TAPA NÚMERO 11, septiembre 2011



EDITORIAL NÚMERO 11, septiembre 2011


Primavera latinoamericana


  Septiembre empieza con los últimos días fríos y se despide entre tardes calurosas y noches frescas, ideales para tomar una cerveza con amigos o un amante. Es también un mes, como todos, para ejercitar memoria, pero con un condimento especial: la vida floreciendo, regalándonos aromas y texturas que nos envuelven en un abrazo con nuestra Madre Tierra.
  Pese a que el bombardeo mediático de este mes intente convencernos de que el único 11 de septiembre memorable y repudiable es el “9-11”; nosotros sabemos que hay otros 11 de septiembres, que justamente ellos quieren borrar de nuestra memoria. Allá en ese septiembre de 1973, a nuestros hermanos chilenos les arrebataban la esperanza de la revolución desarmada. El sueño del socialismo por la vía pacífica se esfumaba a fuerza de un golpe con apoyo de las grandes corporaciones económicas, de la mano de balas y de muertos; para después instalarse en nuestro país, bajo la misma metodología y el mismo terror. Hoy, esa misma “Patria chica, por que no pudo ser Patria Grande”, lleva a cabo del brazo de sus estudiantes una lucha por la educación, pero no sólo eso (que ya es bastante) sino una lucha por volver a poner en sus manos el futuro. La juventud chilena y latinoamericana parece querer hacerse carne de la pluma mágica de Pablo Neruda: “podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.
  Septiembre es también mes en el que se festeja el día del maestro y el día del estudiante. La historia oficial argentina se ha encargado de tallar en bronce al denominado “padre del aula”, Domingo F. Sarmiento. Ese visionario que en el Siglo XIX luchó por la escuela “laica, universal y gratuita”, también representa al acérrimo defensor de una conciencia europeizante, a la que le repulsa el contenido autóctono, originario y de nuestra América profunda. Por eso nosotros ese día, elegimos compartir a otros pedagogos latinoamericano como José Martí, Paulo Freire o Arturo Jauretche, y también las luces de Sarmiento, pero recordando siempre la otra cara.
  Con el grato calor de un buen mate, volvemos para compartir con ustedes cantidades de temas que hacen a lo que pasa acá, en el Orinoco o en el Viejo continente colonizador; pero claro, enfocándonos en nosotros. Entonces, este nuevo número de El Pancho La Coca se acerca para recordar y repudiar a los que alguna vez han cortado las flores de nuestro pueblo y, por qué no, para ser parte de una nueva primavera latinoamericana.

Entrevista a Martín Sabbatella, por Andrés Cottini POR ACÁ Nº11, septiembre 2011

Entrevista a Sabbatella
“SCIOLI ES UN TIPO QUE SE ACOMODA A LOS VIENTOS QUE SOPLAN”

Por Andrés Cottini
andrescottini@elpancholacoca.com.ar

Martín Sabbatella habló con El Pancho la Coca. El referente de Nuevo Encuentro plantea una clara adhesión al modelo kirchnerista pero no deja de ser crítico a la gestión de Scioli en la provincia. Sin embargo, no duda en afirmar que si el escenario después de las primarias ponía en peligro la bandera política de la provincia, “hubiese obligado a Nuevo Encuentro a sentarse a discutir qué es lo que correspondía hacer”. Lo cierto es que el escenario es muy distinto y “el 23 octubre no sólo se elige gobernador de la provincia sino que también se puede votar pensando a futuro, pensando en la construcción de esta fuerza, pensando en que la provincia puede estar mucho mejor”. Pasamos a la entrevista:

Es  de público conocimiento tu adhesión y la de Nuevo Encuentro al proceso iniciado en 2003 ¿Por qué, entonces, presentas una alternativa en la provincia?

Bueno porque creemos en lo que inauguró la argentina desde 2003, este proceso político tan interesante, tan transformador, tan rupturista, que construye un nuevo paradigma, que recuperó el rol del Estado, el valor de lo público, que marcó un camino distinto, que permitió que la Argentina empezara a crecer, a desendeudarse, a incluir. Este proceso que vive la Argentina necesita también tener un anclaje territorial y social con la misma fuerza, con la misma potencia, con el mismo coraje, con la misma vocación y con los mismos principios. Y creemos que en la provincia eso no sucede. Creemos que la provincia de Buenos Aires no expresa lo mismo que el gobierno nacional, no expresa la misma vocación transformadora. Entonces, la propuesta de Nuevo Encuentro tiene que ver con eso, con estar convencido que hay que defender el rumbo, que hay que defender el camino. Que hay que defenderlo tanto por los pasos positivos dados, como por lo que falta. Es este camino el que permite defender lo hecho y también el que permite profundizar para avanzar en lo pendiente. También es necesario construir herramientas políticas nuevas que puedan estar más en sintonía, más acordes a los debates nacionales que está viviendo la Argentina. Y por eso, la propuesta de Nuevo Encuentro es poner a la provincia de Buenos Aires en sintonía con lo que está viviendo el país.
Creemos que Scioli expresa un pensamiento más conservador, expresa una propuesta que tiende a administrar o gobernar el status quo y administrar la realidad y no a producir las transformaciones que la provincia necesita tanto para mejorar la calidad de vida de los bonaerenses y las bonaerenses como también para poner a la provincia con más fuerza a defender y profundizar el camino nacional.

¿Cuales son los puntos precisos en los que no estás de acuerdo con Scioli?

Desde el punto de vista político, vos sabes que yo todos estos días de cara al 14 de agosto, en muchos lugares y en distintas oportunidades expresé las diferencias con Scioli y creo que él en estos días nos ha ayudado a explicar cuales son nuestras diferencias. Lo ha simplificado él mismo cuando llama a Menem para felicitarlo por la resolución de la justicia que lo absuelve y expresa su cariño, gratitud y alegría. Eso demuestra claramente una profunda diferencia. Para nosotros no hay nada del menemismo ni de Menem que nos produzca gratitud, porque creemos que ha sido un personaje nefasto que ha destruido la Argentina y que ha generado los peores años después de la dictadura de políticas neoliberales y política antipopulares. Entonces, él mismo con sus propias palabras expresa las diferencias pero bueno uno lo amplifica en políticas públicas y se puede ver en muchos aspectos.
En materia de políticas sociales, la decisión que tiene el gobierno en profundizar políticas distributivas, de asignaciones universales, las extensiones de las jubilaciones, no se condice con una provincia que la inversión en políticas sociales es más del 20% por debajo de la media provincial.  O en políticas educativas, donde también está por debajo de la media del conjunto de todas las provincias. O en viviendas donde hay una decisión muy fuerte del gobierno nacional de trabajar en ese sentido y la inversión en la provincia es solamente del 0.94% de su presupuesto. O la diferencia que se expresa con claridad en las políticas de seguridad donde la provincia expresa conceptualmente algo absolutamente distinto a lo que expresa el gobierno Nacional con el Ministerio de Seguridad, y con la designación de Nilda Garré que habla de políticas vinculadas a la seguridad democrática, al gobierno civil de la seguridad pública, a la conducción política y civil de la fuerza de seguridad para enfrentar el autogobierno y hacer las transformaciones que necesitan esa fuerza.
En la provincia todo lo contrario, un discurso manodurista, un discurso que busca el show mediático efectista, que habla de crecimiento de las penas como criterio único de políticas de seguridad. Que no tiene un abordaje integral como la política de seguridad que se necesita. Quiero decir, se ve en los resultados también. La política de seguridad en la provincia es conceptualmente equivocada, peligrosa y además es absolutamente ineficiente ¿no? Por ejemplo, para hacer las transformaciones en la fuerza policial se necesita tener policía comunitaria en los distritos, se necesita transformar la concepción, los protocolos de trabajo de la policía para darles mejores condiciones, enfrentar los nichos de corrupción aliadas a las redes delictivas que también pueden estar en las cúpulas policiales y para eso es necesario renovar la política. Pero para eso hay que tener coraje, decisión política y voluntad de hacerlo.

