EDITORIAL NÚMERO 11, septiembre 2011
Primavera
latinoamericana
Septiembre empieza con los últimos días fríos
y se despide entre tardes calurosas y noches frescas, ideales para tomar una cerveza
con amigos o un amante. Es también un mes, como todos, para ejercitar memoria,
pero con un condimento especial: la vida floreciendo, regalándonos aromas y
texturas que nos envuelven en un abrazo con nuestra Madre Tierra.
Pese a que el bombardeo mediático de este mes
intente convencernos de que el único 11 de septiembre memorable y repudiable es
el “9-11”;
nosotros sabemos que hay otros 11 de septiembres, que justamente ellos quieren
borrar de nuestra memoria. Allá en ese septiembre de 1973, a nuestros hermanos
chilenos les arrebataban la esperanza de la revolución desarmada. El sueño del
socialismo por la vía pacífica se esfumaba a fuerza de un golpe con apoyo de
las grandes corporaciones económicas, de la mano de balas y de muertos; para
después instalarse en nuestro país, bajo la misma metodología y el mismo
terror. Hoy, esa misma “Patria chica, por que no pudo ser Patria Grande”, lleva
a cabo del brazo de sus estudiantes una lucha por la educación, pero no sólo
eso (que ya es bastante) sino una lucha por volver a poner en sus manos el
futuro. La juventud chilena y latinoamericana parece querer hacerse carne de la
pluma mágica de Pablo Neruda: “podrán cortar todas las flores, pero no podrán
detener la primavera”.
Septiembre es también mes en el que se festeja el día del maestro y el día del
estudiante. La historia oficial argentina se ha encargado de tallar en bronce
al denominado “padre del aula”, Domingo F. Sarmiento. Ese visionario que en el
Siglo XIX luchó por la escuela “laica, universal y gratuita”, también
representa al acérrimo defensor de una conciencia europeizante, a la que le
repulsa el contenido autóctono, originario y de nuestra América profunda. Por
eso nosotros ese día, elegimos compartir a otros pedagogos latinoamericano como
José Martí, Paulo Freire o Arturo Jauretche, y también las luces de Sarmiento,
pero recordando siempre la otra cara.
Con el grato calor de un buen mate, volvemos para compartir con ustedes
cantidades de temas que hacen a lo que pasa acá, en el Orinoco o en el Viejo
continente colonizador; pero claro, enfocándonos en nosotros. Entonces, este
nuevo número de El Pancho La
Coca se acerca para recordar y repudiar a los que alguna
vez han cortado las flores de nuestro pueblo y, por qué no, para ser parte de
una nueva primavera latinoamericana.
Entrevista a Martín Sabbatella, por Andrés Cottini POR ACÁ Nº11, septiembre 2011
Entrevista a Sabbatella
“SCIOLI ES UN TIPO QUE
SE ACOMODA A LOS VIENTOS QUE SOPLAN”
Por Andrés Cottini
andrescottini@elpancholacoca.com.ar
andrescottini@elpancholacoca.com.ar
Martín Sabbatella habló con El Pancho la Coca. El referente de Nuevo Encuentro plantea una clara adhesión al modelo kirchnerista pero no deja de ser crítico a la gestión de Scioli en la provincia. Sin embargo, no duda en afirmar que si el escenario después de las primarias ponía en peligro la bandera política de la provincia, “hubiese obligado a Nuevo Encuentro a sentarse a discutir qué es lo que correspondía hacer”. Lo cierto es que el escenario es muy distinto y “el 23 octubre no sólo se elige gobernador de la provincia sino que también se puede votar pensando a futuro, pensando en la construcción de esta fuerza, pensando en que la provincia puede estar mucho mejor”. Pasamos a la entrevista:
Es de público conocimiento tu adhesión y la de Nuevo Encuentro al proceso iniciado en 2003 ¿Por qué, entonces, presentas una alternativa en la provincia?
Bueno porque creemos en lo que inauguró la argentina desde 2003, este proceso político tan interesante, tan transformador, tan rupturista, que construye un nuevo paradigma, que recuperó el rol del Estado, el valor de lo público, que marcó un camino distinto, que permitió que la Argentina empezara a crecer, a desendeudarse, a incluir. Este proceso que vive la Argentina necesita también tener un anclaje territorial y social con la misma fuerza, con la misma potencia, con el mismo coraje, con la misma vocación y con los mismos principios. Y creemos que en la provincia eso no sucede. Creemos que la provincia de Buenos Aires no expresa lo mismo que el gobierno nacional, no expresa la misma vocación transformadora. Entonces, la propuesta de Nuevo Encuentro tiene que ver con eso, con estar convencido que hay que defender el rumbo, que hay que defender el camino. Que hay que defenderlo tanto por los pasos positivos dados, como por lo que falta. Es este camino el que permite defender lo hecho y también el que permite profundizar para avanzar en lo pendiente. También es necesario construir herramientas políticas nuevas que puedan estar más en sintonía, más acordes a los debates nacionales que está viviendo la Argentina. Y por eso, la propuesta de Nuevo Encuentro es poner a la provincia de Buenos Aires en sintonía con lo que está viviendo el país.
Creemos que Scioli expresa un pensamiento más conservador, expresa una propuesta que tiende a administrar o gobernar el status quo y administrar la realidad y no a producir las transformaciones que la provincia necesita tanto para mejorar la calidad de vida de los bonaerenses y las bonaerenses como también para poner a la provincia con más fuerza a defender y profundizar el camino nacional.
¿Cuales son los puntos precisos en los que no estás de acuerdo con Scioli?
Desde el punto de vista político, vos sabes que yo todos estos días de cara al 14 de agosto, en muchos lugares y en distintas oportunidades expresé las diferencias con Scioli y creo que él en estos días nos ha ayudado a explicar cuales son nuestras diferencias. Lo ha simplificado él mismo cuando llama a Menem para felicitarlo por la resolución de la justicia que lo absuelve y expresa su cariño, gratitud y alegría. Eso demuestra claramente una profunda diferencia. Para nosotros no hay nada del menemismo ni de Menem que nos produzca gratitud, porque creemos que ha sido un personaje nefasto que ha destruido la Argentina y que ha generado los peores años después de la dictadura de políticas neoliberales y política antipopulares. Entonces, él mismo con sus propias palabras expresa las diferencias pero bueno uno lo amplifica en políticas públicas y se puede ver en muchos aspectos.
En materia de políticas sociales, la decisión que tiene el gobierno en profundizar políticas distributivas, de asignaciones universales, las extensiones de las jubilaciones, no se condice con una provincia que la inversión en políticas sociales es más del 20% por debajo de la media provincial. O en políticas educativas, donde también está por debajo de la media del conjunto de todas las provincias. O en viviendas donde hay una decisión muy fuerte del gobierno nacional de trabajar en ese sentido y la inversión en la provincia es solamente del 0.94% de su presupuesto. O la diferencia que se expresa con claridad en las políticas de seguridad donde la provincia expresa conceptualmente algo absolutamente distinto a lo que expresa el gobierno Nacional con el Ministerio de Seguridad, y con la designación de Nilda Garré que habla de políticas vinculadas a la seguridad democrática, al gobierno civil de la seguridad pública, a la conducción política y civil de la fuerza de seguridad para enfrentar el autogobierno y hacer las transformaciones que necesitan esa fuerza.
