Por acá

Entrevista a Sabbatella
“SCIOLI ES UN TIPO QUE SE ACOMODA A LOS VIENTOS QUE SOPLAN”

Por Andrés Cottini
andrescottini@elpancholacoca.com.ar

Martín Sabbatella habló con El Pancho la Coca. El referente de Nuevo Encuentro plantea una clara adhesión al modelo kirchnerista pero no deja de ser crítico a la gestión de Scioli en la provincia. Sin embargo, no duda en afirmar que si el escenario después de las primarias ponía en peligro la bandera política de la provincia, “hubiese obligado a Nuevo Encuentro a sentarse a discutir qué es lo que correspondía hacer”. Lo cierto es que el escenario es muy distinto y “el 23 octubre no sólo se elige gobernador de la provincia sino que también se puede votar pensando a futuro, pensando en la construcción de esta fuerza, pensando en que la provincia puede estar mucho mejor”. Pasamos a la entrevista:

Es  de público conocimiento tu adhesión y la de Nuevo Encuentro al proceso iniciado en 2003 ¿Por qué, entonces, presentas una alternativa en la provincia?

Bueno porque creemos en lo que inauguró la argentina desde 2003, este proceso político tan interesante, tan transformador, tan rupturista, que construye un nuevo paradigma, que recuperó el rol del Estado, el valor de lo público, que marcó un camino distinto, que permitió que la Argentina empezara a crecer, a desendeudarse, a incluir. Este proceso que vive la Argentina necesita también tener un anclaje territorial y social con la misma fuerza, con la misma potencia, con el mismo coraje, con la misma vocación y con los mismos principios. Y creemos que en la provincia eso no sucede. Creemos que la provincia de Buenos Aires no expresa lo mismo que el gobierno nacional, no expresa la misma vocación transformadora. Entonces, la propuesta de Nuevo Encuentro tiene que ver con eso, con estar convencido que hay que defender el rumbo, que hay que defender el camino. Que hay que defenderlo tanto por los pasos positivos dados, como por lo que falta. Es este camino el que permite defender lo hecho y también el que permite profundizar para avanzar en lo pendiente. También es necesario construir herramientas políticas nuevas que puedan estar más en sintonía, más acordes a los debates nacionales que está viviendo la Argentina. Y por eso, la propuesta de Nuevo Encuentro es poner a la provincia de Buenos Aires en sintonía con lo que está viviendo el país.
Creemos que Scioli expresa un pensamiento más conservador, expresa una propuesta que tiende a administrar o gobernar el status quo y administrar la realidad y no a producir las transformaciones que la provincia necesita tanto para mejorar la calidad de vida de los bonaerenses y las bonaerenses como también para poner a la provincia con más fuerza a defender y profundizar el camino nacional.

¿Cuales son los puntos precisos en los que no estás de acuerdo con Scioli?