¿Cual es la situación actual de los avances que había realizado Arslanian?


Bueno, con Arslanian fue un proceso que generó muchos avances. Nosotros compartimos muchas de esas políticas aún sin haber sido oficialistas en ese proceso porque no pertenecíamos a la fuerza política que gobernaba, ni a la fuerza política que llevó a Arslanian al ministerio. Pero el avance en políticas públicas vinculadas a un abordaje integral de la seguridad, nosotros lo compartimos. Y lo que hubo fue un profundo retroceso desde la llegada de Scioli, una suerte de contrareforma que enfrentó las realizadas por Arslanian. Se volvió al autogobierno provincial, y se volvió a quedar entonces la estrategia de la provincia de Buenos Aires en la policía bonaerense. Que insisto, es una policía que necesita profundas transformaciones reivindicando el esfuerzo que hace la inmensa mayoría de la policía que sale y pone el cuerpo cotidianamente pero necesita transformaciones, necesita policía comunitaria para el delito menor, el delito urbano a cargo del poder político local. Necesita mayor capacitación, formación, mejor salario, mejor logística para esa inmensa mayoría de la policía e insisto, necesita una fuerte política de lucha contra los nichos de corrupción que existen en las cúpulas asociadas a las redes delictivas. Eso implica asumir la responsabilidad de enfrentar estas cosas, que es lo que hay que hacer.

¿Que hubiese pasado si las Primarias daban un panorama distinto, con un De Narveaz mucho más cerca de Scioli, al punto que corría el riesgo la bandera de la provincia?


Eso hubiese generado una discusión en nuestra fuerza. En Vicente López , por ejemplo, después del resultado del 14 agosto, decidimos bajar la lista frente a la amenaza de que pueda existir un triunfo de la derecha explícita en Vicente López. Nuestra fuerza con mucha coherencia, con mucho coraje también, con mucha voluntad política, con mucho principio, retiró la lista porque obviamente la prioridad para nuestra fuerza era no ser funcional al avance de la derecha en Vicente López como punta de lanza de la estrategia de la derecha Macrista en la Argentina y si bien somos absolutamente críticos del gobierno de García y somos opositores al gobierno de García y hemos estado enfrentando las políticas públicas que no compartimos de su gobierno y nuestra fuerza política ha estado y está comprometida por ejemplo en las marchas contra el Vial costero, sufrido las represiones mismas que se han llevado adelante desde el gobierno de García por esas movilizaciones. Aún con todo eso nuestra fuerza política, expresando coherencia y expresando claridad en lo que está en juego en la Argentina, deciden retirar la lista para no facilitar el triunfo de Macri entendiendo que todo lo que soñamos hacer en Vicente López se aleja si Macri es intendente y en ese sentido se retira la lista de Nuevo Encuentro pero no cambia la posición sobre García y sigue sosteniendo que Vicente López necesita construir una alternativa que sea superadora.
Con ese mismo criterio, si hubiese habido una elección ajustada en la provincia, hubiese obligado a Nuevo Encuentro a sentarse a discutir qué es lo que correspondía hacer. Ahora, lo que cierto es que el 14 agosto hubo una elección que, al revés de eso, facilita entonces la posibilidad de votar más libremente la opción de futuro. Porque esa derecha, esos sectores conservadores que invitan a retroceder no han tenido apoyo en la sociedad y de hecho De Narváez sacó casi la mitad de los votos que sacó en 2009, Margarita Stolbizer sacó mucho menos, y en ese sentido uno puede decir que los que invitaban a retroceder, los que invitaban a volver a las políticas que ya fracasaron, no han tenido aceptación, por lo tanto la provincia no tiene ese riesgo. Eso libera para poder votar con absoluta tranquilidad pensando en futuro, pensando en la fuerza que necesita la provincia de Buenos Aires, pensando en la fuerza que necesita Cristina, pensando en la fuerza que necesita este rumbo y dándole más fuerza a Nuevo Encuentro. Por eso digo que el 23 octubre no sólo se elige gobernador de la provincia sino que también se puede votar pensando a futuro, pensando en la construcción de esta fuerza, pensando en que la provincia puede estar mucho mejor.

Pusiste en la misma balanza a De Narvaez y a Margarita Stolbizer. Se desprende una pregunta entonces, ¿Que es el FAP (Frente Amplio Progresista) para vos?


Lamentablemente una fuerza política no es sólo su historia, no es lo que dice querer construir a futuro, sobre todo la fuerza política es lo que hace. Y es lo que hace cuando le toca actuar. Lamentablemente, muchos de sus sectores se han convertido en la pata progresista de la estrategia conservadora de la Argentina y en muchos casos han sido sectores que han trabajado con el “Grupo A” en políticas que defendían los intereses corporativos. Entonces, lo que los describe más en este momento histórico, es su posesionamiento político. Es difícil hablar de progresismo si vos sos una fuerza política que algunos de sus componentes, estaban brindando con champán en la plaza de los españoles con el concepto de las retenciones o si algunos, que hablaron toda la vida de defender las jubilaciones en manos del estado, cuando se trató el tema para recuperarla del Congreso, votaron en contra o algunos de sus miembros se levantaron para no votar la ley de medios. En definitiva, en la práctica, más allá de su historia y lo que cada uno exprese como fuerza política, terminan estando a la derecha del actual proceso político argentina. No puedo decir que son dirigentes de derecha porque no es justo pero digo que en la práctica su posicionamiento político terminan colocándolo a la derecha y favoreciendo las estrategias de los sectores más conservadores.

¿Cual es el peligro, pensando en un 2015, de un Scioli fortalecido como todo anuncia?