En la provincia todo lo contrario, un discurso manodurista, un discurso que busca el show mediático efectista, que habla de crecimiento de las penas como criterio único de políticas de seguridad. Que no tiene un abordaje integral como la política de seguridad que se necesita. Quiero decir, se ve en los resultados también. La política de seguridad en la provincia es conceptualmente equivocada, peligrosa y además es absolutamente ineficiente ¿no? Por ejemplo, para hacer las transformaciones en la fuerza policial se necesita tener policía comunitaria en los distritos, se necesita transformar la concepción, los protocolos de trabajo de la policía para darles mejores condiciones, enfrentar los nichos de corrupción aliadas a las redes delictivas que también pueden estar en las cúpulas policiales y para eso es necesario renovar la política. Pero para eso hay que tener coraje, decisión política y voluntad de hacerlo.
¿Cual es la situación actual de los avances que había realizado Arslanian?
Bueno, con Arslanian fue un proceso que generó muchos avances. Nosotros compartimos muchas de esas políticas aún sin haber sido oficialistas en ese proceso porque no pertenecíamos a la fuerza política que gobernaba, ni a la fuerza política que llevó a Arslanian al ministerio. Pero el avance en políticas públicas vinculadas a un abordaje integral de la seguridad, nosotros lo compartimos. Y lo que hubo fue un profundo retroceso desde la llegada de Scioli, una suerte de contrareforma que enfrentó las realizadas por Arslanian. Se volvió al autogobierno provincial, y se volvió a quedar entonces la estrategia de la provincia de Buenos Aires en la policía bonaerense. Que insisto, es una policía que necesita profundas transformaciones reivindicando el esfuerzo que hace la inmensa mayoría de la policía que sale y pone el cuerpo cotidianamente pero necesita transformaciones, necesita policía comunitaria para el delito menor, el delito urbano a cargo del poder político local. Necesita mayor capacitación, formación, mejor salario, mejor logística para esa inmensa mayoría de la policía e insisto, necesita una fuerte política de lucha contra los nichos de corrupción que existen en las cúpulas asociadas a las redes delictivas. Eso implica asumir la responsabilidad de enfrentar estas cosas, que es lo que hay que hacer.
¿Que hubiese pasado si las Primarias daban un panorama distinto, con un De Narveaz mucho más cerca de Scioli, al punto que corría el riesgo la bandera de la provincia?
Eso hubiese generado una discusión en nuestra fuerza. En Vicente López , por ejemplo, después del resultado del 14 agosto, decidimos bajar la lista frente a la amenaza de que pueda existir un triunfo de la derecha explícita en Vicente López. Nuestra fuerza con mucha coherencia, con mucho coraje también, con mucha voluntad política, con mucho principio, retiró la lista porque obviamente la prioridad para nuestra fuerza era no ser funcional al avance de la derecha en Vicente López como punta de lanza de la estrategia de la derecha Macrista en la Argentina y si bien somos absolutamente críticos del gobierno de García y somos opositores al gobierno de García y hemos estado enfrentando las políticas públicas que no compartimos de su gobierno y nuestra fuerza política ha estado y está comprometida por ejemplo en las marchas contra el Vial costero, sufrido las represiones mismas que se han llevado adelante desde el gobierno de García por esas movilizaciones. Aún con todo eso nuestra fuerza política, expresando coherencia y expresando claridad en lo que está en juego en la Argentina, deciden retirar la lista para no facilitar el triunfo de Macri entendiendo que todo lo que soñamos hacer en Vicente López se aleja si Macri es intendente y en ese sentido se retira la lista de Nuevo Encuentro pero no cambia la posición sobre García y sigue sosteniendo que Vicente López necesita construir una alternativa que sea superadora.
Con ese mismo criterio, si hubiese habido una elección ajustada en la provincia, hubiese obligado a Nuevo Encuentro a sentarse a discutir qué es lo que correspondía hacer. Ahora, lo que cierto es que el 14 agosto hubo una elección que, al revés de eso, facilita entonces la posibilidad de votar más libremente la opción de futuro. Porque esa derecha, esos sectores conservadores que invitan a retroceder no han tenido apoyo en la sociedad y de hecho De Narváez sacó casi la mitad de los votos que sacó en 2009, Margarita Stolbizer sacó mucho menos, y en ese sentido uno puede decir que los que invitaban a retroceder, los que invitaban a volver a las políticas que ya fracasaron, no han tenido aceptación, por lo tanto la provincia no tiene ese riesgo. Eso libera para poder votar con absoluta tranquilidad pensando en futuro, pensando en la fuerza que necesita la provincia de Buenos Aires, pensando en la fuerza que necesita Cristina, pensando en la fuerza que necesita este rumbo y dándole más fuerza a Nuevo Encuentro. Por eso digo que el 23 octubre no sólo se elige gobernador de la provincia sino que también se puede votar pensando a futuro, pensando en la construcción de esta fuerza, pensando en que la provincia puede estar mucho mejor.
Pusiste en la misma balanza a De Narvaez y a Margarita Stolbizer. Se desprende una pregunta entonces, ¿Que es el FAP (Frente Amplio Progresista) para vos?
Lamentablemente una fuerza política no es sólo su historia, no es lo que dice querer construir a futuro, sobre todo la fuerza política es lo que hace. Y es lo que hace cuando le toca actuar. Lamentablemente, muchos de sus sectores se han convertido en la pata progresista de la estrategia conservadora de la Argentina y en muchos casos han sido sectores que han trabajado con el “Grupo A” en políticas que defendían los intereses corporativos. Entonces, lo que los describe más en este momento histórico, es su posesionamiento político. Es difícil hablar de progresismo si vos sos una fuerza política que algunos de sus componentes, estaban brindando con champán en la plaza de los españoles con el concepto de las retenciones o si algunos, que hablaron toda la vida de defender las jubilaciones en manos del estado, cuando se trató el tema para recuperarla del Congreso, votaron en contra o algunos de sus miembros se levantaron para no votar la ley de medios. En definitiva, en la práctica, más allá de su historia y lo que cada uno exprese como fuerza política, terminan estando a la derecha del actual proceso político argentina. No puedo decir que son dirigentes de derecha porque no es justo pero digo que en la práctica su posicionamiento político terminan colocándolo a la derecha y favoreciendo las estrategias de los sectores más conservadores.
¿Cual es el peligro, pensando en un 2015, de un Scioli fortalecido como todo anuncia?
