"Garantizar el Socialismo" por Gastón Florio NUESTRA AMÉRICA NÚMERO 7, Mayo 2011

Garantizar el Socialismo

“nadie sabe que cosa es el comunismo,
Y eso puede ser pasto  de la aventura.”
Silvio Rodríguez

Por Gastón Florio
gastonflorio@elpancholacoca.com.ar

Luego de décadas de falsos pronósticos, en Abril se realizo el VI Congreso del Partido Comunista Cubano, en el cual se rectificó nuevamente el rumbo de la Isla: el Socialismo. Con masiva concurrencia de veteranos y jóvenes cuadros de la Revolución, el VI Congreso coincidió con el aniversario de la invasión yanqui a Playa Girón. Cincuenta años más tarde, el socialismo cubano no solamente sigue en pie, sino que también se refunda y se permite trascender sus propias fronteras. Me asombraba la preparación de esta nueva generación, con tan elevado nivel cultural, tan diferente a la que se alfabetizaba precisamente en 1961, cuando los aviones yankis de bombardeo, en manos mercenarias, atacaban la Patria. La mayor parte de los delegados al Congreso del Partido eran niños, o no habían nacido”, expresaba Fidel Castro.
Quizás, lo más significativo ha sido que el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruiz, le ha cedido el cargo de Primer Secretario del Comité Central del Partido a su hermano, Raúl Castro por voto mayoritario de los miembros del mismo. Sin embargo, el VI Congreso arrojó un resultado que permite imaginar que el socialismo cubano no presta lugar para estancamiento, y se aventura a reformular políticas históricas, en pos de garantizar un mayor bienestar a los cubanos.

El congreso en números  

El último censo realizado en el 2009 indicó que en la Isla viven 11.242.621 cubanos. Sin embargo, mucho se habla, poco se conoce. Durante los años que lleva la Revolución cubana, el ataque del imperio para verla caer ha ocupado varios campos, no dando tregua. Invasión militar, bloqueo económico y mitos armados sobre la vida interna de la Isla, son armas utilizadas durante ya medio siglo.
La masiva participación en el VI Congreso fue impactante, abrumadora, y más aun; si se compara el total de la población y el número de cubanos que participaron del Congreso, se notará que estamos ante la sociedad que más participa de su política en el mundo.
En Diciembre del año pasado comenzaron los grupos de trabajo para diagramar los ejes programáticos del Congreso, hasta el 28 de febrero del 2011. Durante esos tres meses, se celebraron un promedio de 163 mil reuniones de organizaciones políticas y sociales, arrojando una participación de más de 8.913.838 cubanos, los cuales fueron parte de lo que se denominó “El proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”. Noventa días de intenso debate sobre el futuro de su gobierno, millones de personas participando y reflexionando. Pero, a pesar de esto, a los medios hegemónicos poco les interesa mostrar la realidad de la democracia cubana y eligen abonar el imbécil mito del imperio: la dictadura castrense. “Es un verdadero y amplio ejercicio democrático, el pueblo manifestó libremente sus opiniones, esclareció dudas, propuso modificaciones, expreso sus insatisfacciones y discrepancias, y también sugirió abordar la soluciones de otros problemas, no contenidos en el documento”, expresó ante multitudes Raúl Castro.  
Luego de estos tres meses de participación popular, se giró el documento para el análisis de Buró Político, el Comité Ejecutivo de Ministros, la Central de Trabajadores Cubana (CTC) y la Juventud Comunista (UJC); y finalmente, ese documento que deambuló por el 80% de los cubanos, llego al Comité del Partido. Se estima que durante los seis meses que se debatió el documento del VI Congreso, el 68% de su contenido original, fue reformulado, llegando así al inicio del VI Congreso de Partido Comunista.