En este momento, todo lo que acompaña la reelección de la actual presidenta, es importante porque son sectores de distintos lugares pero es cierto que hay una discusión a futuro que tiene que ver con cómo continúa este proceso político y como se profundiza este rumbo. Y yo si bien a Scioli lo veo en este lugar, Scioli es un tipo que se acomoda a los vientos que soplan, y mientras sopla Cristina, bueno eso tiene menos riesgo; pero si le toca soplar a él, por supuesto eso es difícil porque él sopla desde su núcleo de ideas, principios, valores, concepciones que no son las nuestras, e insisto, no son las que se ordena en las políticas públicas nacionales. Yo creo que hay un debate futuro que tiene que ver con cómo este proceso político logra parir una fuerza política capaz de defender esto para profundizarlo con convicciones y no con conveniencias. Y en ese debate yo tengo dudas donde va a estar Scioli.

"No justifico la tortura pero me la explico" por Gerónimo López POR ACÁ Nº11, septiembre 2011

“NO JUSTIFICO LA TORTURA PERO ME LA EXPLICO”


Por Gerónimo López

A 28 años del retorno de la democracia a nuestro país, Casilda -una localidad agrícola-ganadera de 45.000 habitantes ubicada al sur de la provincia de Santa Fe- “conserva” la figura de un cura denunciado por delitos de lesa humanidad.
Su nombre es Eugenio Segundo Zitelli, quien se desempeñó como capellán de la jefatura de Rosario, lugar donde funcionó un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar.
En el marco de la causa Díaz Bessone (ex Feced) se investiga al capellán por la presunta comisión de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados y asociación ilícita calificada, junto a sus superiores, los generales Ramón Genaro Díaz Bessone y Leopoldo Fortunato Galtieri, y el jefe de policía rosarina, Agustín Feced. La denuncia fue presentada por el grupo casildense Unidos Por la Memoria y ANte el Olvido (UMANO), Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, Liga Argentina por los Derechos Humanos y APDH de Rosario.
Entre las pruebas aportadas, se hallan fuertes dichos de víctimas y testigos, y  declaraciones vertidas por el mismo Zitelli en un programa local llamado “Contraluces” emitido en el año 1995, en el cual hace mención a los represores como sus “pares y compañeros”, y se refiere a los detenidos políticos como “presos especiales”, además de expresar abiertamente que “no justifica la tortura pero se la explica”, arguyéndola como un método para la obtención de información. En este contexto, más de una decena de testimonios implican al párroco y uno de los que más lo compromete asegura que Zitelli le dijo que “usar la picana está bien porque estamos en guerra y es un método para obtener información política”.

Los derechos humanos y el compromiso político

A raíz de la acusación presentada, el Concejo Deliberante de Casilda sancionó, de manera unánime, un proyecto de declaración para pedir a la Justicia que investigue el accionar de Zitelli durante la última dictadura. Sin embargo, a la denuncia de los organismos de derechos humanos la apoyaron con sus firmas cinco de los siete ediles que forman el cuerpo, ya que los concejales oficialistas del peronismo federal prefirieron no hacerlo.
Por su parte, el Concejo Municipal de Rosario votó por unanimidad una declaración política de apoyo y acompañamiento a la denuncia presentada.

La participación de la iglesia en la dictadura militar

Jurídicamente, este caso tiene similares características con el caso del capellán Von Wernich, que fue uno de los portavoces de la iglesia, presente en las torturas y que “consolaba” a los detenidos desaparecidos. Éste fue sentenciado por un Tribunal de La Plata, que consideró que “la sola presencia en los centros clandestinos de detención es una tortura en sí misma”.
El periodista Horacio Verbitsky publicó recientemente “La mano izquierda de Dios”, el cuarto título de “Historia política de la Iglesia Católica”, que trata acerca de la incidencia de la iglesia católica en la última dictadura militar, señalando la complicidad y la participación activa que tuvo en ese momento el clero castrense en el terrorismo de Estado. En dicho trabajo, el periodista realiza un examen sobre el accionar de Iglesia Católica, y en particular sobre el ex capellán Zitelli en la provincia de Santa Fe. Cabe destacar que, en el mes de febrero, Verbitsky presentó el nombrado libro en la ciudad de Casilda y sorprendió la concurrencia y participación a teatro lleno de parte de una sociedad que se define por su idiosincrasia conservadora y por no “involucrarse demasiado” en determinadas cuestiones que puedan modificar el status quo existente.

El silencio y la impunidad

Hace unos años Zitelli fue nombrado monseñor y continúa cumpliendo funciones en la iglesia San Pedro Apóstol de la ciudad.
Sus últimas apariciones públicas fueron en el acto del bicentenario argentino, subido al palco principal con las autoridades políticas locales y paradójicamente también participando de la misa ofrecida por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, quien tuvo a los Derechos Humanos como política de Estado iniciada con la derogación de las leyes de punto final y obediencia debida y los juicios a los represores, y se comprometió activamente en la lucha y defensa de los mismos.
Pese al silencio y la “complicidad” de la mayoría de la clase política y de los habitantes, los casildenses sensatos, deseosos de justicia y de no ser partícipes de este escenario, pretenden el pronto juicio y castigo a este personaje oscuro que sigue en la cotidianeidad deambulando por las calles de la ciudad, oficiando misas y actos democráticos, y encarnando la impunidad en todas sus dimensiones.-


"La persecución financiera del CIADI" por Modesto Guerrero NUESTRA AMÉRICA Nº11, septiembre 2011


 La persecución financiera del CIADI


Por Modesto Emilio Guerrero*

Como si se tratara de una conspiración financiera internacional o de una nueva "crisis" de la deuda externa, varios países latinoamericanos viven en vilo por los fallos del tribunal internacional del CIADI. Llama la atención que los más agredidos por este organismo judicial del Banco Mundial son los regímenes remisos al control imperialista, considerados "progresistas", o de centro izquierda". Venezuela, Argentina, Ecuador,  y Bolivia son los cuatro más demandados por las multinacioales en el CIADI.

Desde hace casi una década, varios países latinoamericanos y muchos del tercer mundo viven pendientes de los juicios de un tribunal internacional conocido como Centro Internacional de Arreglo de Controversia sobre Inversiones (Ciadi), dedicado a procesar demandas millonarias de empresas multinacionales contra los Estados.
Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela y México acumulan facturas por unos 80.000 millones de dólares en juicios por decisiones gubernamentales que afectaron in­­versiones radicadas en sus economías. Esta suma escala a casi 200.000 millones de dólares si ampliamos el mapa de juicios a los más de 60 paí­ses de América latina, Asia y África que esperan sentencia en el Ciadi.