En este momento, todo lo que acompaña la reelección de la actual presidenta, es importante porque son sectores de distintos lugares pero es cierto que hay una discusión a futuro que tiene que ver con cómo continúa este proceso político y como se profundiza este rumbo. Y yo si bien a Scioli lo veo en este lugar, Scioli es un tipo que se acomoda a los vientos que soplan, y mientras sopla Cristina, bueno eso tiene menos riesgo; pero si le toca soplar a él, por supuesto eso es difícil porque él sopla desde su núcleo de ideas, principios, valores, concepciones que no son las nuestras, e insisto, no son las que se ordena en las políticas públicas nacionales. Yo creo que hay un debate futuro que tiene que ver con cómo este proceso político logra parir una fuerza política capaz de defender esto para profundizarlo con convicciones y no con conveniencias. Y en ese debate yo tengo dudas donde va a estar Scioli.
"No justifico la tortura pero me la explico" por Gerónimo López POR ACÁ Nº11, septiembre 2011
“NO JUSTIFICO LA TORTURA PERO
ME LA EXPLICO”
Por Gerónimo López
A 28 años del retorno de la
democracia a nuestro país, Casilda -una localidad agrícola-ganadera de 45.000
habitantes ubicada al sur de la provincia de Santa Fe- “conserva” la figura de
un cura denunciado por delitos de lesa humanidad.
Su nombre es Eugenio Segundo Zitelli, quien se desempeñó como capellán de la
jefatura de Rosario, lugar donde funcionó un centro clandestino de detención
durante la última dictadura militar.
En el marco de la causa Díaz
Bessone (ex Feced) se investiga al capellán por la presunta comisión de los
delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados y
asociación ilícita calificada, junto a sus superiores, los generales Ramón
Genaro Díaz Bessone y Leopoldo Fortunato Galtieri, y el jefe de policía
rosarina, Agustín Feced. La denuncia fue presentada por el grupo casildense
Unidos Por la Memoria
y ANte el Olvido (UMANO), Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones
Políticas, Liga Argentina por los Derechos Humanos y APDH de Rosario.
Entre las pruebas aportadas, se
hallan fuertes dichos de víctimas y testigos, y
declaraciones vertidas por el mismo Zitelli en un programa local llamado
“Contraluces” emitido en el año 1995, en el cual hace mención a los represores
como sus “pares y compañeros”, y se refiere a los detenidos políticos como
“presos especiales”, además de expresar abiertamente que “no justifica la
tortura pero se la explica”, arguyéndola como un método para la obtención de
información. En este contexto, más de una decena de testimonios implican al
párroco y uno de los que más lo compromete asegura que Zitelli le dijo que
“usar la picana está bien porque estamos en guerra y es un método para obtener
información política”.
Los derechos humanos y el compromiso político
A raíz de la acusación
presentada, el Concejo Deliberante de Casilda sancionó, de manera unánime, un
proyecto de declaración para pedir a la Justicia que investigue el accionar de Zitelli
durante la última dictadura. Sin embargo, a la denuncia de los organismos de
derechos humanos la apoyaron con sus firmas cinco de los siete ediles que
forman el cuerpo, ya que los concejales oficialistas del peronismo federal
prefirieron no hacerlo.
Por su parte, el Concejo Municipal
de Rosario votó por unanimidad una declaración política de apoyo y
acompañamiento a la denuncia presentada.
La participación de la iglesia en la dictadura militar
Jurídicamente, este caso tiene
similares características con el caso del capellán Von Wernich, que fue uno de
los portavoces de la iglesia, presente en las
torturas y que “consolaba” a los detenidos desaparecidos. Éste fue sentenciado
por un Tribunal de La Plata,
que consideró que “la sola presencia en los centros clandestinos de
detención es una tortura en sí misma”.
El periodista Horacio Verbitsky
publicó recientemente “La mano izquierda de Dios”, el cuarto título de
“Historia política de la
Iglesia Católica”, que trata acerca de la incidencia de la
iglesia católica en la última dictadura militar, señalando la complicidad y la
participación activa que tuvo en ese momento el clero castrense en el
terrorismo de Estado. En dicho trabajo, el periodista realiza un examen sobre
el accionar de Iglesia Católica, y en particular sobre el ex capellán Zitelli
en la provincia de Santa Fe. Cabe destacar que, en el mes de febrero, Verbitsky
presentó el nombrado libro en la ciudad de Casilda y sorprendió la concurrencia
y participación a teatro lleno de parte de una sociedad que se define por su
idiosincrasia conservadora y por no “involucrarse demasiado” en determinadas
cuestiones que puedan modificar el status quo existente.
El silencio y la impunidad
Hace unos años Zitelli fue
nombrado monseñor y continúa cumpliendo funciones en la iglesia San Pedro Apóstol
de la ciudad.
Sus últimas apariciones públicas
fueron en el acto del bicentenario argentino, subido al palco principal con las
autoridades políticas locales y paradójicamente también participando de la misa
ofrecida por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, quien tuvo a los
Derechos Humanos como política de Estado iniciada con la derogación de las
leyes de punto final y obediencia debida y los juicios a los represores, y se
comprometió activamente en la lucha y defensa de los mismos.
Pese al silencio y la
“complicidad” de la mayoría de la clase política y de los habitantes, los
casildenses sensatos, deseosos de justicia y de no ser partícipes de este
escenario, pretenden el pronto juicio y castigo a este personaje oscuro que
sigue en la cotidianeidad deambulando por las calles de la ciudad, oficiando
misas y actos democráticos, y encarnando la impunidad en todas sus
dimensiones.-
"La persecución financiera del CIADI" por Modesto Guerrero NUESTRA AMÉRICA Nº11, septiembre 2011
La persecución financiera del CIADI
Por Modesto Emilio Guerrero*
Como si se
tratara de una conspiración financiera internacional o de una nueva
"crisis" de la deuda externa, varios países latinoamericanos viven en
vilo por los fallos del tribunal internacional del CIADI. Llama la atención que
los más agredidos por este organismo judicial del Banco Mundial son los
regímenes remisos al control imperialista, considerados
"progresistas", o de centro izquierda". Venezuela, Argentina,
Ecuador, y Bolivia son los cuatro más demandados por las multinacioales
en el CIADI.
Desde hace casi una década,
varios países latinoamericanos y muchos del tercer mundo viven pendientes de
los juicios de un tribunal internacional conocido como Centro Internacional de
Arreglo de Controversia sobre Inversiones (Ciadi), dedicado a procesar demandas
millonarias de empresas multinacionales contra los Estados.
Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela y México acumulan facturas por unos 80.000 millones de dólares en juicios por decisiones gubernamentales que afectaron inversiones radicadas en sus economías. Esta suma escala a casi 200.000 millones de dólares si ampliamos el mapa de juicios a los más de 60 países de América latina, Asia y África que esperan sentencia en el Ciadi.
Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela y México acumulan facturas por unos 80.000 millones de dólares en juicios por decisiones gubernamentales que afectaron inversiones radicadas en sus economías. Esta suma escala a casi 200.000 millones de dólares si ampliamos el mapa de juicios a los más de 60 países de América latina, Asia y África que esperan sentencia en el Ciadi.
