padecer.

  Bien se puede objetar que no todos estos racismos son inmediatamente peligrosos para la sociedad. Desde luego que no es lo mismo comprar un 48 para pegarle un tiro a un trapito que reírse de un chiste racista. El problema es que todo ello forma parte de un (si se quiere un término tan estructuralista) “sistema” de complicidad racista. Que lleva a titulares como “matan a dos personas y un boliviano”. Las palabras nunca son inocentes, porque están cargadas de actos. De ahí que no podemos hacernos los boludos, en principio reconociendo a cuál de todos esos enanos racistas tenemos dentro y, en vez de darle unos zancos para que se haga más grande, le partamos ese zanco en la cabeza para comenzar a dejar de convertir en objeto al otro y a tratarnos como iguales, precisamente porque somos diferentes. El racista también está preso de sí, porque se aliena de su humanidad. Hay liberarse del racismo y apuntar para donde vienen las causas reales de nuestros malestares que no vienen del hermano latinoamericano, africano o de donde sea el que viene a laburar para tratar de garantizar su existencia, vienen del patrón que lo explota el doble y de nuestro racismo que no lo considera un igual y por ello, no lo invita a luchar juntos por nuestros derechos.
  El racismo cumple funciones para la sociedad de clases. Porque ésta nos necesita individualizados y atomizados. Nos necesita en competencia y enfrentados. Nos necesita escupiendo broncas al de al lado o al de más abajo en vez de apuntar a las causas reales de nuestros padecimientos. Así las cosas le resultan más fáciles. Así nosotros le resultamos más fáciles.



ACORDATE

Las cosas por su nombre


Por Gastón Florio
gastonflorio@elpancholacoca.com.ar

Los tiempos para desprendernos de la última dictadura militar fueron arduos, y todavía hoy las heridas sangran. Como primer paso los juicios a la Junta. Sin embargo, la justicia perduró poco tiempo; el impostor caudillo riojano castigó nuevamente a nuestros compañeros desaparecidos. No obstante, el pueblo tuvo revancha (porque siempre vence) y esas leyes genocidas quedaron sepultadas. Los hijos empezaron a recobrar su identidad. Y hoy, no solamente se castiga popularmente al terrorismo de Estado y se enjuicia a los uniformados genocidas, sino que se empieza a hablar de dictadura cívico-militar. Papel Prensa S.A. actualmente es un tema de Estado. Está en la calle, todo sabemos que esconde algo. Pero ¿Qué? ¿Qué es Papel Prensa? ¿Y por qué la investigación reciente sobre esta pastera abre caminos para comenzar a pensar la última dictadura como cívico-militar?