Desde el punto de vista político, vos sabes que yo todos estos días de cara al 14 de agosto, en muchos lugares y en distintas oportunidades expresé las diferencias con Scioli y creo que él en estos días nos ha ayudado a explicar cuales son nuestras diferencias. Lo ha simplificado él mismo cuando llama a Menem para felicitarlo por la resolución de la justicia que lo absuelve y expresa su cariño, gratitud y alegría. Eso demuestra claramente una profunda diferencia. Para nosotros no hay nada del menemismo ni de Menem que nos produzca gratitud, porque creemos que ha sido un personaje nefasto que ha destruido la Argentina y que ha generado los peores años después de la dictadura de políticas neoliberales y política antipopulares. Entonces, él mismo con sus propias palabras expresa las diferencias pero bueno uno lo amplifica en políticas públicas y se puede ver en muchos aspectos.
En materia de políticas sociales, la decisión que tiene el gobierno en profundizar políticas distributivas, de asignaciones universales, las extensiones de las jubilaciones, no se condice con una provincia que la inversión en políticas sociales es más del 20% por debajo de la media provincial.  O en políticas educativas, donde también está por debajo de la media del conjunto de todas las provincias. O en viviendas donde hay una decisión muy fuerte del gobierno nacional de trabajar en ese sentido y la inversión en la provincia es solamente del 0.94% de su presupuesto. O la diferencia que se expresa con claridad en las políticas de seguridad donde la provincia expresa conceptualmente algo absolutamente distinto a lo que expresa el gobierno Nacional con el Ministerio de Seguridad, y con la designación de Nilda Garré que habla de políticas vinculadas a la seguridad democrática, al gobierno civil de la seguridad pública, a la conducción política y civil de la fuerza de seguridad para enfrentar el autogobierno y hacer las transformaciones que necesitan esa fuerza.
En la provincia todo lo contrario, un discurso manodurista, un discurso que busca el show mediático efectista, que habla de crecimiento de las penas como criterio único de políticas de seguridad. Que no tiene un abordaje integral como la política de seguridad que se necesita. Quiero decir, se ve en los resultados también. La política de seguridad en la provincia es conceptualmente equivocada, peligrosa y además es absolutamente ineficiente ¿no? Por ejemplo, para hacer las transformaciones en la fuerza policial se necesita tener policía comunitaria en los distritos, se necesita transformar la concepción, los protocolos de trabajo de la policía para darles mejores condiciones, enfrentar los nichos de corrupción aliadas a las redes delictivas que también pueden estar en las cúpulas policiales y para eso es necesario renovar la política. Pero para eso hay que tener coraje, decisión política y voluntad de hacerlo.

¿Cual es la situación actual de los avances que había realizado Arslanian?


Bueno, con Arslanian fue un proceso que generó muchos avances. Nosotros compartimos muchas de esas políticas aún sin haber sido oficialistas en ese proceso porque no pertenecíamos a la fuerza política que gobernaba, ni a la fuerza política que llevó a Arslanian al ministerio. Pero el avance en políticas públicas vinculadas a un abordaje integral de la seguridad, nosotros lo compartimos. Y lo que hubo fue un profundo retroceso desde la llegada de Scioli, una suerte de contrareforma que enfrentó las realizadas por Arslanian. Se volvió al autogobierno provincial, y se volvió a quedar entonces la estrategia de la provincia de Buenos Aires en la policía bonaerense. Que insisto, es una policía que necesita profundas transformaciones reivindicando el esfuerzo que hace la inmensa mayoría de la policía que sale y pone el cuerpo cotidianamente pero necesita transformaciones, necesita policía comunitaria para el delito menor, el delito urbano a cargo del poder político local. Necesita mayor capacitación, formación, mejor salario, mejor logística para esa inmensa mayoría de la policía e insisto, necesita una fuerte política de lucha contra los nichos de corrupción que existen en las cúpulas asociadas a las redes delictivas. Eso implica asumir la responsabilidad de enfrentar estas cosas, que es lo que hay que hacer.

¿Que hubiese pasado si las Primarias daban un panorama distinto, con un De Narveaz mucho más cerca de Scioli, al punto que corría el riesgo la bandera de la provincia?