Esta entidad fue fundada en 1965 para proteger las inversiones externas directas mediante Tratados de Protección. “Las demandas solamente pueden ser planteadas por empresas contra Estados y no al revés. No hay una instancia superior, en consecuencia, las decisiones del Ciadi son inapelables e irrevisables”, señaló en 2007 el economista belga Alan Goods, motivado por la denuncia del Ciadi que hicieron tres Estados de la Alianza Bolivariana de las Américas, Alba. Según datos del sitio especializado en deuda externa con sede en Bruselas cadtm.org, de las 252 sentencias emitidas hasta 2009, un total de 250 las perdieron los Estados.
Una revisión de los documentos de esta entidad evidencia que la montaña de dinero a cobrar es el resultado de la cantidad de Tratados de Protección de Inversión firmados por cada país en las últimas dos décadas. El 72% de los juicios actuales figuran desde 1991, cuando el neoliberalismo campeaba por el mundo. En sus primeros 35 años de existencia se firmaron 602 Tratados de Protección de Inversiones entre Estados y empresas, mientras que en casi la mitad de ese lapso, 18 años, se triplicaron hasta llegar a los 1.857 Tratados (Sonia R. Jiménez, Unam, México 2009).
Hasta el año pasado, ciento cuarenta y siete países habían aceptado sus normas, pero actualmente varios gobiernos tratan de alejarse del Ciadi. Esta tendencia fue inaugurada por Bolivia y Ecuador entre 2007 y 2009, cuando ambos Estados renunciaron al organismo para no pagar las demandas millonarias a favor de empresas extranjeras afectadas por decisiones oficiales. Ecuador fue sentenciada a pagar 12.000 millones de dólares y Bolivia unos 4.000 millones. Desde entonces, otros cuatro países de nuestro continente, cinco del Medio Oriente y tres de Europa oriental intentan huir de este tribunal.
Guiados por las estadísticas del Ciadi/Banco Mundial, desde el año 1975 hasta 2011, su Tribunal Internacional de Controversias, con sede en Washington, juzgó y resolvió sobre 228 juicios contra 98 países. En 81 casos perdieron Estados de América latina y el Caribe, le siguió África negra con 45 resoluciones en contra, Asia con 34, los gobiernos del mundo árabe con 28 sentencias desfavorables; el resto de los juicios tuvieron que pagarlos nueve Estados europeos de la ex Urss, Turquía y los pequeños países de la lejana Asia.
La Argentina es la nación con más demandas en contra dentro de los tribunales del Ciadi. Un total de 58 causas desde el año 2002 en adelante por las que deberá sufragar alrededor de 20.000 millones de dólares, luego de negociar una rebaja de casi 30.000 millones en 2009.
En América latina le sigue Venezuela con 22 demandas a un costo aproximado de 42 mil millones de dólares en expedientes, más del total de sus reservas actuales (Dr. Luis Britto García, Aporrea, Caracas 18/01/11).
Los tratados de inversión se pactan por alrededor de 10 años. Argentina estaría más presionada porque sus juicios comenzaron entre 2001 y 2003. Aunque en el país caribeño aparecieron casi todos entre 2007 y 2009, cuando se nacionalizaron y expropiaron más de 60 propiedades, el monto supera el doble de Argentina. En ambos casos la presión sobre sus reservas y finanzas será la misma.
La mayoría de las sentencias del Ciadi recaen sobre países latinoamericanos que pertenecen a la Unión de Naciones del Sur (Unasur) y al Alba, que sostienen políticas autónomas respecto de los principales organismos financieros internacionales. En este contexto, se justificaría la expresión del intelectual venezolano Lusi Brito García, quien calificó lo que hace el Ciadi, como un “golpe judicial”.
"Ni un paso atrás" por Mauricio Amiel NUESTRA AMÉRICA Nº11, septiembre 2011
NI UN PASO ATRÁS
Por
Mauricio José Amiel
mauricioamiel@elpancholacoca.com
mauricioamiel@elpancholacoca.com
¿Cómo percibir, desde acá, desde todo el ancho de un país de por
medio, a pesar de toda la información, de la comunicación satelital, del
material audiovisual, cómo percibir, digo, en su justa medida, lo que está
sucediendo en Chile en este preciso instante? Universidades en constante
movilización. Secundarios que hace seis meses no tienen clases y en los cuales
70 mil estudiantes rechazan el plan estatal "Salvemos el año escolar"
por juzgarlo una solución no pedagógica, tomando posición frente a la constante
discusión cuando al momento de luchar por una mejor educación se suspenden las
clases. Mi opinión es la suya: más vale tardar un año más en hacer el
secundario si lo que se busca es hacer que el acceso a la educación sea
irrestricto. Más vale formarse como ciudadanos responsables que toman partido
en la construcción de la sociedad y de la presente, del futuro y de la historia
que se hará de ello. Sobre todo cuando la unión es tan fuerte y la situación
que se busca cambiar no incluye sólo el ámbito de la educación: Chile sufre
ahora los efectos de un desigual crecimiento de la economía generado por las
políticas neoliberales que su parlamento pinochetista impulsa, bancado en gran
medida por una clase media que se beneficia –sólo aparente y momentáneamente-
con ellas. La gestión actual tiene el apoyo popular por el suelo –y la tendría
enterrada ya sino fuera por el golpe mediático que fue el rescate de los
mineros y por los pinochetistas asumidos- y los estudiantes representan en este
momento el desafío más grande con el que tiene que lidiar el gobierno. Porque
hasta ahora lo único que han hecho es lidiar; no ha habido por parte del
gobierno de Piñera, ni con el anterior ministro –que provenía del Opus Dei-
Joaquín Lavin, ni con Felipe Bulnes, el actual, voluntad de acceder a los
justos reclamos de los estudiantes. Y que se entienda, de todos los
estudiantes, porque la movilización no la lleva adelante solamente, como sucede
acá, el sector público, por una clara razón: todas las universidades y la
mayoría de los colegios son pagos. El gobierno sigue proponiendo parches y
aceptando sólo a medias las propuestas de los movilizados. Giorgio Jackson,
presidente de la Federación
de estudiantes de la
Universidad Católica, lo expresa mejor: “no existe verdadera
voluntad por parte del gobierno de cambiar el escenario ni de cambiar las
injusticias que se viven hoy día en el sistema educacional. El gobierno no
quiere tener un diálogo constructivo, sino más bien ejercer presión para
desgastar el movimiento, que ha tenido eco en la mayoría del país”. [1] De hecho, Piñera y asociados
esperaban que la movilización cayera después de la tragedia aérea que
conmocionó a gran parte del país, pero eso no sucedió. El 22 de septiembre,
mientras él estaba en la
Asamblea de las Naciones Unidas diciendo que su gobierno
“está a favor de una causa noble, grande, hermosa como es dar educación de
calidad para todos los jóvenes” [2], 180 mil personas se
movilizaban por el centro de Santiago contradiciéndolo.
Al gobierno de Piñera parece no importarle en nada, y sigue en su
postura de denigrar la organización estudiantil. Denigrar y reprimir: nunca
olvidemos que el conflicto se ha cobrado, tristemente, la vida de un pibe, Manuel
Gutiérrez, de 16 años, que fue alcanzado por una bala que salió del arma de un
carabinero.