Esta entidad fue fundada en 1965 para proteger las inversiones externas directas mediante Tratados de Protección. “Las demandas solamente pueden ser planteadas por empresas contra Estados y no al revés. No hay una instancia superior, en consecuencia, las decisiones del Ciadi son inapelables e irrevisables”, señaló en 2007 el economista belga Alan Goods, motivado por la denuncia del Ciadi que hicieron tres Estados de la Alianza Bolivariana de las Américas, Alba. Según datos del sitio especializado en deuda externa con sede en Bruselas cadtm.org, de las 252 sentencias emitidas hasta 2009, un total de 250 las perdieron los Estados.

Una revisión de los documentos de esta entidad evidencia que la montaña de dinero a cobrar es el resultado de la cantidad de Tratados de Protección de Inversión firmados por cada país en las últimas dos décadas. El 72% de los juicios actuales figuran desde 1991, cuando el neoliberalismo campeaba por el mundo. En sus primeros 35 años de existencia se firmaron 602 Tratados de Protección de Inversiones entre Estados y empresas, mientras que en casi la mitad de ese lapso, 18 años, se triplicaron hasta llegar a los 1.857 Tratados (Sonia R. Jiménez, Unam, México 2009).

Hasta el año pasado, ciento cuarenta y siete países habían aceptado sus normas, pero actualmente varios gobiernos tratan de alejarse del Ciadi. Esta tendencia fue inaugurada por Bolivia y Ecuador entre 2007 y 2009, cuando ambos Estados renunciaron al organismo para no pagar las demandas millonarias a favor de empresas extranjeras afectadas por decisiones oficiales. Ecuador fue sentenciada a pagar 12.000 millones de dólares y Bolivia unos 4.000 millones. Desde entonces, otros cuatro países de nuestro continente, cinco del Medio Oriente y tres de Europa oriental intentan huir de este tribunal.
Guiados por las estadísticas del Ciadi/Banco Mundial, desde el año 1975 hasta 2011, su Tribunal Internacional de Controversias, con sede en Washington, juzgó y resolvió sobre 228 juicios contra 98 países. En 81 casos perdieron Estados de América latina y el Caribe, le siguió África negra con 45 resoluciones en contra, Asia con 34, los gobiernos del mundo árabe con 28 sentencias desfavorables; el resto de los juicios tuvieron que pagarlos nueve Estados europeos de la ex Urss, Turquía y los pequeños países de la lejana Asia.

La Argentina es la nación con más demandas en contra dentro de los tribunales del Ciadi. Un total de 58 causas desde el año 2002 en adelante por las que deberá sufragar alrededor de 20.000 millones de dólares, luego de negociar una rebaja de casi 30.000 millones en 2009.

En América latina le sigue Venezuela con 22 demandas a un costo aproximado de 42 mil millones de dólares en expedientes, más del total de sus reservas actuales (Dr. Luis Britto García, Aporrea, Caracas 18/01/11).

Los tratados de inversión se pactan por alrededor de 10 años. Argentina estaría más presionada porque sus juicios comenzaron entre 2001 y 2003. Aunque en el país caribeño aparecieron casi todos entre 2007 y 2009, cuando se nacionalizaron y expropiaron más de 60 propiedades, el monto supera el doble de Argentina. En ambos casos la presión sobre sus reservas y finanzas será la misma.

La mayoría de las sentencias del Ciadi recaen sobre países latinoamericanos que pertenecen a la Unión de Naciones del Sur (Unasur) y al Alba, que sostienen políticas autónomas respecto de los principales organismos financieros internacionales. En este contexto, se justificaría la expresión del intelectual venezolano Lusi Brito García, quien calificó lo que hace el Ciadi, como un “golpe judicial”.


"Ni un paso atrás" por Mauricio Amiel NUESTRA AMÉRICA Nº11, septiembre 2011

NI UN PASO ATRÁS

Por Mauricio José Amiel
mauricioamiel@elpancholacoca.com

¿Cómo percibir, desde acá, desde todo el ancho de un país de por medio, a pesar de toda la información, de la comunicación satelital, del material audiovisual, cómo percibir, digo, en su justa medida, lo que está sucediendo en Chile en este preciso instante? Universidades en constante movilización. Secundarios que hace seis meses no tienen clases y en los cuales 70 mil estudiantes rechazan el plan estatal "Salvemos el año escolar" por juzgarlo una solución no pedagógica, tomando posición frente a la constante discusión cuando al momento de luchar por una mejor educación se suspenden las clases. Mi opinión es la suya: más vale tardar un año más en hacer el secundario si lo que se busca es hacer que el acceso a la educación sea irrestricto. Más vale formarse como ciudadanos responsables que toman partido en la construcción de la sociedad y de la presente, del futuro y de la historia que se hará de ello. Sobre todo cuando la unión es tan fuerte y la situación que se busca cambiar no incluye sólo el ámbito de la educación: Chile sufre ahora los efectos de un desigual crecimiento de la economía generado por las políticas neoliberales que su parlamento pinochetista impulsa, bancado en gran medida por una clase media que se beneficia –sólo aparente y momentáneamente- con ellas. La gestión actual tiene el apoyo popular por el suelo –y la tendría enterrada ya sino fuera por el golpe mediático que fue el rescate de los mineros y por los pinochetistas asumidos- y los estudiantes representan en este momento el desafío más grande con el que tiene que lidiar el gobierno. Porque hasta ahora lo único que han hecho es lidiar; no ha habido por parte del gobierno de Piñera, ni con el anterior ministro –que provenía del Opus Dei- Joaquín Lavin, ni con Felipe Bulnes, el actual, voluntad de acceder a los justos reclamos de los estudiantes. Y que se entienda, de todos los estudiantes, porque la movilización no la lleva adelante solamente, como sucede acá, el sector público, por una clara razón: todas las universidades y la mayoría de los colegios son pagos. El gobierno sigue proponiendo parches y aceptando sólo a medias las propuestas de los movilizados. Giorgio Jackson, presidente de la Federación de estudiantes de la Universidad Católica, lo expresa mejor: “no existe verdadera voluntad por parte del gobierno de cambiar el escenario ni de cambiar las injusticias que se viven hoy día en el sistema educacional. El gobierno no quiere tener un diálogo constructivo, sino más bien ejercer presión para desgastar el movimiento, que ha tenido eco en la mayoría del país”. [1] De hecho, Piñera y asociados esperaban que la movilización cayera después de la tragedia aérea que conmocionó a gran parte del país, pero eso no sucedió. El 22 de septiembre, mientras él estaba en la Asamblea de las Naciones Unidas diciendo que su gobierno “está a favor de una causa noble, grande, hermosa como es dar educación de calidad para todos los jóvenes” [2], 180 mil personas se movilizaban por el centro de Santiago contradiciéndolo.
Al gobierno de Piñera parece no importarle en nada, y sigue en su postura de denigrar la organización estudiantil. Denigrar y reprimir: nunca olvidemos que el conflicto se ha cobrado, tristemente, la vida de un pibe, Manuel Gutiérrez, de 16 años, que fue alcanzado por una bala que salió del arma de un carabinero.
A la fecha el panorama es ese. Un gobierno tan intransigente en su postura neoliberal de mantener una educación privatizada prácticamente en su totalidad, para la cual su único aporte son créditos que los estudiantes tardan largos años en pagar, frente a una movilización que aglutina a todos los sectores de los estudiantes –y en menor medida a docentes y padres- que a la par que va ganando apoyo popular[3] también se muestra intransigente en su lucha por lograr la anhelada educación pública.
Les dejo, de yapa, algunos de los cantitos que se oían en las marchas: “Menos plata pa’ los tanques, más plata pa’ los estudiantes” “No hay beneficio sin sacrificio” “Nuestros hijos no pasarán de curso, pero pasarán a la historia”.          