Eso hubiese generado una discusión en nuestra fuerza. En Vicente López , por ejemplo, después del resultado del 14 agosto, decidimos bajar la lista frente a la amenaza de que pueda existir un triunfo de la derecha explícita en Vicente López. Nuestra fuerza con mucha coherencia, con mucho coraje también, con mucha voluntad política, con mucho principio, retiró la lista porque obviamente la prioridad para nuestra fuerza era no ser funcional al avance de la derecha en Vicente López como punta de lanza de la estrategia de la derecha Macrista en la Argentina y si bien somos absolutamente críticos del gobierno de García y somos opositores al gobierno de García y hemos estado enfrentando las políticas públicas que no compartimos de su gobierno y nuestra fuerza política ha estado y está comprometida por ejemplo en las marchas contra el Vial costero, sufrido las represiones mismas que se han llevado adelante desde el gobierno de García por esas movilizaciones. Aún con todo eso nuestra fuerza política, expresando coherencia y expresando claridad en lo que está en juego en la Argentina, deciden retirar la lista para no facilitar el triunfo de Macri entendiendo que todo lo que soñamos hacer en Vicente López se aleja si Macri es intendente y en ese sentido se retira la lista de Nuevo Encuentro pero no cambia la posición sobre García y sigue sosteniendo que Vicente López necesita construir una alternativa que sea superadora.
Con ese mismo criterio, si hubiese habido una elección ajustada en la provincia, hubiese obligado a Nuevo Encuentro a sentarse a discutir qué es lo que correspondía hacer. Ahora, lo que cierto es que el 14 agosto hubo una elección que, al revés de eso, facilita entonces la posibilidad de votar más libremente la opción de futuro. Porque esa derecha, esos sectores conservadores que invitan a retroceder no han tenido apoyo en la sociedad y de hecho De Narváez sacó casi la mitad de los votos que sacó en 2009, Margarita Stolbizer sacó mucho menos, y en ese sentido uno puede decir que los que invitaban a retroceder, los que invitaban a volver a las políticas que ya fracasaron, no han tenido aceptación, por lo tanto la provincia no tiene ese riesgo. Eso libera para poder votar con absoluta tranquilidad pensando en futuro, pensando en la fuerza que necesita la provincia de Buenos Aires, pensando en la fuerza que necesita Cristina, pensando en la fuerza que necesita este rumbo y dándole más fuerza a Nuevo Encuentro. Por eso digo que el 23 octubre no sólo se elige gobernador de la provincia sino que también se puede votar pensando a futuro, pensando en la construcción de esta fuerza, pensando en que la provincia puede estar mucho mejor.

Pusiste en la misma balanza a De Narvaez y a Margarita Stolbizer. Se desprende una pregunta entonces, ¿Que es el FAP (Frente Amplio Progresista) para vos?


Lamentablemente una fuerza política no es sólo su historia, no es lo que dice querer construir a futuro, sobre todo la fuerza política es lo que hace. Y es lo que hace cuando le toca actuar. Lamentablemente, muchos de sus sectores se han convertido en la pata progresista de la estrategia conservadora de la Argentina y en muchos casos han sido sectores que han trabajado con el “Grupo A” en políticas que defendían los intereses corporativos. Entonces, lo que los describe más en este momento histórico, es su posesionamiento político. Es difícil hablar de progresismo si vos sos una fuerza política que algunos de sus componentes, estaban brindando con champán en la plaza de los españoles con el concepto de las retenciones o si algunos, que hablaron toda la vida de defender las jubilaciones en manos del estado, cuando se trató el tema para recuperarla del Congreso, votaron en contra o algunos de sus miembros se levantaron para no votar la ley de medios. En definitiva, en la práctica, más allá de su historia y lo que cada uno exprese como fuerza política, terminan estando a la derecha del actual proceso político argentina. No puedo decir que son dirigentes de derecha porque no es justo pero digo que en la práctica su posicionamiento político terminan colocándolo a la derecha y favoreciendo las estrategias de los sectores más conservadores.

¿Cual es el peligro, pensando en un 2015, de un Scioli fortalecido como todo anuncia?

En este momento, todo lo que acompaña la reelección de la actual presidenta, es importante porque son sectores de distintos lugares pero es cierto que hay una discusión a futuro que tiene que ver con cómo continúa este proceso político y como se profundiza este rumbo. Y yo si bien a Scioli lo veo en este lugar, Scioli es un tipo que se acomoda a los vientos que soplan, y mientras sopla Cristina, bueno eso tiene menos riesgo; pero si le toca soplar a él, por supuesto eso es difícil porque él sopla desde su núcleo de ideas, principios, valores, concepciones que no son las nuestras, e insisto, no son las que se ordena en las políticas públicas nacionales. Yo creo que hay un debate futuro que tiene que ver con cómo este proceso político logra parir una fuerza política capaz de defender esto para profundizarlo con convicciones y no con conveniencias. Y en ese debate yo tengo dudas donde va a estar Scioli.