A la fecha el panorama es ese. Un gobierno tan intransigente en su
postura neoliberal de mantener una educación privatizada prácticamente en su
totalidad, para la cual su único aporte son créditos que los estudiantes tardan
largos años en pagar, frente a una movilización que aglutina a todos los
sectores de los estudiantes –y en menor medida a docentes y padres- que a la
par que va ganando apoyo popular[3] también se muestra
intransigente en su lucha por lograr la anhelada educación pública.
Les dejo, de yapa, algunos de los cantitos que se oían en las
marchas: “Menos plata pa’ los tanques, más plata pa’ los estudiantes” “No hay
beneficio sin sacrificio” “Nuestros hijos no pasarán de curso, pero pasarán a
la historia”.
[3] El apoyo subió 30 puntos
porcentuales de junio a septiembre, quedando en un 63,3 %.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-177375-2011-09-23.html
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-177375-2011-09-23.html
"El estallido en la Vieja Europa" por Sacha Pujó GLOBO Nº11, septiembre 2011
El Estallido en la Vieja Europa
“La era del hielo se acerca, el sol se hace más fuerte,
Se aguarda un colapso, y el trigo apenas crece,
Los motores se detienen, pero no tengo miedo,
Porque Londres se esta incendiando y yo, yo vivo junto
al río”
The Clash -“London Calling”
Por Sacha Pujó
sachapujo@elpancholacoca.com.ar
En el mundo actual nos encontramos
muy lejos de aquella época de apología generalizada del capitalismo donde, tras
la disolución de la URSS
y los estados de bienestar de las socialdemocracias, se aseguraba el triunfo
eterno del sistema y el fin de la historia. La globalización del capital y el
achicamiento de los estados, con la consecuente incapacidad de regulación sobre
los mercados se presentaban como la mejor manera de asignar y distribuir el
producto social. Sin embargo, la actual crisis mundial que emerge en 2008 pone
en cuestión estas ideologías y creencias. La situación crítica de las economías
europeas y estadounidense lo demuestran.
Todos los días las noticias informan
acerca de la caída de las bolsas, de las huelgas y despidos, de los “planes de
austeridad” y de los temores frente a las quiebras y la incapacidad de pago de
la deuda de países como Grecia, España o Italia. Al respecto la Canciller Alemana
Angela Merkel, ante el riesgo de la bancarrota griega y lo que pueda producir en la Eurozona y el Euro como
moneda, advirtió: “lo que menos necesitamos ahora es intranquilidad en los
mercados financieros. La inseguridad ya es suficientemente grande” (Página 12,
(14/09/11). Es decir que hay que satisfacer a los mercados financieros y
aplicar las recetas del FMI y el Banco Central Europeo.
En este panorama la solución que
encuentran los gobiernos es destruir el empleo y los derechos sociales:
Inglaterra plantea despedir a 400 mil empleados públicos que van a sumarse al
casi millón de jóvenes desempleados; Grecia pretende seguir con la limpieza y
va a despedir a 20 mil empleados de empresas públicas; en Italia el pasado 6 de
septiembre se realizó una huelga general contra el plan de ajuste y
flexibilización laboral y se esbozan mas medidas de ese carácter si el gobierno
no da marcha atrás; en España continúan las movilizaciones y demás formas de
protestas del movimiento de Indignados que nació en mayo y actualmente lanzó
una plataforma de propuestas que esta siendo analizada por los distintos
actores[1].
La expresión del malestar social
Se ha generado un malestar social
que en ocasiones irrumpe violentamente, como los disturbios acompañados de
saqueos, incendios y destrucción en general, ocurridos recientemente en
Londres, que recuerdan a la quema de autos en Francia de 2005 llevada adelante
por los hijos de inmigrantes que no
tienen acceso al mercado de trabajo. Esa clase de manifestaciones pareciera ser
una descarga espontánea y sin rumbo del descontento y el malestar, ya que no se
plantean una organización política con objetivos concretos. Por otro lado están
las protestas de jóvenes universitarios desocupados, trabajadores y sectores
calificados que han perdido su empleo, a través de movilizaciones y huelgas
generales contra las “políticas de austeridad” que avanzan brutalmente sobre lo
que queda de los estados de bienestar.
La globalización, como tendencia del
capital a mundializarse, ha exacerbado sus efectos negativos sobre la población
mundial: “las empresas multinacionales, al deslocalizar sus centros de
producción a escala mundial, ponen en competencia a los asalariados de todo el
planeta con un objetivo: minimizar los costos de producción y abaratar los
salarios”[2].
Ante la amenaza de trasladar los centros fabriles, los trabajadores se ven
obligados a rebajar sus salarios y las condiciones de trabajo. Incluso la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado informes que
demuestran la existencia de explotación laboral cercana a la esclavitud en los
países de la Unión
Europea, donde se aprovecha el fenómeno de la inmigración
ilegal para abaratar la fuerza de trabajo.
La posibilidad de establecer una
fuerte resistencia social parece, en la actualidad de Europa, una quimera. La
complejidad que adquieren las sociedades producto de las transformaciones en el
mundo del trabajo y en las tecnologías de dominación, hacen difícil pensar que se establezcan
resistencias unificadas. El de hoy no es mundo de una clase trabajadora
homogénea con poca desocupación, y dividido en dos clases donde los intereses
estén a la vista, sino que existe una fragmentación laboral entre trabajadores
resultado de una estrategia tanto política (evitar el establecimiento de
lazos), como económica (extraer mas ganancias) del capital.
Con este contexto, una resistencia
efectiva pasaría por tejer una alianza entre trabajadores, desocupados y los
sectores más marginalizados puesto que el neoliberalismo, como estrategia de
dominación, se asienta en aprovechar las divisiones raciales, étnicas, de
clase, de género, nacionales y simbólicas. En el desenlace de estallidos
sociales como el de Paris o
Londres, se observa claramente como
juega esa estrategia de fragmentación ya
que los sectores mas excluidos son estigmatizados y despreciados por el
conjunto de la sociedad. El fracaso de esos levantamientos esta en no poder
lograr lazos en base a objetivos comunes.
Las movilizaciones que tienen
consignas concretas, al estilo de los indignados, apuntan contra los políticos
y las elites financieras. En este sentido para el próximo 15 de octubre se esta
llamando a tomar las calles en una jornada global organizada por “United for
Global Change” en demanda de una
“verdadera democracia”. El resultado que tengan en el tiempo estas
movilizaciones motorizadas por las redes sociales virtuales, dependerán de que
consigan entablarse lazos entre los distintos grupos y sectores a través de
objetivos en común.
El Incendio de Londres
“Una población negra y pobre, de segundas y terceras
generaciones de inmigrantes que viven en la pobreza en una de las ciudades más
ricas del mundo. Una población acostumbrada a ser tratada como criminales por
la policía, por el sitio donde viven, por su aspecto y por el color de su piel.
Una comunidad que no se creía la versión de la policía a propósito del
asesinato de uno de los suyos y que se demostraría falsa a posteriori”[3].