"El estallido en la Vieja Europa" por Sacha Pujó GLOBO Nº11, septiembre 2011

El Estallido en la Vieja Europa

“La era del hielo se acerca, el sol se hace más fuerte,
Se aguarda un colapso, y el trigo apenas crece,
Los motores se detienen, pero no tengo miedo,
Porque Londres se esta incendiando y yo, yo vivo junto al río”

The Clash  -“London Calling”

Por Sacha Pujó
sachapujo@elpancholacoca.com.ar

En el mundo actual nos encontramos muy lejos de aquella época de apología generalizada del capitalismo donde, tras la disolución de la URSS y los estados de bienestar de las socialdemocracias, se aseguraba el triunfo eterno del sistema y el fin de la historia. La globalización del capital y el achicamiento de los estados, con la consecuente incapacidad de regulación sobre los mercados se presentaban como la mejor manera de asignar y distribuir el producto social. Sin embargo, la actual crisis mundial que emerge en 2008 pone en cuestión estas ideologías y creencias. La situación crítica de las economías europeas y estadounidense lo demuestran.
Todos los días las noticias informan acerca de la caída de las bolsas, de las huelgas y despidos, de los “planes de austeridad” y de los temores frente a las quiebras y la incapacidad de pago de la deuda de países como Grecia, España o Italia. Al respecto la Canciller Alemana Angela Merkel, ante el riesgo de la bancarrota griega y  lo que pueda producir en la Eurozona y el Euro como moneda, advirtió: “lo que menos necesitamos ahora es intranquilidad en los mercados financieros. La inseguridad ya es suficientemente grande” (Página 12, (14/09/11). Es decir que hay que satisfacer a los mercados financieros y aplicar las recetas del FMI y el Banco Central Europeo.
En este panorama la solución que encuentran los gobiernos es destruir el empleo y los derechos sociales: Inglaterra plantea despedir a 400 mil empleados públicos que van a sumarse al casi millón de jóvenes desempleados; Grecia pretende seguir con la limpieza y va a despedir a 20 mil empleados de empresas públicas; en Italia el pasado 6 de septiembre se realizó una huelga general contra el plan de ajuste y flexibilización laboral y se esbozan mas medidas de ese carácter si el gobierno no da marcha atrás; en España continúan las movilizaciones y demás formas de protestas del movimiento de Indignados que nació en mayo y actualmente lanzó una plataforma de propuestas que esta siendo analizada por los distintos actores[1].

La expresión del malestar social

Se ha generado un malestar social que en ocasiones irrumpe violentamente, como los disturbios acompañados de saqueos, incendios y destrucción en general, ocurridos recientemente en Londres, que recuerdan a la quema de autos en Francia de 2005 llevada adelante por los hijos de inmigrantes  que no tienen acceso al mercado de trabajo. Esa clase de manifestaciones pareciera ser una descarga espontánea y sin rumbo del descontento y el malestar, ya que no se plantean una organización política con objetivos concretos. Por otro lado están las protestas de jóvenes universitarios desocupados, trabajadores y sectores calificados que han perdido su empleo, a través de movilizaciones y huelgas generales contra las “políticas de austeridad” que avanzan brutalmente sobre lo que queda de los estados de bienestar.  
La globalización, como tendencia del capital a mundializarse, ha exacerbado sus efectos negativos sobre la población mundial: “las empresas multinacionales, al deslocalizar sus centros de producción a escala mundial, ponen en competencia a los asalariados de todo el planeta con un objetivo: minimizar los costos de producción y abaratar los salarios”[2]. Ante la amenaza de trasladar los centros fabriles, los trabajadores se ven obligados a rebajar sus salarios y las condiciones de trabajo. Incluso la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado informes que demuestran la existencia de explotación laboral cercana a la esclavitud en los países de la Unión Europea, donde se aprovecha el fenómeno de la inmigración ilegal para abaratar la fuerza de trabajo.
La posibilidad de establecer una fuerte resistencia social parece, en la actualidad de Europa, una quimera. La complejidad que adquieren las sociedades producto de las transformaciones en el mundo del trabajo y en las tecnologías de dominación, hacen  difícil pensar que se establezcan resistencias unificadas. El de hoy no es mundo de una clase trabajadora homogénea con poca desocupación, y dividido en dos clases donde los intereses estén a la vista, sino que existe una fragmentación laboral entre trabajadores resultado de una estrategia tanto política (evitar el establecimiento de lazos), como económica (extraer mas ganancias) del capital.
Con este contexto, una resistencia efectiva pasaría por tejer una alianza entre trabajadores, desocupados y los sectores más marginalizados puesto que el neoliberalismo, como estrategia de dominación, se asienta en aprovechar las divisiones raciales, étnicas, de clase, de género, nacionales y simbólicas. En el desenlace de estallidos sociales como  el de Paris o Londres,  se observa claramente como juega esa estrategia de fragmentación ya  que los sectores mas excluidos son estigmatizados y despreciados por el conjunto de la sociedad. El fracaso de esos levantamientos esta en no poder lograr lazos en base a objetivos comunes.
Las movilizaciones que tienen consignas concretas, al estilo de los indignados, apuntan contra los políticos y las elites financieras. En este sentido para el próximo 15 de octubre se esta llamando a tomar las calles en una jornada global organizada por “United for Global Change”  en demanda de una “verdadera democracia”. El resultado que tengan en el tiempo estas movilizaciones motorizadas por las redes sociales virtuales, dependerán de que consigan entablarse lazos entre los distintos grupos y sectores a través de objetivos en común.

El Incendio de Londres

“Una población negra y pobre, de segundas y terceras generaciones de inmigrantes que viven en la pobreza en una de las ciudades más ricas del mundo. Una población acostumbrada a ser tratada como criminales por la policía, por el sitio donde viven, por su aspecto y por el color de su piel. Una comunidad que no se creía la versión de la policía a propósito del asesinato de uno de los suyos y que se demostraría falsa a posteriori”[3].