“NO JUSTIFICO LA TORTURA PERO ME LA EXPLICO”


Por Gerónimo López

A 28 años del retorno de la democracia a nuestro país, Casilda -una localidad agrícola-ganadera de 45.000 habitantes ubicada al sur de la provincia de Santa Fe- “conserva” la figura de un cura denunciado por delitos de lesa humanidad.
Su nombre es Eugenio Segundo Zitelli, quien se desempeñó como capellán de la jefatura de Rosario, lugar donde funcionó un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar.
En el marco de la causa Díaz Bessone (ex Feced) se investiga al capellán por la presunta comisión de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados y asociación ilícita calificada, junto a sus superiores, los generales Ramón Genaro Díaz Bessone y Leopoldo Fortunato Galtieri, y el jefe de policía rosarina, Agustín Feced. La denuncia fue presentada por el grupo casildense Unidos Por la Memoria y ANte el Olvido (UMANO), Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, Liga Argentina por los Derechos Humanos y APDH de Rosario.
Entre las pruebas aportadas, se hallan fuertes dichos de víctimas y testigos, y  declaraciones vertidas por el mismo Zitelli en un programa local llamado “Contraluces” emitido en el año 1995, en el cual hace mención a los represores como sus “pares y compañeros”, y se refiere a los detenidos políticos como “presos especiales”, además de expresar abiertamente que “no justifica la tortura pero se la explica”, arguyéndola como un método para la obtención de información. En este contexto, más de una decena de testimonios implican al párroco y uno de los que más lo compromete asegura que Zitelli le dijo que “usar la picana está bien porque estamos en guerra y es un método para obtener información política”.

Los derechos humanos y el compromiso político

A raíz de la acusación presentada, el Concejo Deliberante de Casilda sancionó, de manera unánime, un proyecto de declaración para pedir a la Justicia que investigue el accionar de Zitelli durante la última dictadura. Sin embargo, a la denuncia de los organismos de derechos humanos la apoyaron con sus firmas cinco de los siete ediles que forman el cuerpo, ya que los concejales oficialistas del peronismo federal prefirieron no hacerlo.
Por su parte, el Concejo Municipal de Rosario votó por unanimidad una declaración política de apoyo y acompañamiento a la denuncia presentada.

La participación de la iglesia en la dictadura militar

Jurídicamente, este caso tiene similares características con el caso del capellán Von Wernich, que fue uno de los portavoces de la iglesia, presente en las torturas y que “consolaba” a los detenidos desaparecidos. Éste fue sentenciado por un Tribunal de La Plata, que consideró que “la sola presencia en los centros clandestinos de detención es una tortura en sí misma”.
El periodista Horacio Verbitsky publicó recientemente “La mano izquierda de Dios”, el cuarto título de “Historia política de la Iglesia Católica”, que trata acerca de la incidencia de la iglesia católica en la última dictadura militar, señalando la complicidad y la participación activa que tuvo en ese momento el clero castrense en el terrorismo de Estado. En dicho trabajo, el periodista realiza un examen sobre el accionar de Iglesia Católica, y en particular sobre el ex capellán Zitelli en la provincia de Santa Fe. Cabe destacar que, en el mes de febrero, Verbitsky presentó el nombrado libro en la ciudad de Casilda y sorprendió la concurrencia y participación a teatro lleno de parte de una sociedad que se define por su idiosincrasia conservadora y por no “involucrarse demasiado” en determinadas cuestiones que puedan modificar el status quo existente.

El silencio y la impunidad

Hace unos años Zitelli fue nombrado monseñor y continúa cumpliendo funciones en la iglesia San Pedro Apóstol de la ciudad.
Sus últimas apariciones públicas fueron en el acto del bicentenario argentino, subido al palco principal con las autoridades políticas locales y paradójicamente también participando de la misa ofrecida por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, quien tuvo a los Derechos Humanos como política de Estado iniciada con la derogación de las leyes de punto final y obediencia debida y los juicios a los represores, y se comprometió activamente en la lucha y defensa de los mismos.
Pese al silencio y la “complicidad” de la mayoría de la clase política y de los habitantes, los casildenses sensatos, deseosos de justicia y de no ser partícipes de este escenario, pretenden el pronto juicio y castigo a este personaje oscuro que sigue en la cotidianeidad deambulando por las calles de la ciudad, oficiando misas y actos democráticos, y encarnando la impunidad en todas sus dimensiones.