En los motines en Londres, motivados
por el asesinato de un joven a manos de la policía, se ha construido un
discurso de sentido común propagado por
los medios de comunicación, con
la etiqueta de Chavs[4], que asocia a las
clases populares con comportamientos antisociales, ignorancia, salvajismo y
alcoholismo. El Primer Ministro inglés David Cameron afirmó que los motines eran
producto de “un lento derrumbe moral”, con lo cual se deja ver que la pobreza y
las consecuencias que generan, en este discurso son un problema individual de
comportamiento y no un problema socioeconómico. De esta manera se legitima la
destrucción de los planes sociales del estado.
El discurso hegemónico calificó a
los acontecimientos como actos delictivos negándole el contenido social y el
carácter de protesta. Quizá el fenómeno del saqueo sin discriminación de ningún
tipo, “una explosión de consumismo sin contenido”, ayudó a que se desvíe la
atención del problema político y social, sin embargo “la falta de ética del saqueo
es una expresión radical y poco “educada” de la falta de ética del consumismo exacerbado y de la
competitividad que predomina en la sociedad capitalista”[5].
En el articulo citado de Owen Jones
es interesante ver el análisis que hace sobre como se construyó, a partir la
instalación del neoliberalismo con Margaret Thatcher, un consenso en torno a
los valores individualistas, y un cambio de mirada fuertemente estigmatizadora
de las clases populares. La prensa británica ha llegado a definir a los
individuos que participaron de los motines, en su mayoría hijos de inmigrantes
de los barrios de vivienda pública, como
“inmigrantes que viven en el lujo” o “una jauría de huérfanos salvajes que
atormentan a los barrios desheredados”. Esto ayuda a producir sentimientos de
resentimiento y la guerra de pobres contra pobres que hace que las condiciones
de posibilidad para que las sublevaciones adquieran un carácter político
unificante, se tornen sumamente difíciles. Justamente, como ya planteamos, la
posibilidad de que estos levantamientos esporádicos tengan algún efecto
positivo en términos políticos, sociales y culturales, esta determinada por establecer lazos y
objetivos en común con otros sectores
afectados de la sociedad.
[1] Fuentes: “Recorte de 400.000 puestos de trabajo
en el sector público. ¿Y qué?” en http://www.rebelion.org (11/9); “Italia,
paralizada por una huelga contra el ajuste de Berlusconi” http://www.ieco.clarin.com (7/9); “Contra el default, despidos” http://www.pagina12.com.ar (14/9); “La
viabilidad de las propuestas 'indignadas' sobre el paro, los contratos, las ETT
y los despidos” http://www.lavanguardia.com
(13/09)
[2]
Ignacio Ramonet: “Esclavos en Europa” Le Monde Diplomatique, agosto de 2001.
[3] Ibán Diaz Parra y Millie Wild:
“Guerra contra los pobres” en Viento Sur, Num. 118, septiembre 2011 http://www.rebelion.org
[4] Owen
Jones: “El orden británico contra la escoria”, Le Monde Diplomatique,
septiembre 2011. El termino chav se
define como “persona joven de extracción
popular que se viste con jogging”. En esa palabra se condensa una mirada
objetivadora mezcla de racismo y clasismo, tal como juegan otros múltiples términos
en el mundo, en Argentina se podría pensar en el de “cabecita negra” o
“piquetero” por citar algunos, con la diferencia (esencial) de que en estos
casos existió una reapropiación positiva de los términos para generar identidad
y sentar diferencias.
[5] Op. Cit.
Entrevista a Osvaldo Daicich, por Gastón Florio MEDIOS Nº11, septiembre 2011
Entrevista a Osvaldo Daicich. Co-Director de La Cocina. En el medio hay una
Ley
“Lo mejor que dio la
Ley de Medios, está por venir”
Por Gastón Florio
gastonflorio@elpancholacoca.com.ar
El próximo jueves 6 de octubre, se estrenará el
nuevo documental de Osvaldo Daicich y David “Coco” Blaustein sobre el proceso
que se generó a partir de la Ley
de Medios, tomando como protagonistas Medios independientes de todo el país. “Pareciera
que hoy prendemos la TV
y todo lo que pasa es en Capital y en el Gran Bs. As., y no es así. Dar a
conocer lo que pasa en el interior, es una apuesta súper interesante”, le
cuenta Osvaldo Daicich al grabador de El Pancho La Coca –en medio de un buen
mate uruguayo- al referir a su nueva creación: “La Cocina. En el medio hay una Ley”.
Dicho dúo, tuvo su bautismo de fuego hace dos
años presentando: “Porotos de Soja”, un documental sobre el conflicto con las
entidades patronales del 2008. Ahora, días antes al estreno de “La Cocina”, el joven Director
fundamenta la idea madre de la película, y plantea desafíos interesantes para
el futuro del mapa comunicacional del país: “Ahora hay que acompañarlo, y
también la sociedad civil, en términos de televidentes y los nuevos Medios que
se están creando, tienen que terminar de apropiarse de la Ley”.
¿Cómo
surge la idea de “La Cocina”?
Osvaldo
Daicich.- Bueno, básicamente con David Blaustein teníamos
pensado hacer una serie de tres películas,
y cuando se termina “Porotos de Soja”, unos de los personajes de la
calle, plantea: “ahora se viene la discusión sobre de la Ley de Medios”. Ya hay un
capitulo, un apartado dentro de “Porotos de Soja” que trabaja la línea de los
Medios. Quizás, a la distancia queda mas claro el rol, la función de los
medios, y como juegan en este sistema entramado. Ya Alfredo Zaiat planteaba que
había capitales múltiples dentro de esos medios, y que tenían diferentes
intereses económicos.
La idea de “La Cocina” es eso. Ver el proceso que se da en el
Congreso, la discusión y la extensión del pre-proyecto de Ley. También conocer
experiencias Federales de “comunicación alternativa”: diarios, radios y canales
de televisión que la agenda que priorizan es una agenda local y regional
mirando a lo Nacional; pero no necesariamente plantea su construcción de
noticias a partir de lo Nacional. Por eso, en la película, con Blaustein
recorrimos esas provincias, y la idea fue no tener personajes porteños;
que en la Cuidad
no sea la discusión política, ir a los lugares a ver que era lo que estaba
pasando, cual era su agenda, cual era su noticia, cual era su necesidad y cual
era la circulación de información necesaria, como para que esa realidad exista.
Que uno, si eso lo lleva a los medios Nacionales, esas mismas noticias se hacen
cuando sufren alguna catástrofe grande, alguna sequía o algún accidente en la
ruta; sin embargo esa vida social-económica-cultural-política de cada una de
las provincias, está en la invisibilidad. Si “Porotos” hizo visibles a pequeños
productores, en medio de la tensión entre “La 125” y los respectivos
sectores agrarios; “La Cocina”
también da cuenta, de la tensión de un proyecto que se concertó en muchísimas
organizaciones, pero también con experiencias comunicacionales no centralizadas
en Buenos Aires.
En la
película, encontramos Medios del interior que se organizan en formas
cooperativistas. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ellos?