Resultados

El principal punto del VI Congreso giró en torno a una reestructuración del modelo económico, para impulsar y renovar los vientos de la Isla. Ellos caracterizan como algunos problemas “el paternalismo, el igualitarismo y las concepciones idealistas de la revolución”, los cuales hoy atentan directamente contra el Socialismo. El mismo Fidel en un  discurso en 1975 expresó: “En la conducción de nuestra economía hemos adolecido indudablemente de errores de idealismo y en ocasiones hemos desconocido la realidad de las existentes leyes económicas objetivas a las cuales debemos atenernos”.  En esta línea, el evento cubano ha modificado eslabones como la libreta de alimento y ha propuesto otras formas de propiedad  y de gestión no estatales, bajo la supervisión del Estado revolucionario. Los cubanos buscan con el último punto, que el Estado pueda: “concentrarse en elevar la eficiencia de la producción y los servicios básicos y crear un espacio para la reubicación de cientos de miles de trabajadores del sector público. La educación y la salud gratuitas y universales, la seguridad y la asistencia social, conquistas históricas de la Revolución, continuarán dentro de la esfera estatal, que estará en mejores condiciones  de elevar su calidad y continuo perfeccionamiento, logrando mejor servicio con menos gasto”, cuenta Ángel Cablera.
El punto de la libreta de alimento fue el más polémico y simbólico, por su histórica aplicación. Desde los años ´60, cada cubano tiene garantizado de forma gratuita un abanico de alimentos para que no quede al desamparo. Pero, con el correr del tiempo se notó que esa política, tan vital para garantizar la igualdad cuarenta años atrás, hoy representa el desestímulo al trabajo y, en ocasiones, lucro de esos productos hacia el mercado negro. Por esto, este debate popular concluyó en su eliminación paulatina, dejando en claro que nunca el Estado dejará desprotegido a ningún ciudadano. “En Cuba, bajo el socialismo, jamás habrá espacio para las `terapias de choque´ en contra de los más necesitados y que son, tradicionalmente, los que apoyan a la Revolución con mayor firmeza, a diferencia de los paquetes de medidas que se emplean con frecuencia por mandato del Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones económicas internacionales en detrimento de los pueblos del Tercer Mundo e incluso, en los últimos tiempos, en las naciones más desarrolladas, donde se reprimen con violencia las manifestaciones populares y estudiantiles”, expreso Raúl Castro.
El  modelo cubano, buscará entonces, expandir su economía para fomentar nuevas experiencias productivas que logren generar empleo fuera de la órbita estatal. Continúa Raúl Castro: El incremento del sector no estatal de la economía, lejos de significar una supuesta privatización de la propiedad social, como afirman algunos teóricos, está llamado a convertirse en un factor facilitador para la construcción del socialismo en Cuba, ya que permitirá al Estado concentrarse en la elevación de la eficiencia de los medios fundamentales de producción, propiedad de todo el pueblo y desprenderse de la administración de actividades no estratégicas para el país”.
Estos puntos, y demás, fueron acogidos por el pueblo caribeño con grades esperanzas y expectativas. Estas reformas económicas se encuadran en lo que la misma realidad demuestra, dándole la espalda a las mentiras compulsivas de los medios masivos que hace 60 años maldicen a la Isla: el Socialismo cubano renace día a día; se regenera. Su planificación, el dominio de Estado sobre los medios de producción estratégicos, la masiva participación y compromiso de la población, y su calidad educativa y sanitaria, reafirman el destino de la Isla. 

¿Qué significa autosuperarse? Ejemplo:    

Esta “actualización” del modelo económico cubano, trae una enorme esperanza en toda la región. De más esta decir, que muchos históricamente encontraron en la Revolución cubana, la luz que amparó las ideas por un mundo mejor, durante los fatales años del neoliberalismo. Hoy los movimientos populares del Sur, juntos a sus diferentes líderes, lograron renacer de las cenizas, y acompañar políticas anti-imperiales para luchar por la igualdad y la justicia social. Día a día se enfrenta al poder económico multinacional, intentando redistribuir la renta y liberarse de la extorsión del capital financiero. Cada uno confrontando con sus oligarquías locales, dando pelea en sus pugnas internas. Pero al mismo tiempo, reformulándose, para encontrar un nuevo modelo que acapare a las mayorías y unifique un bloque subcontinental solido, donde el Estado sea el único motor del futuro y con una identidad únicamente pensada de sus realidades y necesidades; no exportadas. Algunos hablan de capitalismo Nacional, otros de Socialismo del Siglo XXI. Lo cierto es que todavía esta historia se esta escribiendo.
Por esto, es un ejemplo, que el único pueblo que viene dando pelea al imperio, mano a mano hace más de medio siglo, ilumine su futuro y se disponga a pensarse y repensarse para lograr su superación demostrado a lo largo de este tiempo, dando pruebas que la liberación Nacional no se llama “utopía”. Raúl Castro dice: “ [El mundo reconoce] …a Cuba por ser uno de los países más seguros y tranquilos del mundo, sin narcotráfico ni crimen organizado, sin niños o adultos mendigos, sin trabajo infantil, sin cargas de caballería contra los trabajadores, estudiantes u otros sectores de la población, sin ejecuciones extrajudiciales, cárceles clandestinas ni torturas”.