En los motines en Londres, motivados por el asesinato de un joven a manos de la policía, se ha construido un discurso de sentido común propagado por  los medios de comunicación, con  la etiqueta de Chavs[4], que asocia a las clases populares con comportamientos antisociales, ignorancia, salvajismo y alcoholismo. El Primer Ministro inglés David Cameron afirmó que los motines eran producto de “un lento derrumbe moral”, con lo cual se deja ver que la pobreza y las consecuencias que generan, en este discurso son un problema individual de comportamiento y no un problema socioeconómico. De esta manera se legitima la destrucción de los planes sociales del estado.
El discurso hegemónico calificó a los acontecimientos como actos delictivos negándole el contenido social y el carácter de protesta. Quizá el fenómeno del saqueo sin discriminación de ningún tipo, “una explosión de consumismo sin contenido”, ayudó a que se desvíe la atención del problema político y social, sin embargo “la falta de ética del saqueo es una expresión radical y poco “educada” de la falta de ética  del consumismo exacerbado y de la competitividad que predomina en la sociedad capitalista”[5].
En el articulo citado de Owen Jones es interesante ver el análisis que hace sobre como se construyó, a partir la instalación del neoliberalismo con Margaret Thatcher, un consenso en torno a los valores individualistas, y un cambio de mirada fuertemente estigmatizadora de las clases populares. La prensa británica ha llegado a definir a los individuos que participaron de los motines, en su mayoría hijos de inmigrantes de los barrios de vivienda pública,  como “inmigrantes que viven en el lujo” o “una jauría de huérfanos salvajes que atormentan a los barrios desheredados”. Esto ayuda a producir sentimientos de resentimiento y la guerra de pobres contra pobres que hace que las condiciones de posibilidad para que las sublevaciones adquieran un carácter político unificante, se tornen sumamente difíciles. Justamente, como ya planteamos, la posibilidad de que estos levantamientos esporádicos tengan algún efecto positivo en términos políticos, sociales y culturales,  esta determinada por establecer lazos y objetivos en común con otros sectores  afectados de la sociedad.



[1] Fuentes: “Recorte de 400.000 puestos de trabajo en el sector público. ¿Y qué?” en  http://www.rebelion.org (11/9); “Italia, paralizada por una huelga contra el ajuste de Berlusconi”  http://www.ieco.clarin.com  (7/9); “Contra el default, despidos” http://www.pagina12.com.ar (14/9); “La viabilidad de las propuestas 'indignadas' sobre el paro, los contratos, las ETT y los despidos” http://www.lavanguardia.com (13/09)
[2] Ignacio Ramonet: “Esclavos en Europa” Le Monde Diplomatique, agosto de 2001.
[3] Ibán Diaz Parra y Millie Wild: “Guerra contra los pobres” en Viento Sur, Num. 118, septiembre 2011 http://www.rebelion.org
[4] Owen  Jones: “El orden británico contra la escoria”, Le Monde Diplomatique, septiembre 2011. El termino chav se define como “persona joven de extracción popular que se viste con jogging”. En esa palabra se condensa una mirada objetivadora mezcla de racismo y clasismo, tal como juegan otros múltiples términos en el mundo, en Argentina se podría pensar en el de “cabecita negra” o “piquetero” por citar algunos, con la diferencia (esencial) de que en estos casos existió una reapropiación positiva de los términos para generar identidad y sentar diferencias.
[5] Op. Cit.
 

Entrevista a Osvaldo Daicich, por Gastón Florio MEDIOS Nº11, septiembre 2011

Entrevista a Osvaldo Daicich. Co-Director de La Cocina. En el medio hay una Ley

“Lo mejor que dio la Ley de Medios, está por venir”


Por Gastón Florio
gastonflorio@elpancholacoca.com.ar

El próximo jueves 6 de octubre, se estrenará el nuevo documental de Osvaldo Daicich y David “Coco” Blaustein sobre el proceso que se generó a partir de la Ley de Medios, tomando como protagonistas Medios independientes de todo el país. “Pareciera que hoy prendemos la TV y todo lo que pasa es en Capital y en el Gran Bs. As., y no es así. Dar a conocer lo que pasa en el interior, es una apuesta súper interesante”, le cuenta Osvaldo Daicich al grabador de El Pancho La Coca –en medio de un buen mate uruguayo- al referir a su nueva creación: “La Cocina. En el medio hay una Ley”.
Dicho dúo, tuvo su bautismo de fuego hace dos años presentando: “Porotos de Soja”, un documental sobre el conflicto con las entidades patronales del 2008. Ahora, días antes al estreno de “La Cocina”, el joven Director fundamenta la idea madre de la película, y plantea desafíos interesantes para el futuro del mapa comunicacional del país: “Ahora hay que acompañarlo, y también la sociedad civil, en términos de televidentes y los nuevos Medios que se están creando, tienen que terminar de apropiarse de la Ley”.

¿Cómo surge la idea de “La Cocina”?

Osvaldo Daicich.- Bueno, básicamente con David Blaustein teníamos pensado hacer una serie de tres películas,  y cuando se termina “Porotos de Soja”, unos de los personajes de la calle, plantea: “ahora se viene la discusión sobre de la Ley de Medios”. Ya hay un capitulo, un apartado dentro de “Porotos de Soja” que trabaja la línea de los Medios. Quizás, a la distancia queda mas claro el rol, la función de los medios, y como juegan en este sistema entramado. Ya Alfredo Zaiat planteaba que había capitales múltiples dentro de esos medios, y que tenían diferentes intereses económicos.
La idea de “La Cocina” es eso. Ver el proceso que se da en el Congreso, la discusión y la extensión del pre-proyecto de Ley. También conocer experiencias Federales de “comunicación alternativa”: diarios, radios y canales de televisión que la agenda que priorizan es una agenda local y regional mirando a lo Nacional; pero no necesariamente plantea su construcción de noticias a partir de lo Nacional. Por eso, en la película, con Blaustein recorrimos esas provincias, y la idea fue no tener personajes porteños; que en la Cuidad no sea la discusión política, ir a los lugares a ver que era lo que estaba pasando, cual era su agenda, cual era su noticia, cual era su necesidad y cual era la circulación de información necesaria, como para que esa realidad exista. Que uno, si eso lo lleva a los medios Nacionales, esas mismas noticias se hacen cuando sufren alguna catástrofe grande, alguna sequía o algún accidente en la ruta; sin embargo esa vida social-económica-cultural-política de cada una de las provincias, está en la invisibilidad. Si “Porotos” hizo visibles a pequeños productores, en medio de la tensión entre “La 125” y los respectivos sectores agrarios; “La Cocina” también da cuenta, de la tensión de un proyecto que se concertó en muchísimas organizaciones, pero también con experiencias comunicacionales no centralizadas en Buenos Aires.

En la película, encontramos Medios del interior que se organizan en formas cooperativistas. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ellos?