O. D.- Nosotros
tenemos en la película dos expresiones cooperativistas, una es Córdoba y la
otra es Santa Fe. Uno al recorrer el mapa de las provincias se da cuenta que la
economía cooperativista brinda muchos servicios para resolver la vida cotidiana
que desde Buenos Aires no se ve. No se
ve, porque acá están subsidiados un montón de elementos y servicios por la
densidad de población. Pero para que esos mismos servicios se den en los
pequeños pueblos, en esas economías a escalas más pequeñas, las cooperativas son
la herramienta fundamental para que eso funcione. Entonces, todas estas
iniciativas brindan desde “servicios fúnebres” hasta televisión por Cable;
desde “telefonía fija” hasta lo que
puede ser un servicio de pavimento para las calles. Todos esos elementos en las
grandes economías de las ciudades, desaparecen. Pero en lugares del interior,
son elementos claves de la vida cotidiana. Tal es así, que hoy el movimiento
económico del cooperativismo a nivel Nacional es muy importante en porcentaje
dentro del Producto Interno del país.
¿Qué
expectativas tienen con “La
Cocina”?
O. D.- Y
cuando pensamos “La Cocina”
con “Coco”, la idea fue que esta película (como la película anterior) pueda
circular, y que el espectador sea el que cierre la película y que tenga la
posibilidad de poner “Play, Stop o Pausa” para que tenga la posibilidad de
discutir con su compañero cuál es la idea, cuáles son las posibilidades de los
actores que están circulando y funcionando; y que sea una herramienta de
trabajo, y de cierre para la reflexión. La idea, es no pensar un discurso con
una película que ya está resuelta, sino que el espectador pueda cerrar y ver,
en su mapa cotidiano, qué es lo que le sirve de esa línea narrativa.
Quizás,
lo anterior es coherente con lo que generó “Porotos de Soja”, y lo que sigue
generando. En lo personal, ¿te sorprendió toda la riqueza, que a muchos le
brindó para el debate y la reflexión su documental anterior de la “125”?
O. D.- Lo que
pasa que en “Porotos”, como se dice en su
inicio, Cristina Fernández hacia muy poco que había asumido; y a sólo
cinco meses, le estalla ese conflicto. Yo creo que a lo largo de ver “Porotos” y la Ley de Medios como acontecimientos de la vida cotidiana,
pasaron muchísimas cosas. Entre las cosas que pasaron, pasó el termómetro
electoral de las últimas Primarias de agosto, donde se saco más del 50%.
Entonces, los contextos son otros. Pero, de todas maneras, la ventaja de
“Porotos” es que salió casi contemporáneamente al conflicto. La diferencia de “La Cocina” es que desde la
investigación con Vanina Farias, con Magali Coopo, más Eduardo Blaustein
en el guión, pudimos darle un diálogo creativo más interesante a la hora
de pensar en que importancia tenia la construcción y la circulación de los
Medios para generar también ese “capital
simbólico” de la construcción de imágenes y de sonido. “La Cocina” llega hasta
Tribunales y ve lo que está pasando, analiza el articulo “161” de la Ley; pero también lo analiza con este tiempo a
favor de lo que fue la gestión del gobierno de Cristina. Entonces, eso genera
una especie de distancia, y permite pensar otras variables. Por eso, como
herramienta comunicacional es importante, es interesante. No hablan, en esta
película, referentes de la comunicación, de la sociología o de la política;
hablan los que están en mandato en el Congreso y el resto son experiencias
comunicacionales de tipos que trabajan diariamente para eso. Entonces, es una
película que refresca desde las imágenes, sonidos y personajes de Neuquén o de
Río Negro, Córdoba, Tucumán. Y todo eso le da un ida y vuelta de lo que pasa
acá y allá. Es interesante ver ese diálogo y ese ritmo.
Es
interesante el formato que tiene “Porotos de Soja”, respecto a su actualidad de
los sucesos, y su profundidad. ¿Por qué lo siguen eligiendo para “La Cocina”?
O. D.- El
“Coco” lo define como “Documental de Urgencia o de Emergencia”. Hay un hecho
que está pasando y es interesante documentarlo, y aparte para eso “Coco” como
productor tiene buen olfato. Es interesante documentar lo que está pasando. Por
eso otra de las posibles películas, en su momento –cuando se estreno “Porotos”-
era “El otro campo”. Fijate que ahora se está hablando sobre la tenencia de la
tierra para frenar la extranjerización. O sea, son temas que siguen calientes,
contemporáneos. Seria interesante pensar un tema, trabajar con distancia,
elaborarlo y reelaborarlo. Pero cuando hay cosas interesantes, como una Ley que
venia desde la Dictadura
y se genera otra en la democracia, para modificar el mapa comunicacional, es
interesante salir y filmarlo. Con “Coco” pensamos eso, y desde el primer día
que salimos tratamos de plasmar esa importancia histórica, y que la película, con
el tiempo, pueda tener esos climas de época. Vos ves “La 125” y “Porotos de Soja”, y
ves la tensión que había en la época, en esa película estrenada en el 2009. Y
lo mismo pasa con esta. Son como pequeñas radiografías de la situación social
que es interesante poder documentar.
¿Para
vos, que fue lo más importante que generó en la sociedad el debate de la Ley de Medios, aparte del
cambio legal que ella propone?
O. D.- Me
parece que lo mejor que dio la Ley
de Medios, está por venir. Porque esta posibilidad de abrir el mapa comunicacional
y conocerlo en un flujo de información de todas las provincias, rompiendo el
centralismo desde Bs. As., es fundamental. Ahora, cuál es la calidad, la
formación, la capacitación de esas imágenes y esos sonidos que van a salir;
bueno, no es un proceso darwinista donde lo que esta evolucionado es mejor a lo
que no está evolucionado, está bueno que convivan esos sonidos y esas imágenes.
A partir de eso, conocer y dar cuenta de esas otras realidades. Porque pareciera que hoy prendemos la TV y todo lo que pasa es en
Capital y en el Gran Bs. As., y no es así. Dar a conocer lo que pasa en el
interior, es una apuesta súper interesante. También potenció todo esto Canal
Encuentro, en su momento Telesur y el programa de “Televisión Abierta” donde
hay un acceso y una normativa tecnológica, y una capacidad de generar proyectos
pensando en esas nuevas señales. Es interesante como se está dando un proceso
de apertura y de multiplicación de voces, que no se daba antes. Ahora hay que
acompañarlo, y también la sociedad civil, en términos de televidentes y los
nuevos Medios que se están creando, tienen que terminar de apropiarse de la Ley.
¿Por
que irías el jueves 6 de Octubre al estreno de “La Cocina. En el medio hay
una Ley”?
O. D.- En
principio voy por que soy el Co-Director –se ríe- junto al “Coco” Blaustein. Pero la película es interesante, que vayan y la vean
en un cine para tener esa vieja magia de que se apaga la luz y el proyector se
enciende, es otro ámbito también el cinematográfico. Tienen que ir a verla, para
mí, por el formato del cine, que está bueno. El cine es un acto colectivo donde
los espectadores se juntan. Yo creo, que esta película también va a tener esa
instancia: en el cine o fuera del cine. Por eso el viernes 7, a la medianoche, la va a
proyectar la Tv Publica,
y después va a circular. O sea, la película va a tener su Web, para el que no tenga ganas o no pueda ir
al cine, la pueda ver; porque también es una película como herramienta.
