"Nildagarró la federal" por Andrés Cottini POR ACA NÚMERO 6, Abril 2011

NILDAGARRÓ LA FEDERAL
El kirchnerismo demostró una vez más que tiene una capacidad inigualable para imponer agenda. El rol de Garré, Macri, los medios y el habitus del gobierno.


Por Andrés Cottini
andrescottini@elpancholacoca.com.ar

El Ministerio de Seguridad
Luego de los lamentables incidentes ocurridos en el Parque Indoamericano, el gobierno nacional decidió llevar a cabo el Ministerio de Seguridad.
De la mano de Nilda Garré, el kirchnerismo busca atacar uno de los estandartes más sostenidos en el tiempo de la oposición: la inseguridad. Esta inseguridad, que con recurrencia enfermiza aparece en la primera plana de los medios más prestigiosos (?), no refiere al derecho a la salud, la vivienda o a la educación de todo ciudadano. No, habla de los choreos y los asesinatos. ¿Existen? Si. ¿Alguien disfruta de ser robado? No. Ni robar ni ser robado.
Atacar esta construcción discursiva no es un desafío menor. Desde la izquierda siempre se supieron las causas reales de la llamada inseguridad pero nunca se dejó en claro la posible solución para el aquí y ahora. Entonces la derecha pasó a tener la solución: represión, cárcel, etc, etc. Los medios más poderosos parecen contentos orquestando los crímenes una y otra vez, pidiendo implícita y explícitamente bajar la edad de imputabilidad a 1 mes de nacimiento o incluso menos.
Yendo a los inicios de la “era k”, desde que Néstor asumió el control de la batuta, se anunció la decisión de no reprimir la protesta social. Sin embargo, casos como el del pibe de Viejas Locas, Mariano Ferreyra o las muertes del Indoamericano, entre otras, demostraron que no basta con la decisión. Mientras a la policía la controle la misma policía, la decisión última quedaba en manos de la fuerza. Por esto, en consonancia con la progresiva profundización de la democracia, intervenir en la policía desde lo político y civil es seguir reconstruyendo “el espacio de lo público”, como afirmó Garré en la presentación del Plan de Participación Ciudadana.
Todo argentino es testigo de la impunidad policial: ¿Quién no vio un patrullero parando en un bar a media noche a buscar sus birritas? ¿Quién no tuvo que pagar algunos pesos por tener una tuca o para evitar una multa? Todos, absolutamente todos sabemos que el uniformado es protagonista del delito. Bueno, estas medidas que está llevando a cabo la ministra apuntan también a eso: “nos anima la intención de recuperar el sentido más profundo que tiene la profesión policial: servir a la comunidad, recuperar credibilidad y prestigio a partir de la motivación y el profesionalismo”[1].
Desde la tribuna de doctrina, Reymundo Roberts, uno de sus voceros tragicómicos, pone en la boca de un policía ignoto: "Mmmm... Usted sabe lo que pasa cuando los policías nos quedamos sin trabajo, ¿no? Además, ojo, porque te hacemos un mes de inteligencia y ya sabemos tanto de vos que te tenemos en nuestras manos"[2]. Claro, entonces sería más prudente dejar semejante sinvergüenza cumpliendo funciones públicas ¿no?  
Magnetto y CIA tan’ que trinan. Si el gobierno logra quitar el monopolio de la palabra “seguridad” a Clarín y La Nación… a los Guiness de cabeza! 

En la ciudad
El 4 de abril “Garré reforzó la presencia policial en las calles para prevenir delitos”. O, “Dejan sin custodia los edificios públicos”. Como quieras leerlo. Si ocultar es parte de mentir, desde el más adicto, como gusta llamar ahora, o desde el más hostil al gobierno, dejan ver bien clara sus hilachas.
“Estamos a la buena de dios” repetía un Marcelo Bonelli indignado en A dos Voces. En una hora lo dijo alrededor de 15 veces. Cuando hablaba Pino Solanas (…) apareció en el margen superior un comentario en facebook: ¡¡¡Estamos a la buena de Dios!!!, quien nos cuida (o algo por el estilo). Fue tan burdo como Clarín intentaba poner el miedo en tema que surge una pregunta: ¿Quién pensó la medida, no supuso que pasaría esto? Clarín y la oposición son más predecibles que un principiante con el ancho de espada y el de basto viejo, vamos!
Más allá de si es o no justo que la policía federal deje de custodiar los edificios públicos y pase a ocupar la calle, ¿no había otra forma de anunciarlo? De esta forma se da pie para que Macri y su caravana de ineptos se siga victimizando. Podrán decir “que se haga cargo de sus problemas” y todo eso pero el macrismo se cae solo. No hay que ayudarlo. No hace falta tratar que quede mal, ellos mismos se encargan. Es real la necesidad de tener más efectivos en la calle si lo que se busca es desarrollar una nueva ingeniería que contemple al actor civil, es verdad que el gobierno de la ciudad deba más de 20 palos al nacional pero anunciarlo de esa forma genera confusión en un eslabón clave del kirchnerismo: la clase media. 

Entonces
No es de extrañar que este gobierno aborde un tema tan delicado como el de la seguridad desde un punto de vista progresista. Han sido varios los ejemplos que demostraron la capacidad de poner en agenda temas que no admiten grises y que implican una posición determinada. Un ejemplo claro es la ley de Servicios Audiovisuales, podemos estar en contra del “modelo k” pero si tenemos una mínima militancia en la izquierda, no seria consecuente estar en contra y desconocer el significado que tiene el trabajo de la Coalición por una Radiodifusión Democrática.
Con el Ministerio de Seguridad ocurre algo similar, es un intento de poner la inseguridad como consecuencia de la des política y del desgobierno, y comenzar a construir a través de la participación popular. Que esto esté acompañado por políticas de inclusión social, por trabajo, por el derecho a la vivienda, la salud y la educación es el desafío; principal para garantizar una profunda reforma social.