O. D.- Nosotros tenemos en la película dos expresiones cooperativistas, una es Córdoba y la otra es Santa Fe. Uno al recorrer el mapa de las provincias se da cuenta que la economía cooperativista brinda muchos servicios para resolver la vida cotidiana que desde Buenos Aires no se ve.  No se ve, porque acá están subsidiados un montón de elementos y servicios por la densidad de población. Pero para que esos mismos servicios se den en los pequeños pueblos, en esas economías a escalas más pequeñas, las cooperativas son la herramienta fundamental para que eso funcione. Entonces, todas estas iniciativas brindan desde “servicios fúnebres” hasta televisión por Cable; desde  “telefonía fija” hasta lo que puede ser un servicio de pavimento para las calles. Todos esos elementos en las grandes economías de las ciudades, desaparecen. Pero en lugares del interior, son elementos claves de la vida cotidiana. Tal es así, que hoy el movimiento económico del cooperativismo a nivel Nacional es muy importante en porcentaje dentro del Producto Interno del país.

¿Qué expectativas tienen con “La Cocina”?

O. D.- Y cuando pensamos “La Cocina” con “Coco”, la idea fue que esta película (como la película anterior) pueda circular, y que el espectador sea el que cierre la película y que tenga la posibilidad de poner “Play, Stop o Pausa” para que tenga la posibilidad de discutir con su compañero cuál es la idea, cuáles son las posibilidades de los actores que están circulando y funcionando; y que sea una herramienta de trabajo, y de cierre para la reflexión. La idea, es no pensar un discurso con una película que ya está resuelta, sino que el espectador pueda cerrar y ver, en su mapa cotidiano, qué es lo que le sirve de esa línea narrativa.

Quizás, lo anterior es coherente con lo que generó “Porotos de Soja”, y lo que sigue generando. En lo personal, ¿te sorprendió toda la riqueza, que a muchos le brindó para el debate y la reflexión su documental anterior de la “125”?

O. D.- Lo que pasa que en “Porotos”, como se dice en su  inicio, Cristina Fernández hacia muy poco que había asumido; y a sólo cinco meses, le estalla ese conflicto. Yo creo que a lo largo de  ver “Porotos” y la Ley de Medios  como acontecimientos de la vida cotidiana, pasaron muchísimas cosas. Entre las cosas que pasaron, pasó el termómetro electoral de las últimas Primarias de agosto, donde se saco más del 50%. Entonces, los contextos son otros. Pero, de todas maneras, la ventaja de “Porotos” es que salió casi contemporáneamente al conflicto. La diferencia de “La Cocina” es que desde la investigación con Vanina Farias, con Magali Coopo, más Eduardo Blaustein en el guión, pudimos darle un diálogo creativo más interesante a la hora de pensar en que importancia tenia la construcción y la circulación de los Medios para  generar también ese “capital simbólico” de la construcción de imágenes y de sonido. “La Cocina” llega hasta Tribunales y ve lo que está pasando, analiza el articulo “161” de la Ley;  pero también lo analiza con este tiempo a favor de lo que fue la gestión del gobierno de Cristina. Entonces, eso genera una especie de distancia, y permite pensar otras variables. Por eso, como herramienta comunicacional es importante, es interesante. No hablan, en esta película, referentes de la comunicación, de la sociología o de la política; hablan los que están en mandato en el Congreso y el resto son experiencias comunicacionales de tipos que trabajan diariamente para eso. Entonces, es una película que refresca desde las imágenes, sonidos y personajes de Neuquén o de Río Negro, Córdoba, Tucumán. Y todo eso le da un ida y vuelta de lo que pasa acá y allá. Es interesante ver ese diálogo y ese ritmo.

Es interesante el formato que tiene “Porotos de Soja”, respecto a su actualidad de los sucesos, y su profundidad. ¿Por qué lo siguen eligiendo para “La Cocina”?

O. D.- El “Coco” lo define como “Documental de Urgencia o de Emergencia”. Hay un hecho que está pasando y es interesante documentarlo, y aparte para eso “Coco” como productor tiene buen olfato. Es interesante documentar lo que está pasando. Por eso otra de las posibles películas, en su momento –cuando se estreno “Porotos”- era “El otro campo”. Fijate que ahora se está hablando sobre la tenencia de la tierra para frenar la extranjerización. O sea, son temas que siguen calientes, contemporáneos. Seria interesante pensar un tema, trabajar con distancia, elaborarlo y reelaborarlo. Pero cuando hay cosas interesantes, como una Ley que venia desde la Dictadura y se genera otra en la democracia, para modificar el mapa comunicacional, es interesante salir y filmarlo. Con “Coco” pensamos eso, y desde el primer día que salimos tratamos de plasmar esa importancia histórica, y que la película, con el tiempo, pueda tener esos climas de época. Vos ves “La 125” y “Porotos de Soja”, y ves la tensión que había en la época, en esa película estrenada en el 2009. Y lo mismo pasa con esta. Son como pequeñas radiografías de la situación social que es interesante poder documentar.

¿Para vos, que fue lo más importante que generó en la sociedad el debate de la Ley de Medios, aparte del cambio legal que ella propone?

O. D.- Me parece que lo mejor que dio la Ley de Medios, está por venir. Porque esta posibilidad de abrir el mapa comunicacional y conocerlo en un flujo de información de todas las provincias, rompiendo el centralismo desde Bs. As., es fundamental. Ahora, cuál es la calidad, la formación, la capacitación de esas imágenes y esos sonidos que van a salir; bueno, no es un proceso darwinista donde lo que esta evolucionado es mejor a lo que no está evolucionado, está bueno que convivan esos sonidos y esas imágenes. A partir de eso, conocer y dar cuenta de esas otras realidades.  Porque pareciera que hoy prendemos la TV y todo lo que pasa es en Capital y en el Gran Bs. As., y no es así. Dar a conocer lo que pasa en el interior, es una apuesta súper interesante. También potenció todo esto Canal Encuentro, en su momento Telesur y el programa de “Televisión Abierta” donde hay un acceso y una normativa tecnológica, y una capacidad de generar proyectos pensando en esas nuevas señales. Es interesante como se está dando un proceso de apertura y de multiplicación de voces, que no se daba antes. Ahora hay que acompañarlo, y también la sociedad civil, en términos de televidentes y los nuevos Medios que se están creando, tienen que terminar de apropiarse de la Ley.

¿Por que irías el jueves 6 de Octubre al estreno de “La Cocina. En el medio hay una Ley”?

O. D.- En principio voy por que soy el Co-Director –se ríe- junto al “Coco” Blaustein. Pero la película es interesante, que vayan y la vean en un cine para tener esa vieja magia de que se apaga la luz y el proyector se enciende, es otro ámbito también el cinematográfico. Tienen que ir a verla, para mí, por el formato del cine, que está bueno. El cine es un acto colectivo donde los espectadores se juntan. Yo creo, que esta película también va a tener esa instancia: en el cine o fuera del cine. Por eso el viernes 7, a la medianoche, la va a proyectar la Tv Publica, y después va a circular. O sea, la película va a tener su  Web, para el que no tenga ganas o no pueda ir al cine, la pueda ver; porque también es una película como herramienta.