"Boedo, Tierra Santa" por Pablo Perez SOCIAL Nº11, septiembre 2011
BOEDO, TIERRA SANTA
“Ha entrado usted alguna vez a un estadio vacío?
Haga la prueba. Párese
en medio de la cancha y escuche.
No hay nada menos vacío
que un estadio vacío.
No hay nada menos mudo
que las gradas sin nadie”
E. Galeano
pabloperez@elpancholacoca.com.ar
Tenía razón Manzi al rezar que a este costado
del sur ya nunca lo verás como lo vieran…
Caminar hoy por el barrio de Boedo es acercarse a la leyenda de lo que fue y
hoy no es. Es reconocer viuda a la vieja Avenida La Plata, sin su desaparecido
esposo de metal y tablón. Algo falta desde hace 29 años.
Era 1982 y la última dictadura cívico militar
argentina comenzaba a retirarse. Tras su paso dejaba un charco de sangre y
silencio, una economía de rodillas y los lazos sociales fracturados. Ese mismo
año era desguazado el estadio del Club San Lorenzo de Almagro. Grúas y camiones
circulaban por Avenida La Plata
trasportando los restos del Gasómetro.
El intendente de facto de la Ciudad de Buenos Aires,
Brigadier Osvaldo Cacciatore, daba rienda suelta a sus ínfulas de urbanista y
diseñaba nuevas arterias y trazados en la Capital. En el marco
de su plan de reordenamiento urbano entendió que el barrio de Boedo necesitaba
de la apertura de las calles Muñiz y Salcedo. Esto, sumado al plan de
construcción de viviendas y escuelas en el sur porteño, le brindaba al gobierno
la oportunidad de cobrarse una deuda impositiva con el Club fundado por un
grupo de jóvenes bajo el amparo de un viejo cura salesiano.
Ahora bien, ¿qué otro tipo de planes estaban
entreverados con estos planes urbanísticos? Los nuevos diseños para el barrio
de Boedo apuntaban también a
reconfigurar –o desconfigurar- los andamios de los lazos sociales y
comunitarios barriales, concretando a nivel local las operaciones para desmantelar
la cultura popular y la participación social. El exterminio de los espacios de
encuentro y solidaridad entre vecinos, como los clubes, eran un objetivo. Pero
además, San Lorenzo se convirtió en un blanco particular, ya que había tenido
una conducta políticamente “incorrecta”. Por ejemplo, se había negado a tener
gestos de complicidad y aprobación al Gobierno Nacional durante la organización
del mundial de fútbol del 78. Sumado a
esto, el Club nunca nombró socio honorario a ningún integrante de las armas
gobernantes, como sí lo habían hecho en otros clubes, los cuales fueron
altamente beneficiados durante el mismo período. Asimismo, nueve desaparecidos
de San Lorenzo eran reconocidos por su práctica social y deportiva dentro de la
institución, mientras otros tantos eran reprimidos por las fuerzas del orden al
pedir la reapertura del club. Todos estos sucesos se entremezclaban con el
recuerdo de Don Pedro Bidegain, presidente del Club que conoció la cárcel de
Ushuaia en tiempos de Uriburu por estar ligado al gobierno democrático
desplazado por los infames.
Claro que el objetivo político no era el único
que proyectaba Cacciatore. Luego del saqueo y la destrucción, el predio de
Avenida La Plata
fue vendido a una sociedad fantasma constituida ad hoc al insignificante precio
de U$S 900.000. Se confirmaba entonces la mentira de la reasignación urbana. La
apertura de calles, la construcción de
viviendas y escuelas eran una nueva estafa de parte del intendente de facto.
Dos años más tarde y en una de las últimas
decisiones de la intendencia dictatorial, el lote que supo ocupar San Lorenzo
era sometido a una nueva rezonificación que ahora permitía la construcción de
espacios comerciales. Poco tiempo después, se hacía del terreno una firma
francesa de hipermercados por la suma de U$S 8.000.000.
La resignación de los vecinos y los socios
ante semejante desfalco solo puede ser
entendida en el contexto de la oscuridad y el plomo. Y fue así, con dolor, que
soportaron la derrota, el engaño y la
pérdida, no sin guardar una esperanza apretada contra el pecho.
Cuando se cumplían 19 años del último partido
jugado en el desaparecido estadio, una tarde de diciembre de 1998 el
historiador y socio Adolfo Res pronunció por primera vez aquello que muchos
soñaban. “Es posible volver a Avenida La Plata, es posible volver a nuestra Tierra Santa”,
dijo, aunque, en pleno menemato, pocos fueron los vecinos y sanlorencistas
crédulos.
Pero todo cambió con la llega de Nestor Kirchner
al gobierno. La reapertura de las causas por delitos de Lesa Humanidad permitió
revisar el actuar económico, social y cultural de los intendentes y
gobernadores de facto. La historia de la apropiación de la tierra añorada
comenzó a transmitirse y caló hondo en los más jóvenes, quienes se convirtieron
en motor y sostén del reclamo. Conferencias, charlas, textos, blogs, juntadas y
marchas comenzaban a gestar un clima de compromiso y esperanza. La vuelta a
Boedo comenzaba a sumar adherentes de diversas procedencias y espacios: las
Madres de Plaza de Mayo –quienes dedicaron una jornada en el ECUNHI (Ex. ESMA)
a la discusión y difusión de la causa sanlorencista-, el Juez Zafaronni,
diputados porteños y nacionales de distintas fracciones políticas y diversas
personalidades de la cultura.
Volver a Boedo es, más allá o junto con el
fervor por un equipo de fútbol, la posibilidad de reconstruir los lazos
sociales y recuperar un espacio cultural y deportivo en el sur postergado de la Ciudad. Es la lucha por
la victoria de lo comunitario sobre la fragmentación social. Es ver la
resurrección de un barrio y sus protagonistas en el escenario de la calle y el
club: los pibes jugando, los viejos reuniéndose, las familias celebrando los
carnavales, los jóvenes en recitales y fiestas, los vecinos gestando programas
de cultura popular como la biblioteca Osvaldo Soriano… Es la primacía de la memoria sobre el olvido.
Es un acto de justicia.
La peregrinación del sueño está en marcha. El
jueves 8 de septiembre se aprobó en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la
conformación de la
Comisión Especial que buscará que el Proyecto Social,
Cultural y Deportivo de Reparación Histórica nacido de los hinchas y socios del
Club San Lorenzo de Almagro sea tratado y aprobado. Dicho proyecto fue
acompañado en su anterior presentación en la Comisión de Deportes por
40.000 simpatizantes del Club de Boedo frente a la Legislatura Porteña.
Quizás éste sea el tiempo en el que las voluntades y las convicciones políticas
se aúnen para hacer posible que, como dice Eduardo Bejuk, “en avenida La Plata,
bajo el sol de una tarde cualquiera, un pibe se ponga en la fila para entrar a
la cancha, mientras el viejo le acaricie la cabeza”.
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