"La educación como motor de la economía" por Matías Felicetti POR ACÁ NÚMERO 10, agosto 2011

LA EDUCACIÓN COMO MOTOR DE LA ECONOMÍA

Por Matias Felicetti
lmfelicetti@gmail.com

A la educación se la puede orientar en base al desarrollo económico que un país busca.
Nuestro país conoció tres tipos de desarrollo económico: el liberal librecambista de Bartolome Mitre y Julio Argentino Roca con su modelo agroexportador. Donde, en la división internacional del trabajo, Argentina ocupa el rol de mero exportador de materias primas mientras compra los productos remanufactorados a las potencias, principalmente Inglaterra.
Este modelo solo puede ser sostenido con endeudamiento externo y con el ingreso de capital financiero especulativo o buitre que ante el más mínimo vaivén económico o por la suba de las tasas de interés de los países centrales, se fugan y retornan a dichos países. 
Ante semejante desbarajuste de la balanza comercial, el país quedaba sumamente endeudado, sin capacidad de responder ante los acreedores, por falta además de reservas. Y la única salida es contraer mas deuda, que será pagada a costa del hambre del pueblo. Como dijo Nicolás Avellaneda ante la crisis de 1877: “Los tenedores de bonos argentinos deben, a la verdad, reposar tranquilos. La República puede estar dividida hondamente en partidos internos; pero no tiene sino un honor y un crédito, como sólo tiene un nombre y una bandera ante los pueblos extraños. Hay dos millones de argentinos que economizarían hasta sobre su hambre y sobre su sed, para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros”.
El ejemplo mas cercano es el de Carlos Menem y el neoliberalismo que llevo adelante donde el capital financiero y la mano invisible del mercado destruyeron la matriz productiva nacional.
El segundo modelo es el desarrollista, llevado a cabo durante la década del 60' por los gobiernos radicales de Arturo Frondizi y Arturo Illa por recomendación de la CEPAL.
El desarrollismo tiende a la industrialización a través de la inversión y el capital extranjero. Es decir los inversores foráneos invierten en la planificación industrial.
Situación que en gran medida condiciona al gobierno a tener que someterse a los intereses corporativos sobre todo cuando el poder estatal es débil.
Durante el gobierno de Frondizi, el cierre del frigorífico Lisandro de la Torre y el comienzo del desmantelamiento de la red ferroviaria responden a la supeditación a los capitales e intereses Norteamericanos, encolumnados mayormente detrás de las automotrices y petroleras, que corren de costado a los ingleses. Cabe recordar que gran parte de la inversión británica estuvo apuntada, durante el final del siglo XIX y gran parte de la primera mitad del siglo XX, a los frigoríficos y ferrocarriles.
Entre estos dos modelos está, cronologicamente hablando, el modelo industrialista nacionalista, que lleva adelante la revolucion peronista (1946-1955). Este tipo de desarrollo esta ligado a una fuerte intervencion estatal que impulsa y financia la industria. Para llevar a cabo este proceso fue necesario impulsar distintos factores satelites, por llamarlos de alguna manera.
La estatizacion del comercio exterior (IAPI), de los medios de transporte de mercaderias (ferrocarril), y sobre todo el desarrollo de un sistema educativo acorde al ambicioso plan nacional y popular.
Si nos remontamos al momento posterior a la caida de Rosas, cuando el liberalismo porteño junto a las oligarquias rurales bonaerences toman definitivamente la riendas del poder y se disponen a organizar el pais bajo sus preceptos, vamos a decubrir que una de sus patas fundamentales fue la instauracion de un sistema educativo con caracteristicas que bajo ningun punto de vista fueron libradas al azar.
Se delinea una educacion basica para las clases populares, con que supieran leer y escribir era suficiente, acompañada de la enseñanza de una historia liberal mitrista donde el pueblo no es sujeto historico y para la formacion de las elites los secundarios y la universidad arancelada.
Mas adelante, se abriría a la clase media, sobre todo despues de la reforma del 18, la educacion superior. Pero con una clara tendencia a las carreras de abogacia, contador y medicina, lo que demuestra la orientacion económica de un país de servicios.
En contraposicion el peronismo, crea universidades, abre los turnos nocturnos y sobre todo la hace gratuita y sin examen de ingreso.
La gratuidad de la universidad, gracias al decreto presidencial Nº 29.337 de 1949 es un hecho que se trato de ocultar durante tantísimos años, y es el día de hoy que se lo arrogan a la reforma del 18.
Se crean las escuelas técnicas y los industriales que forman a los futuros obreros calificados.
Se funda el INTI y el INTA. Se le da al ejército un rol de desarrollador industrial, Fabricaciones Militares llego a tener doce plantas y creó el mítico y ejemplo paradigmático de la producción industrial nacional: el Pulqui OVJ (Objeto Volador Justicialista).
Saltemos ahora al 2003, el 25 de mayo asume Nestor Carlos Kirchner y el 26, en su primer acto de gobierno, viaja con su gabinete a resolver un conflicto docente en Entre Rios.