Papel Prensa S. A.
Todo país que intenta independizarse productivamente, se encuentra ante la encrucijada de la importación de materias primas elementales para su quehacer nacional. El tema de “Papel Diario”, fue molesto en este sentido para los gobiernos argentinos desde 1950 en adelante, cuales tenían que subsidiar a las publicaciones locales para la adquisición de su materia prima desde el exterior. Es así como se empieza a soñar en una empresa nacional que abastezca de papel al país. Luego de varios fracasos en este objetivo, el gobierno de Lanusse (1972), saca a la luz el decreto de la creación de la pastera Papel Prensa S.A. en la localidad de San Pedro, Provincia de Bs. As. Este proyecto desarrollista, se integraría por capitales mixtos (estatal y privado), y su inauguración sería para el año 1976. El empresario Civita (dueño de editorial Abril), asociado con sus colegas; Doretti y Rey, ganan la licitación. Así se establece que esos privados controlaran el 26% de las acciones, 49% ahorristas anónimos y el restante el Estado nacional: un 25%. Sin embargo, dos años más tarde  aparece en esta historia su alfil fundamental para ella, David Graiver; quien adquiere las acciones de Civita.
Banquero, financista y joven ágil para los negocios, David Graiver logró acumular un pequeño imperio económico en pocos años: dos bancos en Argentina (Comercial de La Plata y Hurlingham), dos bancos en Nueva York, el ABT y el CNB (American Bank and Trust y Century National Bank), la BAS en Brúselas (Banque pour l’Amérique du Sud), un banco en Tel Aviv (Swiss-Israel Bank) y múltiples compañías desparramadas por el mundo. Portador de conciencia nacional, Graiver formó parte del grupo de confianza de José Ber Gelbard (Ministro de Economía de la ultima presidencia de Perón, 1973). La influencia de este joven empresario en la bolsa de Nueva York, lo colocó en la mira del imperio norteamericano, por sus contactos con el mundo comunista y sus vínculos políticos e ideológicos con las luchas de Liberación Nacional en Latinoamérica. Es así que el 6 de agosto de 1976,  sufre un accidente aéreo en Acapulco, México, y pierde la vida a solo sus 36 años. Para la Historia Oficial, la tragedia fue a causa de “un error inexplicable del piloto”; para otros lo mató la CIA. En el libro David Graiver, el banquero de los Montoneros, su autor Juan Gasparini explaya: “La CIA decide eliminar a Graiver al saber que su expansión bancaria en los Estados Unidos es posible gracias a una inversión de 17 millones de dólares de los Montoneros, exponentes de la guerrilla peronista, una de las más espectaculares de América Latina de los años 70. Graiver había organizado su imperio en base a una conducción unipersonal. Su muerte provocó el desplome de los bancos”.
Para la fecha de la muerte o asesinato de David, aquí en el país ya estaba instalado el terrorismo de Estado. El gobierno ilegal de Videla pactará de manera secreta la complicidad mediática, a cambio de correr al grupo Graiver de sus acciones en Papel Prensa S. A. y garantizarles la pastera a sus nuevos socios: Clarín, La Nación y La Razón.
Es así como a pocos días de la muerte de David, su esposa (Lidia Papaleo) comienza a recibir llamadas a su casa de             México, que le reclamaban una deuda que había contraído su marido, con la organización Montoneros.  Es por este motivo que la familia decide viajar a Buenos Aires, y así lo hace en septiembre del ´76. Si bien los llamados decían provenir de la organización armada Argentina, su origen sigue estando en duda. Héctor Timerman tiene la certeza que en verdad esos llamados provenían del gobierno de facto de Videla; y los posteriores sucesos en esta trágica historia lo comprobarán. 
Después de desembarcar en la Argentina (16 de septiembre del 1976), Lidia descubre la verdad del asunto. Montoneros ni se mosquea de su llegada al país, pero sí la Junta Militar y la asociación anónima FAPEL, creada recientemente; y comandada en parte por Héctor Magnetto (integrada por Clarín, La Nación, La Razón y Editorial Argentino). El gobierno de facto y FAPEL comenzaban a presionar a la familia Graiver para la venta de las acciones de Papel Prensa. Pero no a cualquiera: ¡quiero que sepan que no pueden vender Papel Prensa ni a judíos, ni a extranjeros!, le advertirá Manrique Segovia a Lidia Papeleo. Días antes Segovia (representante legal de La Nación) le había propuesto a Miguel Anchorena (abogado de los Graiver), que la Junta Militar vería con agrado “el desprendimiento del Grupo Graiver de Papel Prensa… estimando que los compradores lógicos eran los diarios Clarín, La Nación y La Razón”.
El motivo de la vuelta al país desaparece, y la venta de Papel Prensa ya es un problema de Estado: la Junta Militar presiona para la venta de la pastera, posicionando también al comprador; y FAPEL al mismo tiempo (insólitamente) quiere comprar las acciones del grupo Graiver. En una entrevista  Rafael Ianover (Vicepresidente de Graiver en Papel Prensa) cuenta que en 1975: “Se les ofrecieron acciones a los diarios más importantes de Rosario y La Plata. Y también a Clarín y La Nación. Ninguno quiso comprar”. ¿Qué cambio en el país de 1975 a 1976 para que los mismos diarios que se negaron a participar de la pastera, cambien de opinión?
El 3 de noviembre de 1976 fue la asamblea extraordinaria de Papel Prensa. La farsa estaba armada. Los Graiver acorralados. Lidia Papaleo y los padres de Graiver habían llegado esa noche a las oficinas de La Nación. Dentro del lujoso despacho, se le indicó a Lidia de Graiver que se ubique en una mesa aparte. Minutos después se sentó con ella Héctor Magnetto, el cual le “recomendó” que “firme o le costará la vida de su hija y la suya”.
Meses después a la asamblea, Lidia Papaleo culmina de firmar los últimos papeles de la venta, y tres días más tarde cae secuestrada por un grupo de tareas. “Yo desaparecí y todo el resto lo que sucedió mientras estaba secuestrada: “firmé en La Plata estando desaparecida. Hice los careos con (Jacobo) Timerman y todo lo relacionado con La Opinión estando desaparecida, porque desde el departamento de Policía me llevaban a declarar envuelta en una manta gris, porque estaba totalmente quemada, perdí mis pechos, mi abdomen y también mis genitales durante la tortura y me operaron en la cárcel de un tumor cerebral por los golpes que recibí.” Relata Lidia Papaleo en el 2009 al directorio de Papel Prensa. Junto a Lidia, también cayeron en el terror, su hermano (Horacio), los padres de David (Juan y Eva), el abogado de la familia (Jorge Rubinstein) y Rafael Ianover.
Pese a esta trama escalofriante, el 15 de agosto de 1978 La Nación y Clarín, junto a Videla festejaron la inauguración de Papel Prensa. Unos festejaban el negocio que significaba la pastera en su futuro diseño de monopolizar el papel diario, y otros festejaban haberse garantizado la complicidad mediática a su terrorismo y al comienzo de la destrucción del patrimonio Nacional.

Dictadura Cívico-Militar
El 24 de agosto del último año, la presidenta de la Nación en cadena oficial se refirió al oscuro traspaso de la pastera a sus actuales dueños (Clarín y La Nación, ya que La Razón fue rematado hacer una década al matutino Clarín). Este hecho político logró abrir una investigación transcendental para la historia argentina: si la justicia demuestra que estos diarios se adueñaron de Papel Prensa bajo complicidad del gobierno Militar, este hecho entrará dentro de los delitos de lesa humanidad. Así se lograra explicitar los entretelones de cómo funcionó la etapa, cual no solamente tuvo el fin de aniquilamiento de personas; sino también de garantizarle a sus socios civiles los negocios esenciales para su futuro monopolista. Por esto para cerrar esta profunda herida de la sociedad argentina, la justicia tiene que llegar a todos sus responsables. Quizás el primer paso es llamar cada cosa  por su nombre, comprender que la Junta genocida por sí sola no hubiese podido comenzar la destrucción del patrimonio Nacional, sino que la complicidad y la participación civil fue una parte importantísima para llevar adelante el genocidio de Estado.