EDITORIAL NÚMERO 8

¿Barremos a la derecha?

  Tiempos electorales. Algunos no duermen. Otros esperan ansiosos las definiciones. Y los de siempre operan; confundiendo, reviviendo falsos fantasmas o creando candidatos que intenten evitar lo inevitable. Saben y sabemos que la derecha anda atomizada y no es capaz de traducirse en una fuerza política capaz de disputar elecciones a nivel nacional. Hasta el momento, en octubre pierden por knockout y en julio habrá un segundo round. ¿Por qué? se preguntarán ellos. Fácil, muchachos. Porque dejamos de ser panchos, como nos quisieron educar ustedes, o mejor dicho, mal formar…
  Las burradas siguen apareciendo para calmar un poco su derrota, pero hacer política, a costa de denigrar a las Madres de Plaza de Mayo, ensuciando su lucha histórica por la búsqueda de la verdad y la justicia, es pasarse mucho de la raya.  Pareciera que no se han dado cuenta que su pluma impune ya no convence más. En vez de dedicar tantas hojas para acusar de corruptas a las Madres, ¿Por qué no piden perdón por encubrir y ser socios del gobierno ilegitimo que torturó y mató a sus hijos? ¿Por qué no dejan que se realicen los ADN de los hijos adoptivos de Noble Herrera? ¿Por qué no devuelven Papel Prensa? Pero sabemos, que es imposible pedirles un ataque de sinceridad. Desde esta publicación queremos que la justicia investigue, que Schoklender explique lo que tenga que explicar, junto a todos aquellos que sean necesarios para poder esclarecer lo sucedido. Pero no podemos permitir la canallada de querer manchar la historia de los pañuelos, que es parte de nuestra historia. 
  Hoy, pareciera que hay dos estrategias de cara a octubre. Una: militar, debatir y abrir discusión sobre todo lo que falta por hacer. Cómo garantizar la democratización mediática. Cómo avanzar sobre la distribución de la riqueza. Cómo destruir el aparato criminal policial. Cómo hacer para que las bases cobren protagonismo y se transformen en dirigentes. Cómo seguir integrando a los pueblos latinoamericanos. Otra: cómo rejuntar a nuevos y viejos dinosaurios. Cómo indultar a los asesinos. Cómo volver al país meramente agroexportador o de los dictados del FMI. Cómo cerrarles las fronteras a nuestros hermanos.
  Sin embargo, como los pingos se ven en la cancha, El Pancho La Coca ofrece un nuevo número, intentando aportar a una escoba que pueda barrer a la derecha. A la derecha de afuera primero, está claro. Pero también en un futuro no tan lejano, a la que todavía sigue adentro.