"Boedo, Tierra Santa" por Pablo Perez SOCIAL Nº11, septiembre 2011

BOEDO, TIERRA SANTA

“Ha entrado usted alguna vez a un estadio vacío?
Haga la prueba. Párese en medio de la cancha y escuche.
No hay nada menos vacío que un estadio vacío.
No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie”
E. Galeano


Por Pablo Perez
pabloperez@elpancholacoca.com.ar  

Tenía razón Manzi al rezar que a este costado del sur ya nunca lo verás como lo vieran… Caminar hoy por el barrio de Boedo es acercarse a la leyenda de lo que fue y hoy no es. Es reconocer viuda a la vieja Avenida La Plata, sin su desaparecido esposo de metal y tablón. Algo falta desde hace 29 años.
Era 1982 y la última dictadura cívico militar argentina comenzaba a retirarse. Tras su paso dejaba un charco de sangre y silencio, una economía de rodillas y los lazos sociales fracturados. Ese mismo año era desguazado el estadio del Club San Lorenzo de Almagro. Grúas y camiones circulaban por Avenida La Plata trasportando los restos del Gasómetro.
El intendente de facto de la Ciudad de Buenos Aires, Brigadier Osvaldo Cacciatore, daba rienda suelta a sus ínfulas de urbanista y diseñaba nuevas arterias y trazados en la Capital. En el marco de su plan de reordenamiento urbano entendió que el barrio de Boedo necesitaba de la apertura de las calles Muñiz y Salcedo. Esto, sumado al plan de construcción de viviendas y escuelas en el sur porteño, le brindaba al gobierno la oportunidad de cobrarse una deuda impositiva con el Club fundado por un grupo de jóvenes bajo el amparo de un viejo cura salesiano.
Ahora bien, ¿qué otro tipo de planes estaban entreverados con estos planes urbanísticos? Los nuevos diseños para el barrio de Boedo apuntaban también a  reconfigurar –o desconfigurar- los andamios de los lazos sociales y comunitarios barriales, concretando a nivel local las operaciones para desmantelar la cultura popular y la participación social. El exterminio de los espacios de encuentro y solidaridad entre vecinos, como los clubes, eran un objetivo. Pero además, San Lorenzo se convirtió en un blanco particular, ya que había tenido una conducta políticamente “incorrecta”. Por ejemplo, se había negado a tener gestos de complicidad y aprobación al Gobierno Nacional durante la organización del mundial de fútbol del 78.  Sumado a esto, el Club nunca nombró socio honorario a ningún integrante de las armas gobernantes, como sí lo habían hecho en otros clubes, los cuales fueron altamente beneficiados durante el mismo período. Asimismo, nueve desaparecidos de San Lorenzo eran reconocidos por su práctica social y deportiva dentro de la institución, mientras otros tantos eran reprimidos por las fuerzas del orden al pedir la reapertura del club. Todos estos sucesos se entremezclaban con el recuerdo de Don Pedro Bidegain, presidente del Club que conoció la cárcel de Ushuaia en tiempos de Uriburu por estar ligado al gobierno democrático desplazado por los infames.
Claro que el objetivo político no era el único que proyectaba Cacciatore. Luego del saqueo y la destrucción, el predio de Avenida La Plata fue vendido a una sociedad fantasma constituida ad hoc al insignificante precio de U$S 900.000. Se confirmaba entonces la mentira de la reasignación urbana. La apertura de calles,  la construcción de viviendas y escuelas eran una nueva estafa de parte del intendente de facto.
Dos años más tarde y en una de las últimas decisiones de la intendencia dictatorial, el lote que supo ocupar San Lorenzo era sometido a una nueva rezonificación que ahora permitía la construcción de espacios comerciales. Poco tiempo después, se hacía del terreno una firma francesa de hipermercados por la suma de U$S 8.000.000. 
La resignación de los vecinos y los socios ante  semejante desfalco solo puede ser entendida en el contexto de la oscuridad y el plomo. Y fue así, con dolor, que soportaron  la derrota, el engaño y la pérdida, no sin guardar una esperanza apretada contra el pecho.
Cuando se cumplían 19 años del último partido jugado en el desaparecido estadio, una tarde de diciembre de 1998 el historiador y socio Adolfo Res pronunció por primera vez aquello que muchos soñaban. “Es posible volver a Avenida La Plata, es posible volver a nuestra Tierra Santa”, dijo, aunque, en pleno menemato, pocos fueron los vecinos y sanlorencistas crédulos.
Pero todo cambió con la llega de Nestor Kirchner al gobierno. La reapertura de las causas por delitos de Lesa Humanidad permitió revisar el actuar económico, social y cultural de los intendentes y gobernadores de facto. La historia de la apropiación de la tierra añorada comenzó a transmitirse y caló hondo en los más jóvenes, quienes se convirtieron en motor y sostén del reclamo. Conferencias, charlas, textos, blogs, juntadas y marchas comenzaban a gestar un clima de compromiso y esperanza. La vuelta a Boedo comenzaba a sumar adherentes de diversas procedencias y espacios: las Madres de Plaza de Mayo –quienes dedicaron una jornada en el ECUNHI (Ex. ESMA) a la discusión y difusión de la causa sanlorencista-, el Juez Zafaronni, diputados porteños y nacionales de distintas fracciones políticas y diversas personalidades de la cultura.
Volver a Boedo es, más allá o junto con el fervor por un equipo de fútbol, la posibilidad de reconstruir los lazos sociales y recuperar un espacio cultural y deportivo en el sur postergado de la Ciudad. Es la lucha por la victoria de lo comunitario sobre la fragmentación social. Es ver la resurrección de un barrio y sus protagonistas en el escenario de la calle y el club: los pibes jugando, los viejos reuniéndose, las familias celebrando los carnavales, los jóvenes en recitales y fiestas, los vecinos gestando programas de cultura popular como la biblioteca Osvaldo Soriano…  Es la primacía de la memoria sobre el olvido. Es un acto de justicia.
La peregrinación del sueño está en marcha. El jueves 8 de septiembre se aprobó en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la conformación de la Comisión Especial que buscará que el Proyecto Social, Cultural y Deportivo de Reparación Histórica nacido de los hinchas y socios del Club San Lorenzo de Almagro sea tratado y aprobado. Dicho proyecto fue acompañado en su anterior presentación en la Comisión de Deportes por 40.000 simpatizantes del Club de Boedo frente a la Legislatura Porteña. Quizás éste sea el tiempo en el que las voluntades y las convicciones políticas se aúnen para hacer posible que, como dice Eduardo Bejuk, “en avenida La Plata, bajo el sol de una tarde cualquiera, un pibe se ponga en la fila para entrar a la cancha, mientras el viejo le acaricie la cabeza”.