EDITORIAL NÚMERO 10, agosto 2011


 Sueños que van creciendo



 Agosto empieza celebrando a la Pachamama y camina homenajeando a las víctimas de Trelew, entrecruzando alegrías y llantos, victorias y derrotas; que si las sabemos aprovechar, permiten ejercitar la memoria y recuperar nuestras raíces para así lograr en comunión proyectar el futuro.
  Al día de hoy, mientras el orden neoliberal en el mundo sigue respondiendo a la crisis con ajustes y a las movilizaciones con represión, los números locales llegaron para dar su contundente veredicto, sacando a la luz lo que la mitad más uno viene expresando hace tiempo: ni un pasó atrás. Lamentablemente, pareciera que los 38 puntos de diferencia no le sirvieron a varios para hacer una sincera y profunda autocrítica de su fracaso. Resultan ya graciosos sus intentos de buscarle el pelo al huevo con boberas tales como que hubo fraude o faltaban boletas y otras más etcéteras que lo único que logran es desprestigiar el actual sistema democrático. Pero ¿cuál es el problema para nosotros? Que nunca van a lograr ponerse a la altura de lo que estos tiempos demandan, y seguirán en la política del chiquitaje, cumpliendo órdenes de las corporaciones, perseverantes en su esencia antinacional.
  Los resultados poco tienen de viento de cola. La confianza del voto popular reafirma los sueños de seguir transitando por el sendero de crear trabajo, de incluir a los sectores marginados, de luchar contra los monopolios económicos y mediáticos, de reencontrarnos con nuestros hermanos latinoamericanos, y de una vez por todas, ponernos a trabajar todos juntos. Como decimos desde el primer número: todavía mucho es lo que falta, pero por este camino andamos más cerca de realizarlo.
  Con esta nueva edición de El Pancho La Coca buscamos abonar a los desafíos de siempre, cada vez más seguros de que compartir ideas y pensamientos con ustedes, es la fuerza madre de todas estas palabras.