A partir de ahi se promulga en el 2006 una nueva ley de educacion, que aumenta las horas de clase e inserta casi desde el nacimiento a los niños en el sistema educativo. Ademas de modificar los contenidos, es el Estado el que produce los textos escolares, reflotando hechos nuevamente como la Vuelta de Obligado, hoy dia de la soberania, los bombardeos de plaza de mayo del 55 y el 24 de marzo de 1976. Pero sobre todo asegura el financiamiento desde el gobierno nacional, hoy se destina a la educacion el 6% del PBI.Los docentes aumentaron sus salarios en casi un 900% desde el 2001 a la fecha y el plan Conectar Igualdad rompe, definitivamente, con la desigualdad informatica.
La creacion del Ministerio de Ciencia y Tecnologia, desde donde se repatriaron mas de ochocientos cientificos, se aumento un 600% el presupuesto del CONICET, se cuadruplicaron los becarios y donde se incorporan anualmente 500 investigadores y mas de mil becarios.
Misma situacion para el INTA y el INTI que reciben el mayor presupuesto de su historia y que lleva acumulado un aumento del 700%.
Las Becas del Bicentenario se repartieron entra las carreras vinculadas a ciencia y tecnologia.

Todos estos logros permitieron que la Argentina, por ejemplo, pusiera un satelite en el espacio, arme y venda reactores nuecleares a Astralia y que el “Messi” de la ciencia, el Dr. Alberto Kornblihtt, trabaje aquí.

No es casual que el gobierno peronista de Néstor y Cristina Kirchner aplique estas medidas como puntal para la industrialización del país, como tampoco lo es el record de reservas del Banco Central.

Alguien quizás podrá decir que el modelo Kirchnerista es desarrollista, y en cierto punto es cierto, pero también para desarrollar la industria es necesario obreros calificados bien pagos, científicos capacitados y un acompañamiento estatal fuerte.

En simples palabras, el kirchnerismo esta generando las condiciones humanas y económicas optimas para invertir en la industria nacional.

No hay que olvidarse de la pesada herencia neoliberal que destruyo la matriz productiva, educativa y científica a niveles insospechados. La reconstrucción de un país en condiciones semejantes es una tarea  cuasi titánica, y a pesar de ello, este gobierno popular supo hacerle frente y superar las adversidades de una manera poca veces vista en la historia.

Hace pocos días se publico en Tiempo Argentino que la Argentina sustituyo importaciones por 4000 millones de dólares, el Ministerio de Industria otorgo créditos blandos a pequeñas, medianas y grandes industrias por 95 millones durante el primer semestre del año. Las manufacturas industriales crecieron, en julio, más de 25% y más del 70% de las PYMES aumentaron sus exportaciones.

Estoy convencido que estamos indefectiblemente en un modelo industrialista nacionalista que tuvo y que tiene que atravesar por un sistema desarrollista para lograrlo, por condiciones coyunturales muy particulares. A las pruebas me remito, y como cierre voy a utilizar una frase que no es mía sino de Aritz Recalde, sociólogo, docente de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y la Universidad Nacional de Lanus: “Para tener independencia económica es indispensable un desarrollo científico soberano”. Y es por esto que creo que el principal motor de la economía es la educación.